No estoy nada seguro, porque si miro hacia atrás, hace prácticamente nada que era un chaval descerebrado más. De esos que no se piensan mucho las cosas y actúan según lo poco que les rige su maltrecho criterio, que todavÃa estaba en pañales.Por contra, me miro ahora. Y veo que me paso el dÃa pensando si algo es malo o es bueno, y la semana sabática que me he pasado ha sido igual; esto es asÃ, esto no, esto deberÃa estar asÃ, esto no y razonando (o haciéndome creer a mà mismo que tenÃa razones) cada paso. No sé, puede importaros una mierda, y seguramente tengáis razón, pero a mà me llama la atención.
Es cierto que la gente me considera más viejo, ya no me preguntan qué quiero ser de mayor, luego entiendo que ya soy mayor, ahora me dicen señor cuando me pisan y me doy cuenta de las estúpido de la conducta de los zagales que hacen exactamente las mismas cosas que yo apenas dos os tres años atrás, o incluso meses. He dejado de ser un niño.
Y aunque sea cierto que las visitas siempre me han dicho que ya era todo un hombre, desde los 9 años, nunca imaginé que algún dÃa podrÃa llegar a serlo y casi de la noche a la mañana. Con mis miedos, en cosas (aparentemente) superfluas: ¿y si intento instalar de nuevo el OSX86 en el otro disco duro y vuelve a fallarme el ratón y en la desinstalación me cargo el sistema Linux? No quiero volver a instalar todo. Y en cosas bastante más trascendentes: cómo administrar completamente mi economÃa y no vivir de nadie, mis horarios independientemente de si mi madre puede llevarme o no en un determinado momento…
Cosas que antes daba por sentadas, y firmemente asentadas, ahora me dan ligeros dolores de cabeza. Porque puede ser asÃ, pero no es necesario que lo sea. No voy a dar ejemplos concretos.
En algo que también he notado cambio, las chicas. SÃ, asà de directo. Antes, me comÃa muchÃsimo la cabeza con cualquier situación por muy infantil que fuese si habÃa alguna fémina involucrada. Ahora, con los pies en la tierra, no. No sé, no quiero decir que «paso», ni nada parecido, me sigue importando el tema, pero en unos dÃas he conseguido darme cuenta de que hay cosas que no pueden ser, que a veces hay que esperar, a veces esa espera no merece la pena o qué sé yo.
No quiero parecer un hipócrita, sé que en el fondo tengo 19 años, y que por madurar me queda bastante. Lo malo es que estoy echando de menos la sensación de ser totalmente libre y sin topes, de ser un cabeza loca que se las da de duro de palo. Sé que queda bastante aún hasta que tenga que responsabilizarme de una familia, pagar las facturas y decidir si ese color le va bien a esa pared. Aún me falta para no dudar en depende qué situaciones que antes consideraba alegremente «de adultos», y que no iban conmigo, porque ni siquiera las entendÃa.
Ahora, en cambio, noto como si hubiese aceptado, asumido y comprendido todo eso. Y me asusta. Una cosa es dejar de beber (exceptuando ocasiones puntuales) y otra es dejar de ser un adolescente de ideas absurdas y pelo alborotado. Porque los rizos los sigo teniendo, pero las ideas absurdas han comenzado a desaparecer. Y creo que este no soy yo.
Visto en: Auster, aprovecha lo que te queda, pero no fumes tanto.