Tal vez sea porque no soy muy hábil con el lenguaje hablado, no es que sea tartamudo, si no que a veces no me expreso con claridad, la gente no me entiende. Siempre termina pidiéndome que se lo intente explicar mejor, sea lo que sea.
Y esto, pues te frustra. Nadie me entiende, doctor.
Hay que poner un remedio, no puedo seguir así. Y he pensando, haciendo uso de mi neurona no alcoholizada, en algo con que la gente me entienda, ejemplificando situaciones.
Llevo meses utilizando este método desde abril, teniendo a un compañero de clase como cobaya, y el resultado es bastante bueno. Ejemplifico las cosas recordando momentos de Los Simpson, porque la gente ha visto sus episodios ya varias veces hasta aprenderse los diálogos de algunas escenas, todo ello gracias a las Clases Avanzadas de Antena 3 Learning Center (repetimos su episodio, primeras 13 temporádas gratis).
Es fácil de entender, si has visto esa serie seguramente te hayas dado cuenta de que reproducen bastantes situaciones que pueden ocurrir en la vida real, o que no, pero que en una tarde coña puedes soltar una gracia y que nadie la pille, es entonces cuando dices, Sí, hombre, como cuando Homer intenta huir en coche con el gazapo puesto por todo Nueva York.
O eso tiene mucho azúcar, y respondes, Vaya, pareces Marge en el episodio en que confiscan el azúcar, ¿quieres acabar con juicios?
Creo que me explico. Lo cierto es que la gente también me entendía, hasta el punto de decirme que por qué hacía tantas referencias a Los Simpson, y lo que es más, que ellos también las hacían, ¡y les funcionaba! No sólo al chaval al que martirizaba con mis densas explicaciones springfildianas, si no a otros que ni sabían lo que estaba haciendo, lo utilizaban por su cuenta y riesgo.
Parecía que mi neurona hubiese hecho sinapsis con las de otras personas.
Así que ya sabéis, si alguna vez me conocéis en persona (quien no lo haya hecho ya que mande un dólar a Quiero conocerte, Evergreen Terrace, 742, Springfield) notaréis estas cosas.
Visto en: Mi querida neurona no coge vacaciones.