El futurible fracaso de los futuradores

Está claro, vamos a morir todos. Antes de eso deberemos dejar huella en el mundo, o mejor, cargárnoslo. De cualquier manera, los gurús informáticos de primer nivel terminarán cavando zanjas. La cosa es tan sencilla como que mis cálculos de psicohistoria aseguran que todos aquellos que se dedican a predecir titulares alarmistas fallarán estrepitosamente (o no). También aseguran que durante el proceso todos nos reiremos mucho y lo pasaremos chachi-piruli.

A la gente que se dedica a pronosticar gilipolleces les he llamado futuradores. Por lo de futuro y tal, he necesitado una micra de segundo de sesión de brainstorming, ha valido la pena el esfuerzo.

A lo largo de las siguientes líneas demostraré porqué gente como Antonio Ortiz o Martin Varsavsky, conocidos ricachones del mundillo de internet, no saben si la marea sube o baja con el tema del fin del periodismo en papel. Se basan, entre otras cosas, en que Squire ha experimentado con la tinta electrónica, hay gente como yo que el Marca lo lee online y los datos de periódicos vendidos frente a periódicos comprados. Ellos dicen que en poco tiempo (incluso menos de cinco años) se dejarán de publicar. Mienten, ganan dinero, pero mienten.

Los Ángeles 2019, ni replicantes ni coches voladores

Cosas de la ciencia ficción, dentro de 10 años deberíamos haber desarrollado una «raza» capaz de interactuar con nosotros hasta tal punto que se sienta amenazada y quiera matarnos, no son simples robots, son «neo-humanos» con recuerdos inyectados y fecha de caducidad. Dicen que después de esto no habrá buenos actores holandeses o estarán desaprovechados. Por suerte tendrán piedad y salvarán a Harrison Ford de morir al no sujetarse bien a una cornisa.

Ah, sí, la policía dejará de conducir esos Citroën C3 de ahora para llevar unos vehículos de lo más molongos con muchas, muchas luces (y un limpiaparabrisas de la hostia pues no parará de llover), ya sabéis, naves espaciales que te caben en un garaje. Además, dentro de poco un tal Marty con chaleco nos enseñará un monopatín rosa chicle que también se mantiene sobre el suelo sin ningún contacto.

De aquí a entonces lo más raro de los humanos seguirán siendo los vídeos de japoneses, no conduciremos nada extraño (seguramente yo siga con el Punto color rosso) y la DGT no es tan avispada como para ver el filón que supondría pasar la ITV a un cacharro como el de McFly.

Los futuradores fracasaron.

Yo todavía no me alimento de pastillas y en el 2001 no vi ninguna odisea

En un episodio de That 70’s Show Eric y Donna discuten sobre unos tenedores, la conclusión a la que llega él es que esa discusión no tiene sentido porque «Dentro de 20 años nos alimentaremos a base de pastillas con sabor a pollo», el ave de corral -difícil, pero siguen vendiéndolo así- parece que tiene el sabor más estándar. Ya lo he comentado, menos Perdidos y mierdas catódicas y más series de culto de las de verdad, esto lo ponen en Neox, gloria pura.

Por otro lado, Arthur C. Clarke y el magnífico Kubrick fallaron, y esta se veía venir.

Los futuradores fracasaron.

Hace años que el petróleo debería haberse extinguido y Venecia sigue en pie

Yo sigo esperando. Algún día acabará de verdad y los jeques llorarán reprimiendo su amor y acariciando el pelo de sus concubinas mientras piensan en las decena de vírgenes que Alá les tiene preparadas, llegarán a ese cielo con sus coches contaminantes que consumen 18 litros a los 100 porque los petrodólares servirán para jugar al Monopoly. Será divertido, pero apuesto a que al combustible dichoso le quedan varias décadas.

Sobre la ciudad italiana, James Bond intentó acabar con ella no hace mucho, pero las inundaciones mantienen un ritmo controlado y las calles siguen sobre el agua.

