He tenido un dÃa muy activo en lo que se refiere a la música. Ha sido un dÃa perro, y tiraban más la improvisación y la curiosidad que los apuntes. Cuando veo una disputa de Mac contra cualquier otra plataforma suele ser del tipo «Por ese precio puedo montarme un ordenador mucho más potente». Y ciertamente, seguramente sea asÃ, incluso con las mismas pijadas a nivel de hardware, pero se olvidan de las herramientas que incluye preinstaladas (y, además, con DVD por si formateas, no en una partición escondida). Son cosas que uno ve con el tiempo y con el uso, que cuando ojea algo de iLife suele quedarse con las iTontadas: fotos, música, vÃdeo… Pero hay una joya, brillante y pulida, que aún hoy me sigue pareciendo mentira que entre de regalo con un ordenador, GarageBand. Lamentablemente es una aplicación un poco olvidada de cara al marketing, pero es la más impresionante. Es el tÃpico programa que si hicieran para Windows costarÃa 250€ la licencia, si lo hiciesen para Mac serÃa un 20% más y que en Linux ya existirÃa pero nadie utilizarÃa o se estarÃa desarrollando un clon con algunas restricciones. Que son tonterÃas, pero si en Microsoft empiezan a moverse un poco y agrandan la leyenda de Lucas de Groot y sus magnÃficas tipografÃas a mà ya me llamarÃa un poco más la atención. Es un punto interesante.
GarageBand es un programa como la copa de un pino. Y seguro que el grueso de los usuarios de OS X ha destinado más tiempo a buscar un serial para Photoshop que para curiosear con él. A todo el mundo le gusta la música, y viajar, y todos escuchan un poco de todo. Y a lo mejor no han salido de su provincia, pero les gusta viajar. Pues a lo mejor nunca han tocado un instrumento, pero les gusta la música. Esto es asÃ.
Comenté que habÃa estado echando el ojo a un par de guitarras de Gibson aunque ahora mismo, de comprar o mirar seriamente alguna, serÃa una réplica de una Les Paul. Después, por supuesto, de adquirir un bajo (porque no me dejan tener una baterÃa en casa). En mi casa del futuro de los sueños tendré, aparte de la 404, una habitación insonorizada donde hacer gritar y disfrutar a mis ligues y donde almacenar y disfrutar todos los trastos sonoros. Desde el vetusto 4001 hasta un Steinway & Sons pasando por unos cuantos amplis de Marshall y, por supuesto, un Hammond. Esto es lo que fomenta GarageBand. Gracias, en parte, a sus gratuitas clases del majete de Tim Blane (cuya voz es doblada por dos hombres diferentes) que aclara punto por punto lo más básico del piano y la guitarra. Una puta maravilla. Hay cosas que me han parecido excesivamente básicas, imagino que debido a los cuatro años de solfeo. Pero, por ejemplo, aprender a leer tablaturas en dos minutos y poder acceder a los vÃdeos y explicaciones de forma tan sencilla vuelvo a repetir que me parece una auténtica joya desaprovechada. La tienda de lecciones donde aparecen famosillos explicando cómo interpretar sus temas ya me parece una sobrada innecesaria, pero se perdona. Y después de esta amplia introducción, al tema.
Los viejos rockeros del lugar sabrán qué es un órgano Hammond, siendo más correcto, qué era. No se trata de un teclado al uso como pueden ser los fabricados por empresas como Roland o Korg ni un Melotrón, estos curiosos instrumentos transportaban la sonoridad de un órgano de tubos (de iglesia) a un escenario de forma electrónica gracias al electromagnetismo. El artÃculo de la Wikipedia castellana aclara bastantes dudas. Su sonido es fácilmente reconocible (al menos cuando llevas 21 años escuchando uno) y es que ha sido ampliamente utilizado en el Rock progresivo, estoy convencido de que Ponzonha conoce estas cosas ya que también se declaró fan de Rick Wakeman. Hace unas semanas me empeciné en buscar algún emulador (o lo que fuese) de órgano Hammond para Mac, y la verdad es que en la página de Apple encontré una solución muy completa que resultó ser una demo y que, además, me venÃa muy grande. Se integra con GrageBand pero parece estar más enfocada a un mundo todavÃa más profesional como es Logic Pro, y eso es para nenes grandes.
Un órgano Hammond en OS X
Casualidades de la vida pasé por alto lo más obvio, los instrumentos ya incluidos en GarageBand (más los que puedes descargar por la patilla, o añadir desde el DVD de instalación si no eres tan vago y prefieres levantarte de la mesa). Aquà basta con crear un proyecto nuevo, especificar que se trata de «Keyboard collection», y escoger Classic Rock Organ. Tras este delator nombre se esconde un fiel y acogedor emulador de órganos Hammond. Si queréis ver cómo suena es el que utilicé para el comienzo de la Toccata de Bach que se escucha en el segundo corte del trigésimo episodio de Nada Nuevo. Todo hay que decirlo, gracias a la partitura rápida que me sacó Aloisius quien me transcribió directamente las notas a teclas del teclado del portátil. Le debo una lista de Spotify con canciones de éste genero de la familia del Rock que no supere las dos horas (y estará hasta las trancas de Emerson, Lake and Palmer). Para tontear con el ambiente setentero, tan propicio por estas fechas, ¿verdad?, nunca viene mal tener un imitamonas de Hammond a mano. A dos clics.
Un órgano Hammond en Windows
Vamos a completar el trÃo, que vengan a la cama la rubia y la morena. Para Windows he encontrado un emulador directamente de Hammond, como sabéis, mi segundo sistema es un Ubuntu asà que con este he trasteado poco (en una máquina virtual). A mà me resulta complejo porque el invento, Efthimia Electronic Organ (un plugin gratuito para un programa que está de oferta en eMule), imita en todo al bicharraco en sÃ, y una cosa es tener un teclado que suena de una manera o de otra dependiendo de si has escogido un invento de una lista u otro, y otra cosa diferente es que puedas controlar cada parámetro del juguete. No lo toqué mucho, como el chorro de bytes que descargué de la página de Apple. Demasiado pro.
Un órgano Hammond en Linux
Aquà tuve más tiempo y ganas para probar. Pero mi gozo en un pozo, muchos de los que encontré requerÃan que conectase un teclado MIDI real para poder hacer algo (y no dispongo de ninguno, sólo curioseo) y el que no pedÃa esto se limitaba a ejecutarse mediante Wine, y para eso ejecuté el de VST como hice en Windows, que al menos ya lo conocÃa, vi que funcionaba (a la primera además) y cuando me aburrà lo quité porque, igual que antes, no sabÃa sacarle partido.
Y con esto os dejo, como siempre, cualquier duda se soluciona con un comentario al canto. Voy a ver si termino de conectar la armónica al portátil con un cable aire-USB y lo saco por el MiniDisplayPort enchufado al adaptador HDMI y me escucho por la tele. El nuevo Dylan. Modern Times.
Visto en: Aquellos siempre maravillosos 70… que vuelven con ceros y unos.
3 respuestas a «Cómo tocar un órgano Hammond en tu PC»
Hola, buenas!!!!
No funciona el link de «Efthimia Electronic Organ»
¿Es posible que ya no esté disponible?
Soy amante del Hammond, le quieren mis oÃdos y también le aman mis dedos. EstarÃa muy bien poder tocarlo a través del Pc a modo de distracción.
A la bellÃsima persona de Lasango; cierto… por lo visto ahora se llama Euthymia Electronic Organ y hay bastantes cositas al respecto.
Gracias Lagarto, eres un crack.