A las claras, la idea es ganadora de por sÃ, ingresas dinero suficiente como para no necesitar un empleo. Y todo gracias a algo que en principio no era más que un hobby y que te sigue llevando el mismo tiempo cada dÃa. Un maldito chollo, hay quien puede sin estar metido en una red. Pero extremadamente complicado (por mucho que me empeñe) y no sé hasta qué punto ventajoso.
Rosas, margaritas y todo tipo de flores
Que terminan marchitando. Salvo acuerdos con grandes empresas que te subvencionen el blog los dineros nos entrarÃan por Google y su amado y odiado a cheques iguales Adsense. Pero esto no es ninguna maravilla, empezando porque pueden cerrarte el chiringuito a poco que se acojan a sus normas (sé de uno que se las salta demasiado a menudo pero confÃa en no quemarse), luego, que la gente ya está muy espabilada y por lo general sabe diferenciar lo que es publicidad de lo que no de forma que aunque se le fuerce a ver sólo anuncios o a colocarlos de una forma más llamativa termina sesgando el contenido de la web y saca el trigo que hay entre tanta paja.
Pero lo que menos me gusta de AdSense es, hilando con el continuo miedo de que te lo quiten, que nunca sabes cuánto ni cuándo vas a cobrar. No tienes nómina. Te conviertes en un autónomo que depende de sà mismo pero que no se paga a sà mismo. No puedes ir al Corte Inglés a comprar una tele a plazos porque te faltan papeles que aseguren que podrás pagarlo, no te van a creer si les dices que hay unos señores de California que tienen cuenta en un banco irlandés y o bien te ingresan una cifra o bien te mandan una carta. Imagina presentar un aval para un piso con algo asÃ.
El otro tema peliagudo es el tema del dinero en sÃ, por mucho que te esfuerces y recibas visitas necesitas que la gente colabore directa o indirectamente, y eso no asegura un próximo pago.
Conseguir interesar y la difÃcil tarea de mantenerte arriba
Para poder costearte los vicios con la publicidad tu blog deberÃa ser puntero, como este (y tal), o al menos con mucho contenido relacionado con la pornografÃa pues es un tema que siempre saldrá adelante en internet. Necesitas muchas visitas (para las impresiones por página) y muchos clics en ella (para sacar partido a las visitas) y eso no se consigue fácilmente, yo llevo tres añejos intentándolo y no consigo despuntar, siempre entre los 10 mejores del mundo (de mà mundo) pero sin encabezar la lista. Pero da igual, se alinean los astros y de la noche a la mañana tienes más visitas que todas las Wikipedias juntas. Ha nacido una estrella 2.0. Con esto consigues crear una comunidad que te comenta, te pregunta, te exige y en definitiva, colabora. Pero no la vas a mantener siempre. Pelé ya nos enseñó en unos curiosos anuncios que todo lo que sube ha de bajar. La gente se desgasta, los lectores te echan en cara que antes era mejor (me han dicho eso muy pocas veces asà que es pista clave para hacerme una idea del nivel que ofrezco). Llega un punto en el que la gente no se renueva y terminas nutriéndote de googlers ansiosos que se pasean durante 15 segundos y te olvidan. Yo, que he visto atacar naves en llamas más allá de Orion, puedo decirte que esos visitantes se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia pero a la vez perdurarán en el log del servidor como una IP y que si encuentran algo útil volverán, cerca de la puerta de Tannhäuser.
El blog tiene hambre
Y este último punto sólo figura para recordar que el blog requiere un gasto mÃnimo y cuanto mayor sea el número de visitas y el ancho de banda que necesitemos mayor será ese coste. Lo que gano con AdSense suele irse de cabeza para pagar mis vicios interneteros como la cuenta de Flickr Pro, los dos dominios que tengo etc. Y no digo que si no ganase nada con el propio, es decir, si no se autoalimentase, lo dejarÃa, pero está claro que si por escribir mis chorradas tuviese que hacer un desembolso (no barajo volver a un hospedaje gratuito, me he acostumbrado a lo bueno) la cosa no serÃa tan sencilla. Esto en el mundo real es como ser transportista, por ejemplo, te pagan por llevar cosas pero eres tú quien pone la furgoneta y quien la cuida, en el momento en que el coste del mantenimiento del vehÃculo y el alquiler del garaje te suponga más de lo que ganas el negocio se va al traste.
Lamentablemente, muchos tickets a San Pancracioland he de vender para que pueda dar sentido a todas estas lÃneas y aportar experiencia. De momento seguiré buscando en los cubos de la basura de Infojobs.
Visto en: Los Angeles 2019.
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