• MEME: La mejor cita, y no frase.

    Me suplican, por favor, que responda este meme, lo último que Alexliam me solicitó que hiciese fue medirme el tiene nombres mil. Tal vez lo haga, algún día.

    En esta ocasión me pide que le describa lo que yo considero mi cita perfecta -o ferpecta, como dice él-. El ambiente, el lugar, la música etc.

    Bueno, pues en mitad de la Feria de abril, va por ustedes.

    Música: La selección musical podría ser: What a wonderful world, por Louis Armstrong, All my love de Led Zeppelin -dedicada al hijo del cantante, Robert Plant-, Wish you were here de Pink Floyd, Quédate a dormir por parte de MClan, Long Night de The Corrs y terminar con la versión larga de Stairway to Heaven, también de Zep.

    Lugar: Serias dudas, no estoy muy seguro… Roma… ¿San Francisco? Sí, me quedo en CA, bajo el Golden Gate.

    Ambiente: Con la vista del puente, no sé. Justo debajo, supongo que en algún pequeño trozo de hierba, rodeado de fotógrafos que disparan a la estructura.

    Momento: Siguiendo con la canción Long Night debería ser la noche. Los focos del puente rojo sería iluminación necesaria para eso. Si puedo elegir, primavera.

    Me gustaría poner algo como «y que tú estuvieses allí» o «compartir ese momento con la persona que más quiero». Pero me temo que no hay nadie.

    El meme se lo paso a: Zetxek, Raúl, Zuviëh, Ellohir, Malkav, y toda persona que quiera hacerlo.

    Visto en: Alexliam.net El meme de la cita perfecta.

  • 20 de abril – Celtas Cortos

    Reconozco que lo idóneo hubiese sido publicar esta canción el propio 20 de abril, pero era viernes, y yo las canciones las pongo los domingos. No me vais a pegar por un par de días, ¿verdad?

    Durante varios años y bajo mi punto de vista, este tema fue el sumum de la música y de este grupo. Luego cambié de opinión, pero sigue siendo una gran canción. No se puede negar.

    He tenido la suerte de escucharla en vivo unas cuantas veces, y nunca me ha decepcionado. Ni el grupo ni la canción. A ver si pensáis lo mismo.

    [youtube vzn4WFQ5y0A] Visto en: Youtube

  • Twitter, poniendo fin a vidas gafapastas

    Creo que tengo una vida social bastante ajetreada, entre clases, billares, cervezas y partidos de fútbol en los bares, nunca me he considerado un gafapasta que desperdicia su vida al completo delante de un monitor. Sí me considero freak, y mucho, con mis sesiones de Star Wars de verme la trilogía original del tirón, y otras freakthings.

    Considero que tengo amigos, buenos amigos, y amigos reales, a los que veo casi todos los días, y nuestra relación no se basa en una conversación mediante mensajería instantánea.

    En cambio, un gafapasta sin amigos… no.

    Twitter es un servicio, como la prostitución (¿sic?) que te permite dejar claro que estás haciendo cada minuto, un ejemplo.

    He llegado al nivel 15 del tetris y tengo ganas de mear (17:34)
    No aguanto las ganas de mear (17:38)
    Me he meado, pero he llegado al nivel 20 (17:42)

    ¿Quién coño necesita eso? En serio, quién tiene la ferviente necesidad de expresar cada momento de su vida y mostrárselo al mundo? ¡Pues un gafapasta sin amigos, claro!

    A ver, no sé si me explico, los psicólogos de los ’90 aparecieron en las ciudades porque la gente no hablaba con sus amigos, y necesitaban soltar lo que hacían, han hecho, sus planes, en definitiva -casi como un blog- hablar con alguien. Pero, si su mejor amigo vive en otra ciudad y de él sólo conoce su nick del Dungeons… está apañado el hombre. No puede coger el teléfono y decir, «Ey, quedamos, tomamos unas birras y te cuento lo que me ha pasado, tío, vas a llorar de risa».

    No os preocupéis lectores gafapastosos, Twitter os salvará.

