Una conducta humana recién aprendida, que hace que sonrÃa por la calle, es la de ver a la gente hablando por teléfono a través de un micro (que cuelga de un auricular) sujeto con la mano. Apuesto mis rizos a que os habréis fijado en eso alguna vez. Es ridÃculo.
No voy a empezar una lección de semántica, pero «manos libres» significa -maestro Leiva, que nos dejaste en el ¿Qué apostamos?, redoble, por favor- manos (como parte del cuerpo, terminación de las extremidades superiores) libres (como en «sin nada», pobretón-style).
La única ventaja que le veo a esto es ver que eres tan valiente como para utilizar los cascos que vienen con el Nokia y que no van a darte un tirón para mangarte el móvil, uno de los temores infundados al abrir una caja de Apple.
Visto en: Y también me molan los que llevan el pinganillo Bluetooth mientras cruzan los brazos.
3 respuestas a «Sujetar el manos libres»
Patética conducta la de coger el cablecito, que demuestra que el diseño de estos aparatos es pura basura y por eso la gente tiene que hacer esas cutreces.
Es que si no, no te oyen bien. Como cuando pones el altavoz y aún asà tienes que llevar el teléfono cerquita o vas en el coche y tienes que dirigir la cabeza hasta el micrófono en lo alto (y perder la útilidad que se supone que es poder seguir mirando la carretera). O eso, o gritar más y por alguna extraña razón prefiero sujetar el micro a hablar a gritos (con mi abuela es al revés, parece un concurso de gritos, pero es lo normal con las abuelas). De todas formas, es algo que he usado contadas veces y bajo fuerza mayor.
Me parece más ridÃculo hacer gestos con las manos al hablar por teléfono (en eso voy servida).
Yo todavÃa recuerdo el dÃa que me crucé con un ejecutivo en el pasillo donde está mi oficina hablando solo, pensé que era un loco, era la primera vez que veÃa a alguien usando un manos libres por bluetooth (dientes azules, me encanta).