Una de las premisas que más se cumplen cuando escribes un blog es la siguiente: Si no tienes nada que contar, tira de memoria y vida personal. Y es lo que voy a hacer hoy. Contaros cuál fue mi primera moto (y hasta el momento última).
Era roja, con pegatinas de Repsol entremezcladas con las de Injusa y con aires de deportividad, toda la deportividad que el plástico permitÃa. Me la regalaron entre varios familiares unas navidades, yo tendrÃa unos cuatro o cinco años, no más. Para mà era una auténtica pasada, ningún amigo tenÃa nada parecido, y aunque no superaba los 6km/h y la baterÃa fuese de risa (apenas llegaba media hora) yo estaba convencido de que iba a toda pastilla. En alguna ocasión hasta llevé a algún amiguito de paquete.
El modelo concreto no lo he encontrado, pero era similar a éste salvo por el color y porque la mÃa tenÃa ruedas de goma negras:
Sé que por casa hay un vÃdeo casero en VHS en el que se ve cómo me estrellaba con ella contra un muro, lo peor es que lo hago repetidas veces. Pero claro, ni lo voy a buscar ni mucho menos lo voy a subir al internés.
Y eso es todo. Esa es la historia de mi primera moto, que como he dicho al principio, es cosa de tiempo que caiga otra.
Visto en: Navidades de los primeros noventa.
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