Voy a hablaros de un personaje. Personaje real. Es un buen amigo que dice llamarse Álvaro, pero que prácticamente nadie lo conoce como tal. Tiene un blog desde 2004, bueno, tenía uno de aquellos odiados spaces de Microsoft MSN.
Fue mi compañero de billar durante mucho tiempo, consejero sentimental y a veces estilista. Fumador compulsivo que lo ha dejado tantas veces como horas ha echado en frente del ordenador. Y creédme, ha estado muchas horas y seguro que las seguirá estando.
Hace unos días que me escribió una pequeña reseña en su joven y novato bitácora en blogger. Me siento forzado a responderle, además el me ha amenazado con cosas muy malas si yo no escribía esto. ;)
No lo aparenta en absoluto pero es un gran freak, bueno, no, no es freaky, es un mago oscuro de nivel 73. Adicto a los juegos de rol masivo, empezó con el Ragnarok Online y sigue con el World of Warcraft, así hasta agotar el ancho de banda que la compañía le ofrece por contrato. Su infancia las pasó jugando a Magic, comprando y vendiendo cartas repetidas hasta hacerse con todas.
Su sueño, y cada día el de más gente, es viajar a Japón y empaquetar dos cajas enormes de entrañables recuerdos comprados en Akihabara. Luego ver cómo pasados unos días recibe sus compras en casa como si hubies estado en el almacén de Amazon, pero paseando por as calles más caras y techies del mundo.
Obviamente cuando él realice el viajecito yo iré de acompañante. Así intentaré que deje de ver Naruto y se pase al anime decente de verdad, es fácil porque anime decente sólo hace referencia a una serie, y todos sabéis cuál.
Hace semanas, tal vez meses que ni nos cruzamos, y la mensajería instantánea resulta fría si no es con ella, pero seguro que quedamos este mismo viernes, o sábado para cervecearnos y revitalizarnos con unas bolas, unos agujeros y también un par de tacos.
Siendo sincero sé que acabará trabajando en su propia tienda de frikadas freakadas y se convertirá en un Alexliam, ya que como él, reniega de Linux, adora las cosas prácticas y sencillas de la vida (como esos dichosos muñecos) y su obsesión es amar a la gente, por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender ambos son buenas personas.
Finalizaré diciendo que su amor es el amor, es curioso pero está enamorado del amor, lo sé desde que me escribía cartas en clase cuando se aburría y yo respondía tan felizmente (y quiero dejar claro que en ninguna, ninguna, había connotaciones homosexuales, al menos por mi parte…).
Podría contaros muchas cosas más de él, pero mejor, las descubrís por vosotros mismos.
Visto en: Delirios y habladurías.
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