Aprovechando que Alicia en el PaÃs de las Maravillas es un tema candente, gracias a la pelÃcula que se estrenará en breve filmada por Burton, quiero colaros una reclamación. A Lewis Carroll se le ha maltratado durante décadas, siempre acusado de pedófilo. Ciertamente el temita de Alicia es bastante erótico (y un disfraz picante recurrente, a mà me pone, tampoco os deberÃa extrañar). De cualquier modo, yo, que soy un profundo conocedor de la obra de tan magno autor sin ni siquiera haber leÃdo o comprendido alguno de sus cuentos (ni papa de cuál es el mensaje del PaÃs de las Maravillas y ni idea de por qué resultaba maravilloso, solamente espeluznante) puedo desmentir, con dos simples imágenes (una de ellas editada malamente para hacer gasto de este bonito ordenador con ese GIMP raro que requiere pirateo) que os dejarán, sino patidifusos, seguro algo más sonrientes.
La primera, robada. Vemos a Alicia y a un personaje que la acosa y la vacila pero que, en el fondo, la respeta sexualmente. Un gato. Este personaje podÃa aparecer y desaparecer a su antojo, tanto por completo como sólo una pequeña parte de su cuerpo. PodÃa dejar únicamente su sonrisa viciosa. Pero aún asà sabemos que el gato no tenÃa intenciones de violar a la chiquilla. ¿Por qué? Porque Lewis tampoco. Si hubiese querido que un animal anduviese comiendo la cabeza de la pobre protagonista las ilustraciones de las que disfrutamos serÃan asÃ:
Y esto, señorÃa, es una prueba fehaciente que no admite ninguna reclamación o refutación siquiera. Debió haber sido ese oso.
Visto en: El PaÃs de las Maravillas.
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