Soy una de esas personas que para ir de casa a clase y vicerversa tiene que coger cada mañana uno de estos autobuses grandes, no un urbano, si no un gran autocar, y compartirlo con demás gente con el mismo propósito que yo, no es molesto, a esas horas suelo estar dormido.
Hoy, al volver a casa me he puesto a pensar en los ceniceros que tienen incrustados estos vehÃculos en la parte trasera del respaldo de los asientos, y en el trato que les han dado, puedes encotrar ceniceros invisibles, es deicr, no hay cenicero pero sà un boquete enorme donde alguna vez hubo uno, ya ahora tan sólo están las pelusas que se cuelan, y los chicles que la gente deja, una auténtica guarrada, por cierto.
Por otro lado, los ceniceros sin puerta, es decir, aquellos en los que no hay forma de abrir, ni cerrar porque algún desalmado se ha llevado las puertas, también apestan; pero estos no son nada comparados con mis favoritos: los ceniceros cerrados-imposibles de abrir. Éstos han sido chapados por los propios conductores o la compañÃa de buses para que nadie meta nada ahà dentro. Puedes encontrarlos de varios tipos, el de silicona recién puesta, el de silicona mordisqueada, el que está cerrado con tornillos o el mejor de todos, el que parece haber sido pegado con un pegameno extrafuerte y en el que se ven las marcas de la gente que lo intentó abrir pero no lo consiguieron.
Entonces me puse a pensar, algo que no se me da bien, aunque he de deciros que en muchas ocasiones que me pongo a pensar suelo sonsacar conclusiones de lo más estúpidas, como lo que acabo de escribir. Siguiendo con el tema: ¿Para qué incorporan los ceniceros en los autobuses? ¿No es una absurda forma de malgastar toneladas de plástico y subir gratuia e innecesariamente el precio del autobús y por tanto del viaje?
Mi solución, una vez más, es de lo más sencilla, si suprimimos de los asientos estos ceniceros, a propósito, si no se puede fumar en el bus no sé por qué es cenicero, ahorrarÃamos todos, cuidarÃamos el medio ambiente, la apariencia del interior del vehÃculo serÃa más grata y yo no escribirÃa memeces como ésta.
Visto en: La media neurona que ha conseguido seguir viva.
2 respuestas a «Los ceniceros de los autobuses»
Me has hecho recordar como pasa el tiempo, hace un año estaba yo en esos autobuses quejándome por todo y ahora añoro esa época..ais si es que me estoy haciendo viejo
Pos si amigo, todos pasamos a otras etapas, cambiamos de sitios, de ambientes, y de transportes…