Polemicemos. Una patada en los huevos duele más. Obviamente no puedo compararlo tan a la ligera, no puedo basarme en experiencias propias pues, para la sorpresa de algunos lectores, no tengo ovarios. Aún asÃ, creo que dar una respuesta lógica, pese a todo, es fácil. SÃ, hasta las más feministas con banderitas rosadas van a terminar dándome la razón, y si insisto, hasta dándome la patita.
- Una patada en nuestras gónadas nos duele siempre. Y esto ya deberÃa ser suficiente. Nos duele tanto a los 4 años como a los 78. Los dolores menstruales «sólo» existen desde la primera regla (pongamos que a los 12 años) y finalizan aproximadamente a los 55 (también más o menos) con la menopausia. Esto es, 43 años de sufrimiento femenino frente a toda una vida de dolor masculino, si tenemos en cuenta que la longevidad del español medio es de 80.9 años, casi el doble de retorcimientos en el suelo para los tÃos.
- Una patada en los huevos nos duele a todos los tÃos por igual (muchÃsimo). La menstruación de cada mujer varÃa, algunas más, algunas menos y hay quien asegura que para ella son apenas unas molestias. Esto nos indica algo, los humano tenemos una resistencia al dolor dispar, si a todo un colectivo algo les duele en el mismo grado (y repito que duele una barbaridad) y a otro colectivo una misma acción sufre variaciones en la intensidad del dolor, o bien no es un dolor tan intenso o bien todos los hombres somos más quejicas y blanditos que las chicas (que podrÃa ser porque no soportamos quitarnos los pelos de las piernas con pinzas, pero lo dudo).
- Una patada en los testÃculos es siempre inesperada (o deberÃa ser). Y este es un punto importante. Si una persona sabe que dentro de pocos dÃas su cuerpo va a sufrir, el cerebro se encargará de hacerlo notar y sea como sea el dolor, éste parecerá mayor.
- Una patada en los huevos es un dolor intenso pero razonablemente corto. Los dolores menstruales no. ¿Qué quiere decir esto que parece una ventaja? Pues al hilo del punto anterior, nosotros podrÃamos sufrir una patada de estas caracterÃsticas con mayor frecuencia que una vez cada 28 teóricos dÃas. Asà pues, también sumándolo a lo dicho justo aquà arriba, nosotros no tenemos dolores prepatada y dolores postpada que añadir a la patada en sÃ. Estos dolores fÃsicos de las chicas, añadiendo el cambio de humor con el que casi siempre os volvéis tremendamente insoportables, suelen ser dolores menores que la propia menstruación en sÃ. Duran más tiempo que las horas que pueda alargarse un golpe en la entrepierna, pero se suceden con menor intensidad (al menos podéis sentaros, y esto no es una broma). En caso de encontrarnos nosotros con dolores antes y después de la patada, os aseguro que ninguno caminarÃa por la calle durante una semana.
Tras estas suposiciones creo que puedo afirmar que un chico aguantarÃa peor una patada semanal que las chicas aguantáis la menstruación. Ojo, no saltéis, duele mucho, correcto, no lo pongo en duda asà que no desenfundéis ni os rebajéis a «Esto demuestra que no tienes ni idea», porque me sorprenderÃa que vosotras sàtuvieseis «de lo nuestro». Pero asà como no me veo capaz de parir (sólo pensar en las dilataciones ya me hace vomitar, nunca he tenido mucho cuerpo para estas cosas), me parece que esta comparación entre testÃculos y ovarios la ganamos nosotros. Se siente. Las quejas a AÃdo.
Visto en: ¡Mis cojones!
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