    Visto en: La gente es impredecible (ja)

  • Especímenes de gimnasio

    Basado en Fauna de biblioteca, es decir, es una copia del post, pero cambiando el ambiente y los sujetos.

    Pringados sudadores.

    El poco selecto club al que pertenezco, aquel en el que todos los que vamos hacemos los que un tío con la palabra monitor pegada a la espalda nos dice que hagamos, vamos religiosamente todos los días y nos lo curramos como si nos fuese la vida en ello de verdad, con la ingenua idea de que algún día seremos más delgados, más fuertes, más ágiles más arios.

    Los Pro.

    La élite, también conocidos como los inquilinos, personas que viven por y para el deporte, que utilizan instrumentos sólo vistos en televisión, o ponen la cinta de correr al máximo, por más de treinta y cinco segundos. Puedes llegar temprano, pero ya habrá algún inquilino dentro, puedes irte tarde, pero los inquilinos se quedarán. Nunca compitas contra los pro.
    Por suerte, nunca son atletas completos, uno no corre 40 kilómetros y luego levanta 100 kilos con cada mano.

    Tienen su lado simpático, y es que resuelven las dudas mejor que los propios monitores, saben qué ducha está jodida en cada momento, qué máquina no puedes utilizar por ser demasiado alto porque tiene un res-.kjhe-tor estropeado o cuáles son las mejores cremas para que no te roce la ropa… y te la enseñan.

    Los fugaces, o los del período.

    Son los más simpáticos, aparecen muy de cuando en cuando, se dan una gran paliza, y desaparecen… hasta el mes próximo. Su meta es tener la conciencia tranquila, decir «ya está, sigo yendo al gimnasio».

    Los ligones.

    Sobre todo chicos, están una hora dando la brasa a la pobre santa, ejem, que aguanta el chaparrón y defiende su territorio del macho en celo. Son cómicos, se cabrean con una facilidad pasmosa si intentas pedirle por favor el material que supuestamente está utilizando. Generalmente responden con un «Â¿no ves que estoy hablando?», y es cierto, por eso lo hago, por joderte, además, es cierto… sólo hablas tú, ella se resigna a mandarte la mierda con voz baja.

    Los de la operación kilo.

    Por lo general, mujeres rebosantes de felicidad y celulitis y hombres repletos de cerveza en sus barrigas que aprovechan la etapa «libre» que hay entre la época de las torrijas y la época de los chiringuitos, son como algunos animalillos, sólo viven una parte del año, la demás, se la pasan comiendo, con la esperanza puesta en que ese único lunes que ponen un pie ahí sirva para adelgazar los kilitos que les sobran.

    Los viejos mirones.

    Personalmente, los peores. Todos saben a lo que vienen, su única función es recrearse observando cómo una jovencita, que puede ser su hija, la amiga de su hija o incluso su nieta, disfruta con un poco de ejercicio. Sonríen a las chicas con descaro. Sus mentes enfermas gozan con ellas, las pobres les devuelven una mirada ladina cuando se cruzan. Mientras ellos cogen la pesa más grande que haya y encubren el esfuerzo de levantarla una única vez para hacerse los fortachones, y esconden los anillos.

    Los chicos-mujer.

    Son, de lejos los más graciosos. Bajitos, con curvas y prendas ajustadas que realcen sus caderas. No tienen complejos, ni vergüenza, lo que en parte, les enhorgullece. Se apuntan a todas las actividades femeninas, hacen pilates, aeróbic, ciclismo y otras cosas de doblarse sobre sí mismos. La única pega que ponen es que no pueden entrar en los cursos de premamá. Suelen ser simpaticones.

    Los que se pican.

    Si tu comienzas un ejercicio al mismo tiempo que otro, lo llevas jodido, chaval.
    Corriendo, pones la máquina a 7, ellos la ponen a 7.1. En bici, pones dureza 5, ellos: 6. Ejercitando músculos, levantas una cantidad X, ellos X+1, siempre lo inmediatamente superior.

    Visto en: Las neuronas, que se regeneran.