Ya comienzan a llegar los catálogos de juguetes de los hipermercados, como siempre el que más se luce es el de El Corte Inglés y su franquicia Hipercor. Una de las secciones que más suele llamarme la atención es la de los juegos de mesa, cada vez hay más y muy diferentes entre sÃ, pese a que permanecen los clásicos cada año aumenta esta curiosa familia con reinvenciones del género que todos saben que no irán a ningún lado.
La cuestión es que pese a notar una atracción nada fÃsica hacia este entretenimiento no han solido ser los regalos que encabezasen mi carta a los Reyes Magos (también llamado AdSense, antes papá y mamá), preferÃa dar vida al PentiumII con juegos como Tomb Raider o Los Sims, era una época donde la piraterÃa consistÃa en caras grabaciones de CDs en casa de amigos, asà que disfrutaba con éstas cosas.
Pero siempre miraba con el rabillo del ojo a los juegos de mesa, por casa han pasado varios: Trivial, Scattergories, Pictionary Junior y alguno más.  Pero sólo en una ocasión quise que me regalaran un juego determinado: el Cluedo. Un juego que jamás llegué a entender.
6.700.000.000 sospechosos
Tal vez fuese porque nunca supe jugar bien, lo más seguro, pero a mi entender consistÃa en descubrir quién habÃa matado al hombre por pura eliminación. La puntuación de los dados te decÃa hasta dónde moverte y asà dirigirte hasta algún sitio o hablar con alguien y soltar: «Yo creo que fue el Profesor Mora con la cuerda en el salón», mover todo al salón y esperar a que uno de los otros jugadores saque alguna carta que invalide la suposición demostrando que era erróneo. Y asà hasta dar con el lugar, el arma y el personaje de las cartas que están en la mesa por pura eliminación. nada de investigar un crimen. Todos son sospechosos y a todos hay que situar en la zona del crimen para acusarlos colocando tú las pruebas y esperar a que alguien los salve. Ahora imagina a Grissom en un escenario: «Todos son sospechosos de haberle matado, incluso yo, y si somos seis mil millones y pico de humanos… vamos a echar muchas tardes aquÃ. Prepara café, Catherine, y llama a la que revisa el ADN en Miami que está mejor que tú».
Napoleón jugando al Warhammer debÃa ser bestial
Al Risk sólo jugué una vez, y me pareció absurdo y mortal. Era en plan americanada: en el garage de un amigo, con pizza y Fantas. HabÃamos pasado unas dos o tres horas jugando a Party & Co., que es realmente divertido.
Por lo que entendà tenÃa que tirar los dados para saber qué tropas puedo mover, en qué cantidad y hasta dónde, de forma que la estrategia que yo suponÃa en el juego se deja al puro azar. PerdÃ. No me enteré de prácticamente nada, sólo de que perdÃ. PodÃa suceder que nuestro amigo nos estuviese tangando a todos (pues sólo él sabÃa jugar) o que, de veras, el sistema de juego fuese tan simple. Me decepcionó, era como jugar al Warhammer pero sin reglas, enanos, ni pintura.
Visto en:Â Al fondo del armario, todos sabemos que se sacan cuando vienen visitas, y justo.
Deja una respuesta