Cuando yo era un niño (por lo que vosotros ya debÃais ser, al menos, jóvenes) cada verano los Cola Cao grandes albergaban una invento que siempre servÃa para lo mismo, pero que cada año lo hacÃa de forma diferente; batir el desayuno sin cucharilla. Un aparato que podÃa ir a pilas o que funcionaba más o menos bien con un tornillo sin fin que movÃa unas aspas dentro del recipiente (que, dependiendo de la versión venÃa en el kit o no). Y esto era asÃ, de toda la vida de Dios, hasta que sin darme cuenta, cambiaron esos juguetitos veraniegos por balones pintados con la cara de Nadal.
Esta aparente chorrada de trasto que todos conocÃamos como la baticao era realmente útil para hacerte un Cola Cao frÃo. La leche caliente facilita la mezcla de los polvos (mira, polvo y leche en una misma frase sin referencias sexuales, anota). Pero si está frÃa olvÃdate, adiós a la agitación de las partÃculas.
Hace unos dÃas (siendo yo joven, vosotros ya andaréis alcanzando la completa madurez, carrozas) me propuse beberme un Cola Cao frÃo. Pero en mi casa no quedan Baticaos ni nada parecido por lo que me vi forzado a hacer girar esa cucharilla con brÃo como si (aquà viene la referencia cerda) quisiera masturbar el contenido de ese vaso intentando no salpicar mucho con el liquidillo blanco.
Y no se puede. Desastre total que acabó con un trago del tirón sin importarme cómo supiese. Total, ya sabéis que he bebido cosas peores.
A ver si vuelven a regalar esas joyas de la ingenierÃa.
Visto en: Si eras o eres de Nesquik… Madura, por favor.
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