Con vistas puestas a un futuro voy a escribir un post sobre mi vida en Irlanda. Como estoy empezando tiraré de recuerdos, para ir dándole forma al asunto. Si San Patricio quiere en unos añitos esto deberÃa ser el AdSense de cada dÃa, pero bueno, no sé si aguantaré con el blog hasta dentro de un mes, como para tener claro algo asÃ
Trata sobre cómo pagar el billete de un autobús urbano en Irlanda (son de esos de dos pisos como los de las pelis). Que conozca yo sólo hay dos opciones, o pagar el billete con monedas cuando subes o disponer de una tarjeta con un número de viajes que se van gastando. Me quiero centrar en el pago con monedas. Imagino que como en cualquier otra ciudad de España, aquà en Valladolid si el billete cuesta 1,10 y pagas con una moneda de un euro y otra de cincuenta céntimos el conductor busca en la bandeja el cambio pertinente y te lo da de la manera que le resulte más cómoda, a parte de eso te da un papelito con la fecha, hora, la lÃnea etc, vamos, el ticket en sÃ. Allà no. En Éire (desconozco si en otros paÃses es igual) no recibes el cambio. Si un viaje cuesta 1,10 y pagas con las mismas monedas de antes te has quedado sin cuarenta céntimos.
Funciona asÃ, el conductor se dedica a conducir, controla que la gente pague al subir o pasen la tarjeta pero no se dedica a nada más, no es cajero. De forma que hay un buzón por el que introduces las monedas y que reconoce cuánto has metido (como una máquina de refrescos), asà pues cuando entregas dinero suficiente para pagar por completo el viaje te sale el ticket. Si tienes justo está de lujo, si te sobraba dinero vas listo. En el papel te explica que has puesto 1,50€, el valor del billete es 1,10€ y que las vueltas son 0.40€, que son tuyas. Pero para recogerlas debes ir a la oficina de la empresa de los autobuses subcontratada con ese billete y pedirlo. El problema de esto es que esa oficina está en DublÃn, si vives en la capital pues más o menos te pilla bien (irónicamente te puede tocar coger un autobús para que te devuelven lo que te deben). Pero si vives en un pueblo, como yo, que estuve en Bray (con apenas un par de lÃneas) lo tienes más difÃcil. Con esto se consigue que no haya apenas colas para subir al autobús, porque la gente lleva siempre el importe exacto o bien guarda varios tickets para cobrarlos del tirón. Como caducan y la gente suele terminar pasando esa pasta «se pierde». No sé si se la quedan los de los buses o va a pachas con las arcas públicas, pero la verdad es que la idea me gusta.
Para rematar la faena, si pretendes pasarte de listo picando dos veces la tarjeta (una por ti y otra por tu amigo), pierdes la tarjeta. Podrás ir a recogerla a la oficina, claro. Y eso aquà es, en teorÃa, igual. Al menos en Valladolid las tarjetas son personales (con foto del portador) y el descuento se realiza sólo al dueño, por ejemplo, yo, por ser menor de 26 años y estudiante pago menos que mi madre, que tiene otra tarjeta diferente. Pero si por cualquier motivo vamos juntos y pago yo los dos viajes cobran dos billetes de joven estudiante, hacen la vista gorda incluso si en la foto aparece una rubia platino y el pasajero es un hombre calvo.
Para el próximo episodio, Es fácil sobrevivir al IRA si has convivido con ETA.
Visto en: Bray, Wicklow.
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