Después de una conversación de madre con, quién sino, mi madre sobre cómo de desordenada estaba la buhardilla surgió una idea peregrina que ha rondado por la cabeza de muchos desde que existe la ropa: Una máquina que te escoja el mejor conjunto para cada ocasión. Ideal para solteros o gente que, como yo, ha cometido la osadÃa de juntar cuadros con rayas (y que además están solteros).
La idea, en origen, resultarÃa sencilla y tirando por lo bajo se podrÃa desarrollar con Arduino o mi ansiado Lego Mindstorm, un sistema de rieles en los que cuelga la ropa (porque yo le sigo dando vueltas a los armarios) de manera que se ponga en marcha haciendo circular las prendas y se pare cuando deje a mano la prenda seleccionada (en principio por el humano), asÃ, deberÃamos tener al menos tres bandejas o circuitos en los que estarÃan primero los zapatos, encima suyo los pantalones y encima de éste riel, uno con camisas, jerseys, etc. Me explico, creo, es fácil de imaginar. Ahora, el usuario deberÃa jugar con los circuitillos hasta dar con el conjunto acertado, y como es la parte difÃcil, se lo dejamos o a las mamás y a las novias y mujeres, a Esquire o a los ordenadores. Afortunadamente, con estos dos últimos no discutirás a gritos.
Pensaréis que estoy exagerando, pero creedme, yo también era más feliz pensando que podrÃa pasarme la vida vistiendo «más o menos igual» independientemente del momento, hasta que ves que tienes que saber elegir colores y tejidos porque el ambiente (en algunos momentos puntuales) te lo exige, y desperté. Por ejemplo, nunca pensé que dirÃa esto, pero el dÃa 30 tengo que ir a una entrega de premios y no tengo ni idea de qué ponerme.
Al grano. El invento que ni he patentado ni desarrollado, apenas bautizado como habéis visto, pedirÃa unos mÃnimos parámetros de entrada (tipo de evento, estado de ánimo, yo que sé) y, en base a la climatologÃa, los datos de la ropa introducidos en el sistema o los que se pueden conseguir en la red te devuelve un montaje con las piezas del conjunto escogido. Si no queda suficientemente claro, no os preocupéis, he tenido el detallazo de perder diez minutos de mi tiempo en el siguiente dibujo explicativo:
Se comprende, ¿verdad? Mi idea mágica, bonita y comercialmente con sentido es sincronizar en una aplicación el catálogo de prendas adquiridas y almacenadas en un armario con las bases de datos de los vendedores de manera que de ahà se puedan sacar sus datos como el tejido, una imagen o el color, información que nos servirá para formar el conjunto final en base a la disponibilidad del resto de ropa, las caracterÃsticas del evento y la temperatura de la calle o del recinto donde se celebre lo que se tenga que celebrar. AsÃ, por ejemplo, si nos compramos en la web de Zara una camisa gris de algodón, esa compra queda registrada y nuestra aplicación introduce los datos directamente desde un servidor de Inditex, consultará la temperatura de la zona donde se haya configurado y te recomendará unos pantalones negros con un cinturón marrón clarito, si hace. Esto lo muestra en una pantalla (tipo la del iPad, que es un dispositivo que darÃa bastante juego en esto) y, si nos gusta en el dibujo representado en la aplicación, activarÃa los servos de los mecanismos de los rieles hasta dejarnos a mano el conjunto seleccionado. Voilà , todos guapos.
Si queréis quedaros con una idea resumen, pensad en todos estos programas de decoración o arquitectura que permiten diseñar un hogar con jardines y piscinas incluyendo muebles de empresas reales renderizados y listos para colocar, te piden las medidas del salón, dónde están las ventanas, cuántas sillas meterás en la cocina, en fin, de todo, y al finalizar te has hecho una idea bastante certera de cómo será el resultado final con unos tapizados concretos. Pues bien, el concepto es el mismo pero portado al mundano entorno de la moda. Una maravilla.
Quiero pensar que esto ya está (o ha estado) en la mente de otras personas antes que yo, de igual manera, si alguien está decidido a llevarlo a buen término en el mundo real porque lo ve viable comercialmente y se decide a invertir, estaré encantado de colaborar y ser accionista mayoritario. De nada.
Visto en: Patent Pending.
Deja una respuesta