Empleos con y sin responsabilidad vital

Creo que en esto es en lo último en lo que los niños piensan cuando se les pregunta eso de qué quieren ser cuando sean mayores y no se conozcan la parrilla televisiva de La 2 y sus horribles dibujos actuales. Echo de menos aquél personaje cánido y sus camigos, que eran uno, dos y tres.

De cualquier modo, una cosa que supe desde que tenía más o menos uso de razón y hacía raíces cuadradas a mano es que nunca iba a dedicarme a algo donde pudiese herir a una persona o que, por mi culpa, una persona o un animal pueda resultar dañada gravemente. Quiero decir, adiós a cualquier cosa relacionada con medicina y veterinaria. No es porque no me guste -que, siendo sinceros, no me gusta- porque tampoco me gusta el trabajo de enterrador de corazones solitarios y no me produce la misma sensación. Es simplemente miedo o cobardía a no saber enfrentarme a un fallo. Un fallo aquí puede ir desde algo como que una muñeca tarde unos días más en sanarse, que es algo molesto pero sin importancia a no ser que el paciente sea piloto o pajillero, o directamente fulmiar una persona. No conscientemente y sin mala fe, pero sí por un error.

Hay carreras técnicas donde la salida puede dar a parar en algo parecido. Por ejemplo, diseñar puentes o vehículos. Por muchas pruebas que hagas puedes haber cogido una precisión insuficiente con los decimales y un día hace más viento de lo que se suponía, hasta luego a la estructura o a la carrocería. Y claro, por los puentes pasa gente y en los vehículos también van personas. Otras tantas muertes en mi lista. No, señor. No quiero construir cosas que puedan acabar así.

No sólo me estoy refiriendo a hacer daño físico. Por ejemplo, trabajar con niños, no sería capaz. A ver, tal vez sí si es una excursión de tres semanas a un bosque, pero no como maestro. Tiene mérito echarse encima el futuro de tantas personitas. Y hay mucho profesor cabrón que esto se la suda y pretende dar tanto temario sí o sí, independientemente de si está fomentando la creación de canis o no. Hijos de puta.

Dándole vueltas, la informática se acoplaba bastante bien a esto, si bien es cierto que hay ingenieros de Philips diseñando maquinaria concreta para hospitales y programando su firmware (de cuyos resultados dependerá lo que piense Cameron o no). Pero es una rama muy concreta de toda la familia que forman los ceros y los unos. Y ya puede ser de sysadmin, de programador de cualquier nivel o hasta currando en un SAT los fallos que pueda cometer se traducirán en perder tiempo, dinero o agotar paciencia. Pero no directamente producir un cadáver. El nivel de responsabilidad puede ser el mismo o mayor, pero el tipo de responsabilidad es más llevadera. Siempre está la posibilidad de hacer perder una cantidad tan enorme que el presidente de la compañía se lance al vacío como en el 29 y los empleados terminen pidiendo en la calle, pero me parece muy remota.

Y bueno, que estoy algo de bajón así que no se me ocurre mucho más que contar del tema que no sea trágico.

Visto en: Feliz fin de semana.

Comentarios

8 respuestas a «Empleos con y sin responsabilidad vital»

  1. Avatar de Ellohir

    A los médicos les adoctrinan muy bien de que, mientras hagan todo lo que esté en su mano con los datos con los que disponen, han hecho un buen trabajo. De hecho, es lo que se explota en las series de médicos.

    En cuanto a los puentes y demás, trabajan con unos márgenes de seguridad acojonantes, no hay porqué tener miedo de eso. Lo peor que te puede pasar es que seas técnico de seguridad y un albañil yonki se caiga del andamio por no ponerse el correspondiente arnés.

    Yo siempre he pensado que si haces bien tu trabajo, nadie puede echarte la culpa de nada.

    PD: Pudríos en el infierno economistas y CEO’s del mundo.

  2. Avatar de zetxek

    Más que paralizarte, que lo que vayas a hacer sea algo de lo que puedan llegar a depender vidas no debería atemorizarte, sino animarte a hacerlo lo mejor posible. El planteamiento podría ser algo como «Â¿tengo algo que aportar a esa aplicación que va a poder salvar vidas?».

    Y si aún así sigues sin verlo claro, como comentas es bastante fácil, tiras a algo más cómodo y listo, que pudiendo escoger es tontería amargarse :-)

  3. Avatar de Adirael

    A los colegios se va a aprender, no a recibir educación, eso se recibe en casa. Y ni todos los profesores del mundo van a evitar que el Jonathan siga robando ciclomotores y pasando maría.

    Con todo lo demás estoy deacuerdo :P

  4. Avatar de Bea
    Bea

    Sinceramente, es una de las cosas que más me preocupa. Realmente no tengo muy claro que significará realmente, si será muy duro o lo llevaré como si nada. Ni lo tuve muy en cuenta cuando elegí la carrera. Siempre he supuesto que es algo que se aprende a llevar. Y en general soy bastante fría para estas cosas pero quien sabe… cuando mate un bicho por error ¿te lo cuento? Encima con lo despistada que soy, ando bastante preocupada con lo que puedo fallar.

  5. Avatar de Hugo

    Soy exactamente de tu misma opinión, de hecho me suena haber comentado el tema en alguna ocasión.

    Si la cago en algo, que sólo se pierda dinero y no vidas. No tendría pelotas para trabajar en el desarrollo del software de control de una central nuclear, por ejemplo.

  6. Avatar de Doctor Mapache

    Pues de sicario mejor ni hablamos, ¿no?

    Ahora fuera de cachondeo, he sido voluntario de protección civil y te juro por mis muelas que lo pasaba fatal cuando se me iba uno, (me he comido accidentes de coche para aburrir), pero lo bien que te quedas cuando ves que por tí se ha salvado uno no te lo quita ni diox.

  7. Avatar de Fénix

    Aquí debo opinar, aunque no tengo muy claro por donde empezar…

    La verdad es que cuando yo acabé la carrera también me aterraba la responsabilidad que acababa de adquirir. No es que los pacientes dependan de mí en último término, pero desde luego soy parte del proceso.

    En la mayoría de las ocasiones en que se me ha muerto un paciente no me he sentido especialmente mal, porque casi todas esas muertes eran predecibles o esperables. Y el mayor porcentaje, pacientes no susceptibles de reanimación.

    Sólo hubo un caso en el que sentí sobre mí todo el pesar de la responsabilidad. Un paciente concreto con el que me «bloquearon» los nervios y me fui a casa sintiendo que no hice todo lo que podía haber hecho para salvar su vida.
    El caso es que en circunstancias normales, del día a día, nadie te culpa de nada. Ni familiares, ni compañeros, ni el médico…
    Es una putada tener esa responsabilidad civil, pero al final te acostumbras y la tensión y los nervios del principio se van atemperando y dejan paso al buen hacer profesional.

    Saludos

  8. Avatar de Williamdix

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