Voy a escribir sin mirar atrás, sin corregir mis pasos ni mi dirección, simplemente seguiré escribiendo.
Cuentan que un mal día lo tiene cualquiera, pero yo no soy Cualquiera, soy Adrián. Por lo que a mí respecta Cualquiera puede llevarse sus putos malos días a otra parte. No se puede decir que haya sido nefasto, más bien un cúmulo de cosas malas o desagradables que me han pillado en uno de esos días. Sin más.
Hay una canción que siempre escucho en estos momentos, Standby, la colgué en su tiempo, de Extremoduro. Personalmente es un grupo que ni fu ni fa, pero tiene dos canciones buenas, ésa y So payaso. Un término peyorativo que me han aplicado con más o menos gracia y acierto unas cuantas veces. Otro día os la pongo.
Con el tiempo he aprendido a disimular, mi padre, médico, dice que le cuesta pillarme los síntomas, dice que eso es malo. Le haremos caso. Pero reconozco que tiene razón, siempre intento aparentar estar bien por muy hundido en la mierda que me encuentre. Hoy ha sido un día de esos, de los de pasar página.
Me he pasado la mañana y la tarde dando vueltas a la cabeza, sobre todo por lo que Alexliam me ha dicho, disfrazado de adivino africano. Que huyo del amor. ¿Tiene razón el negro? No lo sé, puede.
Siendo sincero y profundizando un poco más… huyo a propósito, con conciencia de lo que hago. No quiero más líos, más historias, más movidas. No quiero quererlo, mejor dicho. No quiero querer a nadie. Sé que suena muy extraño, y tal vez nadie haya seguido leyendo hasta aquí, me la trae floja, la verdad. Es mi blog, hago con él lo que quiero, hasta pagarle un dominio, fíjate tú. Pero me estoy desviando.
Hablaba de que me autoimpongo una barrera, un muro, que quiero mantener erguido entre "otra persona" y yo. Tíralo ya, pensaréis. No es el Muro de Berlín, y esto no es el 89. Ni tampoco soy la URRS y "otra persona" América o Europa Occidental. No.
A veces la barrera es de otro tipo, como una venda o unas directrices. Ves lo que quieres ver, haces lo que quieres hacer, protegiéndote. Como la venda de los caballos ante un toro, o las líneas de código de cualquier software. Si la venda falla el caballo se asusta y sabe Dios qué pasará, si el código está mal escrito, con errores de sintaxis etc, el programa no irá bien, se colgará o dará errores. por eso no quiero que haya daños en mi barrera. El oráculo de los cojones ha acertado, qué cabrón.
Mañana me tengo que despertar a las 7.00, y son las doce y veinte, qué mierda.
No tengo ilusiones ya, han volado. No espero que vuelvan. No sé si quiero que vuelvan, me sentiría estúpido, pero más estúpido me sentiría si me hiciese yo unas nuevas. Total, acabaría escribiendo algo parecido a ésto, y eso es un trago amargo.
He de replantearme mi vida, desde el comienzo, qué quiero si quiero algo, a quién quiero si quiero a alguien.
Necesito dormir. No tengo sueño, pero estar en la cama me relaja, aunque sea estando sólo. Y no, no hablo de lo que pensáis, malditos pervertidos.
Voy a buscar una frase para acabar este texto, algo que quede bien, o que pegue más o menos… A ver qué os parece:
Con el paso de los años nada es como yo soñé.
Si no cierras bien los ojos muchas cosas no se ven.
Visto en: Mi vida sin nadie