Seguro que alguno de vosotros se ha percatado de un anuncio de televisión en el que se ve a un grupo de niños de unos 8 años atentos a una profesora que lee «… pidieron ayuda a Esparta…» y que al darse la vuelta se caen de puro estupor.
El anuncio nos intenta vender, otro años más, la serie de libros y pelÃculas de Érase una vez… para que los niños conozcan sin aburrirse quién pidió ayuda a los espartanos, por qué motivo, cuando y dónde y asà obtener un bonito sobresaliente en la asignatura de Historia Clásica.
Es un detalle sin importancia, de toca pelotas, pero está bien que me exprese y lo saque a relucir: en Primaria no te enseñan esas cosas, es más, con esa edad es difÃcil que los crÃos acierten a poner una chincheta sobre Grecia.
No es que no sea interesante ampliar sus conocimientos con este tipo de material, es que es innecesario. El chaval no sólo desconoce la historia de los lugares más cercanos a él, quién fundó su ciudad, cómo Viriato mantuvo a raya a los romanos siglos ha, etc. Entonces, ¿por qué intentar vender ese producto -cuyo valor educativo no cuestiono, si los niños se sienten cómodos con el barbas viejo pedófilo– si hasta los padres tienen claro que no les va a servir para el colegio? Para una edición infantil de Saber y Ganar a lo sumo, programa del que pronto (o no) escribiré algo.
Que se aseguren de que saben leer y multiplicar con fluidez, más adelante se hartarán de Historia,que es necesaria, pero no con esa edad, que ni la comprenden ni les aporta nada, ¡que todavÃa hay niños que creen en los Reyes Magos!
Visto en: Historia en el colegio.
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