Hoy ha sido un dÃa especialmente largo, duro, y de la punta aún goteaba algo. El primer examen, el último dÃa como becario. Y, de lo segundo, no me di cuenta hasta esta mañana. De todas formas como tampoco lo tenÃa muy claro, pregunté (que digo yo, podÃan avisar con antelación, ¿no?) y efectivamente, me confirmaron que esta serÃa mi última tarde allÃ.
La verdad es que ha sido extraño, aunque desde que firmé supe que serÃan tres meses y pista, ya me habÃa organizado y cuadrado todos los horarios, estaba sumergido en una rutina bastante placentera. Creà que no me querÃa ir, asà que durante un buen rato tuve la sensación de que me habÃan echado a la puñetera calle sin motivo. Lógicamente estaba obviando que por contrato era eso, y que al principio ni siquiera me veÃa capaz. Me han dicho que volverán a contar conmigo si vuelven a necesitar a alguien, he estado a punto de contestar «eso se lo diréis a todas«.
Simplemente pensando empecé a ver el lado positivo del fin del contrato, podré dormir mejor porque teniendo la tarde libre no deberé ocupar la noche más que lo necesario, y me he terminado convenciendo de que, pese a todo, no estaba realmente bien en esa oficina. Además, ya tengo una cantidad de pasta elegante, ni de lejos para la Triumph, pero no está mal. Lo explicaré un poco más.
Si comparamos con mi estancia de 6 ó 7 semanas como comercial de CitiBank (hace casi un año), esto ha sido un rotundo fracaso, y ojo, que estoy comparando ese tiempo con 3 meses completos.
Puede parecer injusto, pero estando en aquél centro comercial empecé siendo lo más bajo de toda la cadena y terminé (ascenso meteórico) haciendo las entrevistas para nuevos puestos, decidiendo quién valÃa y quién no o discutiendo porcentajes con la jefa de mi jefa. Me sirvió para que me volviesen a llamar en octubre, Navidad y Semana Santa, suena soberbio pero me siento muy orgulloso de lo que hice. Al principio parecÃa difÃcil, convencer a desconocidos para que te prestasen atención estando rodeados de tiendas y que te den sus datos bancarios acompañados de dos firmas, si le pillas el truco puede irte bien. De allà me fui porque quise, de hecho, la mencionada jefa de mi jefa me intentó retener, y joder, me molaba. Pero esto no.
Llegué aquà y empecé como lo más bajo de toda la cadena y termine con la sensación de seguir siendo lo más bajo de toda la cadena. El becario, sÃ. Y ya comenté que en su momento, me gustaba que mi jefe se comportase también como profesor, pero en el último mes y poco me ha seguido tratando igual, y yo era consciente de saber qué y cómo hacer, no veÃa la necesidad de que me lo explicara como si tuviese cinco añitos. Por supuesto que podÃa corregirme en todo lo que fuese oportuno, pero creo que ya demandaba algo más de terreno.
El momento en el que mejor me sentà estando allà fue en una reunión en la que lo único que tenÃa que hacer era estar callado, está claro que no fue asÃ, intentaban convencer a unos clientes para usar una solución mejor a la que proponÃan y viendo que la discusión no iba para ningún lado y yo ese viernes tenÃa cosas que hacer me lancé a hablar y comerles la cabeza al más puro estilo comercial, y aceptaron todo gratamente. Pero esa no es labor de un programador.
Tal vez lo mÃo sea el estar de cara al público y no el tú a tú con los editores web. No lo sé, realmente me gustaba lo que hacÃa allÃ, pero como ya he dicho, no el cómo lo hacÃa.
Me encanta que el blog siga sirviendo para desahogos de este tipo. A ver si después de exámenes vuelvo a encontrar algo.
Visto en: 16:00-20:00, del 4 de marzo al 4 de junio de 2008.
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