Llevo un rato dando vueltas a todo el tema de los regalos. Quiero decir, siempre tenemos la idea de que un buen regalo ha de ser caro. Creo que hay que partir de que si un regalo se está esperando, mal plan. Eso de «¿Quieres algo en concreto?», de ir avasallando a la persona a la que se regala deberÃa estar penalizado con una multa, y yo soy el primero que lo hace.
Quiero decir que se deberÃa buscar ese puntito de magia, de ilusión, de nervios al ver el papel envolviendo el paquete y de nervios ya al decirte que hay un regalo para ti. No esa rutina de abrir sobres como cuando recibes pijadas de DealExtreme o de algún fulano de eBay. Creo que me explico. No esperar nada y de repente, blop, «Mira, para ti».
Bueno, eso me ha pasado eso hoy. Una persona que no tiene ningún tipo de «deber» o de obligación como quien planea un ramo de rosas para el dÃa de la madre me ha sorprendido muy gratamente y de verdad que ahora mismo no sé qué decirle más que muchas gracias.
Todo el proceso me parece un regalo, no es ir a Amazon a gastarse 35€ en un videojuego previa pregunta de si lo tiene el otro ya o no. El pensar qué meter en el sobre, cómo colocarlo, enviarlo, molestarte en que el contenido le guste a esa persona demuestra más interés y cariño. Todo es un regalo.
Y como veo que me está quedando ñoño prodeceré a soltar una ristra de insultos: hijo de puta, cabronazo, puta escoria social, anormal de mierda, puto borrego, cenutrio de mil pares, malparido, no hay adjetivo que describa lo gilipollas que puedes llegar a ser, de no conocerte pensarÃa que eres listo, aborto de Falete.
Gracias. Eso es todo.
Visto en: Buzón.
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