Los futuradores fracasaron (reiteradamente).

La gente necesita periódicos tangibles, razón suficiente

Aquí viene la gorda, realmente porqué no se pasará del papel a un único formato digital. La función del periódico no es sólo la de mostrar noticias de ayer como tanto se esfuerzan en demostrar esta gente que va de enteradilla, no, no hay que preferir siempre la última hora y desprestigiar un tema al que han dado carpetazo hace un par de días.

Una cosa está clara y es que debido a la manipulación política de los medios en España es imposible que se de un Watergate y la gente crea de verdad en el periodismo, El Mundo hacía cosas parecidas cuando Felipe González vaciaba la Seguridad Social a manos llenas. Pero siguen siendo un medio de información maś que válido, manipulado, pero válido, asquerosamente manipulado, pero válido, cada uno lee lo que quiere leer y opina lo que quiere opinar sin contrastar nada, pero válido, cada uno deja que otra persona a la que ha votado le diga lo que debe leer y lo que ha de pensar sin contrastar nada, pero válido. Mierda, debí morderme la lengua.

No, los periódicos seguirán existiendo durante mucho, mucho tiempo. A ver si adivináis qué viene ahora, todos juntos, ¿qué es?, ¡más alto! ¡Eso es! ¡El ejemplo, el ejemplo, el ejemplo! Bien, tito Geko os trae ejemplos de necesidades vitales que harán que toda esta peña recuerde el título del primer disco en solitario de The Ox. Ahí va: Imagina que paseas por Londres y vas a un Fish&Chips «La, lara, larito, recorro el Tamesito, oh, qué hambre, vayamos a aquél local» y pides tu pescado frito con patatas fritas pero no te lo sirven en papel de periódico que es como se ha hecho toda la puta vida. Pues te decepcionas. Sigues paseando por Londres «La, lara, larito, llegué a Picadilly Circus, ¿qué es eso que se mueve?, vaya, maldita crisis, más gente durmiendo en la calle». Todos sabemos cómo son los tabloides que venden por allí, se pliegan de forma diferente porque su tamaño es mayor, dicho de otra forma y aplicado al magnífico ejemplo que estoy desarrollando, con una sola hoja del Sun se arropa una familia entera, con un periódico son capaces de crearse un cálido colchón y lo que sobra para preparar una hoguera. ¿Van a ser las editoriales tan hijas de perra como para quitar el techo del chamizo hecho con papel reciclado a un pobre hombre que antes trabajaba en la metalurgia y ahora lame los periódicos con los que envolvían las patatas fritas de antes para intentar llevarse algo a la boca? Estos señores que viven tan maravillados con su autopista de la información dicen que sí, «¡Joder, que el maldito vagabundo se compre un Kindle!». No, ese vagabundo tiene derecho a pajearse con la contraportada del As, tiene derecho a que si se encuentra unos peniques pueda ir a un bar a por un café y mientras se lo toma poder leer la tira de Calvin & Hobbes que incluye el periódico. Tiene que ser así y es lógico pensar que seguirá siéndolo por mucho que ese contenido se publique también en la nube. Además, ¿qué pasaría con los suplementos, habría que bajarlos de MegaUpload o se verían en streaming?

No pasará nada, ya he dicho que mis cálculos aseguraban (o no) que esto no será así. Anyway, el trabajo de gurú dospuntocérico consiste simplemente en decir una cosa y mañana otra de forma que tengas el mayor número de variables controladas para que cuando ocurra algo poder asegurar que «Yo ya lo dije, mira, mira dónde lo dije, ¿lo ves?, ¿ves como lo dije?», te enlaces a ti mismo y flexiones tu cuerpo de tal forma que consigas autofelarte virtualmente.

Y bueno, que otro post que me curro en poco tiempo. Se nota que estoy de exámenes. Menos ciencia ficción y más ceros y unos.

Visto en: OCD.