• No he entendido El perfume


    No soy ningún experto en cine, que conste en acta, señoría.
    El perfume, resumiendo, esto es un pavo huérfano que se cría en París y es gafe, tiene un olfato de la leche y con él es capaz de oler a kilómetros. Pero como nadie le ha enseñado lo que está bien ni lo que está mal se dedica a matar a jovencitas (una de ellas muy guapa) para conseguir la esencia de su olor. Fin.
    Quien lo entienda que se lo coma. Y si le gusta, que lean el libro. Pero me parece una película absurda y el actor principal sólo tiene un gesto -bastante bobalicón, por cierto-.

    A propósito, casi al final de la peli toda una ciudad se monta una multiorgía que flipas, pero aún así, no mola.

    Visto en: el cine

  • Condenando almas

    Si odias a muerte a alguien y siempre has querido que arda en el infierno, ahora es tu momento, ha llegado el Infierno 2.0, interactivo, para que condenes a diestro y siniestro.

    Y sí, con ruiditos. (Necesario Flash)

    Visto en: El Pitodoble

  • Vender coches

    Vender un coche hoy en día no es un juego de niños, aunque se nos han facilitado las cosas a los compradores. Podemos ver los catálogos y las características técnicas en la correspondiente web de la marca, sin ir a los concesionarios ni pillar tráfico, sin salir de casa, vamos.

    Pero me molesta cómo pudiendo vender bien y ahorrando molestias a los usuarios muchos fabricantes de coches no ponen los precios de los vehículos en las páginas, y no me refiero a los Rolls Royce, que ni siquiera he mirado su web, si no a lo que llaman utilitarios.

    Otras en cambio lo ponen sin ningún reparo, creo que es loable, al menos, me da la confianza suficiente de que saben qué y cómo lo venden. Sin que el precio sea un obstáculo entre comerciante y comprador, te lo enseñan a la primera, si te interesa bien, si no, puerta. Sin obligarte a bajar catálogos o características del coche en un PDF para que el susto sea lo más ajeno posible.
    Parece que poniendo el precio se muestran orgullosos de lo que venden y saben lo que cuesta, no en cambio si te lo ocultan o te hacen ir a un concesionario a pedir información. No le encuentro mucho sentido.

    Visto en: Mini -mi favorito- con precios claros (por ejemplo) y Volkswagen con PDF (por ejemplo)

  • Jugándome el tipo por una foto

    Siempre se dice que los chicos hacemos auténticas estupideces por las chicas, que nos volvemos locos y perdemos el sentido común por intentar caerles bien, que nos den su número de móvil (o su msn, que en el siglo XXI vale más). Pero nunca pensé que yo mismo estaba tan pirado como para confiar mi propia vida a una vallita de seguridad que medía la distancia entre la azotea de un centro comercial y el suelo. Calculo que 25 metros. De noche, sin luz y a 2 grados.

    ¿Qué hacía yo a 25 metros de altura sujeto como podía a esa valla, sin luz y pasando frío? Pues esto:Bonitas vistas del Sur

    Y la única conclusión que he sacado es: 1. Ahí arriba el viento afeita. 2.Te sientes de lo más absurdo, ya que terminas preguntándote por qué lo haces. 3. Es una sensación maravillosa que recomiendo a todo el mundo. La temperatura y lo absurdo que uno se siente no es comparable a la satisfacción de hacer una buena foto.

    Visto en: Centro comercial Vallsur

  • Cómo saber si has escrito una buena entrada

    Ésta es una duda que a casi todos nos surge después de escribir cualquier entrada, menos las de tipo nuevo software capaz de no se qué, es decir, entradas que no expresan ninguna idea personal.

    Por lo general todos sabemos cómo de bien lo hemos hecho cuando releemos el post (aunque a veces se nos pase releerlo), de la misma forma que sabemos más o menos cómo de bien hemos hecho un examen cuando lo entregamos. Ya que, al fin y al cabo, cada post es un examen que los lectores evalúan, si lo aprueban y te dan el visto bueno, entonces y sólo entonces, seguirán leyéndote. Algunas veces son los propios lectores quienes te corrigen, te recuerdan algo o te dicen simplemente que les ha gustado, esto suele ser bueno.

    Pero hay una forma infalible que te dice que sí, lo has hecho bien. Cuando te das cuenta de que lo escribes de verdad sirve para algo, cuando te enlazan, cuando escriben algo que tu hayas inspirado. Gracias Sprocket

    Y es que nada sienta también como esto después del cabreo de anoche.

    Visto en: Testblog