Sigo explorando el cosmos en busca de una referencia que guÃe mi espÃritu hacia una zona de paz. Kabul, por ejemplo. El método al que vosotros, humanos, recurrÃs para estas cosas es la religión. No la única pero sà una de las más importantes. Y el budismo entra dentro del saco. Pero el budismo no lo termino de entender.
Enseñanzas del despierto sobre la ley natural
No hay un dios al que adorar o rendir culto, alguien que cuando llegue a Valhalla me diga «Nos ha costado acabar contigo, mamón, pero ya era hora de que subieras. Espérame aquÃ, junto con Ana Rosa». No hay que hacer o deshacer nada porque sea voluntad de Dios, Thor, Alá o nadie. Y eso está genial porque lo más complicado de entender y creer de una religión como el cristianismo (con todas sus ramas) y el islam (con todas sus ramas) es la idea de una figura abstracta que controla todo, que ve todo y que tiene una lista de todo lo que cada uno hace, cual Papá Noël, de forma que llegado a un punto -la mueeeeeerte- decidirá si vas a un sitio «bueno» (con sus valquirias, sus vÃrgenesy su paz eterna) o a un sitio «malo» (con su fuego, perro con múltiples cabezas y rÃo de espÃritus) más una tercera opción conocida como limbo, en el que pasarás todo el tiempo hasta siempre. De forma que si el mundo explotase en una guerra nuclear y no sobreviviesen más que cucarachas darÃa lo mismo pues tú seguirÃas en uno de esos tres pisos del edificio de la vida eterna. No hay restart.
Con el budismo «sû.
Por lo que entiendo sobre estas ideas, mi cuerpo no es mi cuerpo. Es un elemento de la naturaleza, del entorno. Por tanto no me pertenece. Dentro de él -o asociado a él- no hay ningún alma o espÃritu de forma que no existe un yo eternamente duradero. Se carga de un plumazo el cielo, infierno y purgatorio.
No dicen que te reencarnas sino que renaces. Al igual que tus buenas o malas obras a la vista de una deidad serán quienes decidan la balanza para una planta u otra de ese edificio ficticio aquà la idea es similar. Si bien no hay ninguna intención de que una vida nueva, renacida, sea una meta (asà como el descanso eterno sà lo es) precisamente por que no hay «yo», se borra el historial, sà tenemos algo similar que todos conocemos y a que a mà no me convence nada, el karma. Pese a lo que podamos creer el karma no es un sistema de puntos por el cual si hago una mala acción la compenso con una buena como hacÃa Earl, de hecho eso recuerda más al concepto cristiano de eternidad, sobre todo a las bulas medievales. Una parte del karma explica que ciertos seres como Buda o Jesucristo fueron capaces de recordar su vida, de forma que en el siguiente renacimiento que sufran podrÃan acceder a un lugar de su mente que. más o menos, conecta con la naturaleza del no-yo mediante la meditación y asÃ, por ejemplo, conocer qué errores cometieron antaño. Es fascinante, pero tampoco me lo trago.
Darse cuenta de esto (y algunas cosillas más que me he saltado) y haber seguido «el camino de las grandes verdades» o, siendo más correcto, el Dharma o EsaCosaQueHanCopiadoLosDeLostPeroQueAquÃNoTieneNadaQueVer, quiere decir que eres despierto espiritualmente o, siendo más correcto, que eres «buddha».
Yo pensé que buda habÃa uno, una persona rechoncha y simpática con la cabeza rapada y una cortina naranja como vestido. Pero no, esa es la imagen del primer buda, de origen nepalà y nombre real SiddhÄrtha Gautama (que lleva el finde de gaupasa). Será más conocido como Buda Gautama. Lo que aprende uno en la Wikipedia, oyes martes.
Cuatro nobles verdades y el noble camino óctuple
Aquà llegan las curvas, agarraos. Si suprimimos el concepto de «yo abstracto»Â lo siguiente carece de sentido.
- El sufrimiento existe.
- El origen de esa insatisfacción es el anhelo.
- El sufrimiento se puede extinguir.
- Para extinguir el sufrimiento debemos seguir el óctuple sendero.
El óctuple sendero dice, entre otras muchas cosas que hemos de hacer todo lo posible para alcanzar a Kurt, digo el Nirvana. Para eso hay que seguir unos pasos entre los que se incluye: supresión de deseos. Creo que esto lo conocemos todos de oÃdas y esta ha sido siempre mi gran duda acerca del budismo, ¿cómo es posible que elimine de mi «no yo» todos los deseos que me hacen sufrir porque no puedo conseguir si al mismo tiempo alcanzar el Nirvana es un deseo de por sÃ?
Me gustarÃa informarme bien porque, si es cierto que hay pilares de ésta religión que me pasaré por el forro como la meditación la idea general me está dejando buen sabor de boca. Ahora que digo esto, las barritas de incienso también fuera. Y es que he de reconocer que el budismo desprende una paz inusual, posiblemente la falta de controversia se deba a la poca cantidad de practicantes que hay, y menos por aquÃ. Pero hay algunas ideas, sumadas a algunas historias asiáticas que he practicado o practico (por ejemplo algo de tai-chi, que resulta cómico, pero relaja cantidad y en exámenes se nota) me hacen pensar en incluir algún libro sobre el tema Zen en mi próximo pedido a Amazon. Al menos no incluirá Courier a saco Paco.
Perdonad el ladrillo.
Visto en: Y mañana, «Los chamanes: Esos locos con cuernos y plumas.»
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