Aunque ya he recibido varios avisos de que mis post empiezan a considerarse una rara avis del mundo de internet, eso no conseguirá una comunicación más fluida con los lectores de feeds, se siente. Ayer estuve en Segovia, vi un graffiti que me llamó la atención, hice una foto, la edité y la subà a Flickr, el proceso completo llevó apenas tres minutos, incluyendo subir el fichero. Al lado me crucé con una imagen de Lady Gaga, vestida de papel de Albal. Ya estamos en el futuro y los coches no vuelan. Mejor.
Nunca le he visto sentido a un coche volador. Sin duda serÃa exótico, pero nada útil. Regular todo aquello se convertirÃa en un caos. Siendo realistas, necesitarÃamos carreteras igualmente, no fÃsicas, pero sà unas mÃnimas rutas aéreas que alguien se preocuparÃa, espero, en regular. Por una simple razón, accidentes, si nos diera por viajar de un punto a otro recorriendo cualquier camino que escogiéramos (generalmente el que describa una lÃnea lo más recta posible) y tuviéramos un piñazo de camino, podrÃamos caer en cualquier sitio, impidiendo que el vehÃculo de atrás nos vea y avise a una ambulancia (voladora, por supuesto). De esta manera quitamos todo el encanto inicial a poder volar, seguimos atados a una serie de pautas y rutas, con la diferencia de que, en caso de retenciones, podrÃamos crear carriles en vertical, paralelos al original, por encima, y continuar con nuestro paseo. No me atrae.
Los tiros irán por otro lado, seguro. Los coches de ahora poco tienen que ver con los de hace veinte o treinta años. Estamos terminando 2010 y aún se ven tractores, camiones y motos que se matricularon cuando TVE estaba aún en pruebas a poco que te asomes al mundo rural. Sin embargo vemos cómo los vehÃculos modernos tienen ayudas para aparcar, navegación por GPS integrada, dirección suave como la seda, consumos bajos, asientos cómodos… Vamos, que cuando veo el clásico anuncio de «Nuevo MINI, ahora con Aire Acondicionado y Dirección Asistida por 16.000€» lloro. No encuentro justificación para que esos extras no se incluyan gratuitamente en cualquier patinete, ya sea diseñado y fabricado en Inglaterra o en La India (con artÃculo). Los vehÃculos evolucionan, las carreteras no tanto.
Veo claro que dentro de unas pocas décadas los coches podrán conducirse solos de verdad, me refiero, completamente automatizados (si se desea), un vehÃculo donde todo el habitáculo sea una zona independiente de controles de conducción. Introduces dirección de destino y el coche recibe señales de vehÃculos y peatones cercanos, señales verticales, semáforos, estado de la carretera, clima etc, adecua su velocidad y sus movimientos a todos estos factores y te deja en el punto indicado en un tiempo similar al que predijo al comenzar. Todo esto en medio de una ciudad medieval, sin edificios gigantes con forma de preservativo y con abuelas nacidas en los 80 envueltas en una toquilla negra mirando por la ventana que recuerdan a las «Señoras que» de su juventud. Los coches tendrÃan un protocolo propio de comunicación que conseguirÃa rebajar el número de accidentes de verdad. Te lleva a casa cuando estás cansado, cuando no puedes conducir y se acerca cuando lo has dejado aparcado en la otra punta del mundo y te da una pereza enorme caminar media hora larga para conducir siete minutos hasta casa.
Eso es ciencia ficción de la de verdad, de la que puede ser verdad y tiene utilidades de verdad más allá de lo excitante que resulta mirar por la ventanilla y decir que tu casa es la que está bajo aquellas nubes, que vaya saliendo tu churri a ayudarte con la compra del Carrefour, y que a ver si se da prisa en la vuelautoescuela, que necesita a alguien con licencia de volación. De locos.
Ya guardo la bola de cristal.
Visto en: Niños, niños. Futuro, futuro.
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