Para ser sincero, no conozco a nadie que lo haya querido ser. No sé de dónde vendrá esa expresión que intenta decirnos si de pequeños eramos tan idealistas y pensábamos que llegarÃamos tan alto (como la Luna, como la Lu-na).
De hecho es una profesión a la que no veo mucho atractivo. Yo de niño querÃa ser pastor. Pastor de ovejas. Ese si es un curro bien bonito. TendrÃa un burro con alforjas, un botijo, tiempo para pensar, no tendrÃa un jefe que me putease, ni horarios que me estresen, a una oveja no le importa que llegues veinte minutos tarde. Me gustaba eso de pequeño.
Por otro lado la pregunta de ¿qué quieres ser de mayor? es uno de esos inventos de los adultos para traumatizar más a los niños (a los hijos de otros, claro), como la asesina ¿a quién quieres más, a papá o a mamá?
Es una pregunta a degüello porque fomenta una desilusión del chaval. A parte de pastor quise ser bombero (sólo porque veÃa divertido el deslizarse por una vara cada vez que pasa algo, ahora lo más cerca que estoy de eso es una barra de striptease), y la gente no veÃa qué habÃa de divertido en apagar fuegos, rescatar gatos y sacar agua de inundaciones. La verdad es que tenÃan razón, no es divertido, si lo fuese habrÃa que investigar a un posible pirómano. Pero prepararte durante toda la vida para intentar que un plan espacial te acepte y fÃsicamente puedas subir ahà arriba a hacer algunos experimentos y echar un ojo a lo que nos rodea es una cosa que nunca me ha atraÃdo.
De hecho me parece aburrido. Seguramente haya niños que desde pequeños sueñen con ser lanzados por la NASA y algún plan Columbia (seguro que hay algunos que hasta sueñan con volver), pero es muy cruel quedarse a mitad de carrera. Pobres astronautas frustrados que se limitan a mirar desde abajo como hacemos los demás pero con responsabilidad suficiente como para hacer explotar miles de millones de euros y un puñado de héroes. No deberÃan dejar hacer eso a los padres. Al menos no a los que trabajen fuera del Ministerio de Educación.
Visto en: ¿Algún pastor ovejero más?
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