He estado utilizando Twitter muy por encima, haciendo tonterÃas con el de Nada Nuevo. Me aburrà en dos ratos y lo automaticé. Si al final se lleva a cabo la limpieza de cuentas inutilizadas haré lo mismo con la mÃa, que está de adorno. Podéis imaginaros que no soy, en absoluto, un genio del medio (porque el medio sigue sin atraerme). Hoy he llegado de rebote a dos interesantes, el de Bill Gates, a quien se le nota que está mucho más metido en el campo de la investigación (él pone el dinero y los laboratorios y otros sacan adelante tubos y probetas… o bueno, nunca se me dio bien la quÃmica) y toda esta historia de la Fundación Gates para intentar que el mundo sea un poquito mejor; tan, tan poquito que ni lo vamos a notar, pero hay quien duerme mejor haciéndolo. Y luego me he dado una vuelta por los de algunos deportistas, de rebote también. Los «canales» de Twitter de los deportistas aburren. Si ya aburren sus perfiles de Facebook donde cuelgan enlaces a sus últimos anuncios, aquà es peor pues la gente lo redistribuye y lo comenta. Una vez a la semana dejan un comentario no automatizado haciendo referencia a un partido «Hemos hecho lo que hemos podido», «Ha sido una victoria merecida», «No sé nada de la fiesta que mencionan en Marca y el de la foto con dos rubias de bote y tetas de plástico no soy yo, os lo puede decir el segurata del garito». Creo que eso último es demasiado largo para Twitter. En fin, que las noticillas que saca esta peña no sirven para gran cosa y no levantan mi interés.
Finalmente, entre bostezos, veo una carita conocida en un recuadro diminuto, «Coño, Jordan». También metido en el mundillo, sÃ. Y una de las virtudes de ser un genio es que tu genialidad, excepto excepciones (qué redundante), es tan longeva como lo seas tú. Y Jordan lo clava. No habla de baloncesto. No responde a sus compañeros. Apenas sigue a un diminuto puñado de personas. La verdad es que me gustarÃa pensar que en Nike no tienen a un becario que le escriba las lÃneas para aparentar ser modernos, porque me entristecerÃa.
Es un tipo curioso, sin complicaciones, no recuerdo que se haya metido en muchos lÃos (como Kobe, por ejemplo). No sé, habla de los cactus. Me parece encantador.
Afortunadamente escribe un par de veces por semana (tirando a una frecuencia menor), asà que seguirle la pista no requiere ningún tipo de sacrifico, terminaré llamando a su RSS.
Un genio.
Visto en: Twitter.
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