Si eres el feliz poseedor de una de estas, esta entrada puede que te interese.
Yo como no tengo, me dedicaré a despotricar intentando calar hondo en mis lecores solteros esperando que alguna lecotra loca se declare o surja algo parecido. Al tema:
Hace unas semanas os recordaba algo de las rebajas, habÃan llegado, y hace apenas unos dÃas que se fueron. Pese a todo, las rebajas vienen bien, te joden más la cuesta de enero, pero (al menos en mi caso) siempre termino pillandome algo de ropa y me ahorro unos euros.
El caso es que Saint Ballantines es totalmente innecesario ya que desde mi solitario punto de vista puedes decirle lo mucho que le quieres a una persona cualquier dÃa del año sin que las perfumerÃas tengan que recordártelo, o mejor, todos los dÃas.
Pero ¡no!
Por convenio internacional en este dÃa todos debemos (ejem, debéis) volver a sacar la tarjetita de plástico con una zona magnetizada para adquirir rosas, colonias, claveles y perfumes por doquier. Acompañarla con un trozo de papel de color naranja o verde en el que con prisas escribiréis el primer verso seudoromántico que cruce vuestra mente. Y os sentiréios realizados.
SÃ, pensaréis: Ya está, he cumplido, otro año más.
Asà hasta que te des cuenta de que más que una cita con el consumismo.
Visto en: 14 de febrero.
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