Muy probablemente te hayas cruzado hoy con un vÃdeo que ha resultado ser ganador de una competición organizada por la Linux Foundation para expandir el mensaje «We’re Linux», que imagino que querrÃa ser una vuelta de tuerca más al «I’m a Mac, I’m a PC». De cualquier forma, el vÃdeo es este:
Un hombre con acento hindú apela a la libertad que ofrece Linux como elemento diferenciador de otros sistemas, olvidando la estabilidad posiblemente por el salto de Mac a UNIX y esa falta de exclusividad que daba lo de ser el UNIX para todos pues ahora tenemos UNIX para todos y UNIX para los que tengan pasta.
Y la verdad es que una de las cualidades más conocidas del sistema, de hecho, lo primero que suelen decir de él es que es libre y gratis. Hoy en dÃa el precio del sistema operativo no importa asà que lo de que sea gratis o no se ha devaluado, culpa del P2P. Nos queda la libertad.
Sobre el papel está bien, puedes acceder al código del núcleo, tocar tal, cambiar cual, poner el escritorio A, luego cambiar al B, etc. En definitiva, si no te gusta algo lo puedes cambiar. Ahora bien, si preparas una campaña y das como ganador a un vÃdeo que hace gala de esa libertad, no la utilices para ganar usuarios «lo-quiero-todo-por-defecto», sin ofender.
Una persona que no sabe lo que es una variable y hasta un Hello World le suena a mandarÃn no se va a poner a descifrar los directorios (que no se parecen en nada a Archivos de programa o Win32) para buscar qué lÃnea es la que ha de cambiar para que el ventilador gire a menos velocidad. No, ni siquiera se preguntarÃa como modificar eso. Es como si alguien me deja a mà un coche de carreras, sÃ, es un coche, como el que conduzco yo, me lo pueden vender de muchas formas, por ejemplo, con él soy más rápido porque puedo exprimir más caballos de potencia, pero si yo no sé cómo girar el volante, a qué velocidad meterme en las curvas, cuándo subir o bajar marcha o cualquier otra cosa me quedaré utilizando el coche igual que como si fuese el mÃo, a una velocidad igual que antes de utilizar el de carreras. Ofertan el potencial y la posibilidad de utilizar algo que mucha gente no sabrá ni por dónde coger, siendo la sensación de libertad bastante falsa, pues dependes de todo lo que otros hacen o han hecho, sÃ, te lo puedes hacer tú, eres libre de hacerlo, pero te faltan conocimientos.
No estoy muy seguro de que estas ideas ayuden a impulsar un sistema como Linux cuyo mayor target sigue siendo el servir en grandes ordenadores y siendo el sistema de escritorio minoritario que parece no avanzar mucho más libre del mercado. No creo que haga falta decirlo, pero es mi sistema operativo de cabecera, por los extremistas, y tal.
Visto en: Youtube.
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