En época de exámenes toca ir a lo fácil, cuanto menos pensar, mejor, suficientes neuronas dejo inertes en los apuntes. Solucionas la papeleta escribiendo menos, escribiendo chorradas, colgados estupideces… sobrevives. Hay que ir a lo sencillo. Otro dÃa iré a lo que vende, para compensar.
Contaba yo con 12 años cuando me mordió, no se le podÃa llamar picadura, una tarántula hispanica, como ésta (no pongo la foto aquà por si hay algún lector con fobia). En la parte de la mano que une el dedo meñique con la palma. Era silvestre, y en principio no yo no veÃa más que una araña grande, pero por suerte habÃa alguien cerca que sabÃa bastante de arácnidos y pudo tranquilizarte con la frase: Tranquilo, sólo es una tarántula. Nunca metáis la mano desnuda en una zona donde os digan que ahà se mueve algo. Tampoco lo hagáis con guantes, yo llevaba uno de esos blancos, de plástico, y con el mordisco reventó para facilitar al animal quedarse enganchado a mi mano durante unos seis segundos.
En ese tiempo yo me quedé, al principio, sorprendido por semejante bicho que nunca habÃa visto fuera de la tele, o lo más cercano, dentro de una urna, estuve unos dos segundos -de esos que se hacen eternos- sin moverme, mirando fijamente a los múltiples ojos del bicho que cada vez apretaba más fuerte sus ¿dientes? contra mÃ. Luego ya reaccioné, soy palabrotero ahora, a los doce también, algo menos, pero si solté un «Â¡joder, que me está picando!»
Me dijeron lo que era, agité mi mano intentando que soltase hasta que al final me desgarró un pequeño trozo de piel y cayó al suelo, le dà una patada, voló un par de metros y se escondió, los dos estábamos asustados.
Me explicaron que la variedad no era venenosa para un humano (y que de serlo, la cantidad de veneno no serÃa tan grande como para preocuparse), inexplicablemente logró calmarme, asà que simplemente se me hinchó la mano, sangró levemente durante unos minutos y el resto: una buena anécdota y un viaje de vuelta en el autobús de la excursión de lo más entretenido.
Desafortunadamente, el peludo bicho no habÃa estado expuesto a radiactividad, me quedé sin posibilidad de soltar telas de araña desde las muñecas, subir edificios a saltos y besar a una joven pelirroja. Bueno, lo último está por ver.
Visto en: Béjar.
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