El blog está muerto.
Quien no se haya dado cuenta debería ponerse a vender cupones en una céntrica calle de cualquier ciudad. Está muerto.
No sé si es una pena, allá cada uno con sus sentimientos digitales, yo al menos sé que el único culpable es el que escribe. Hace semanas que no publico algo decente, que me haga sentir bien cuando termino de escribirlo. Incluso, el blog empieza a ser una carga, una responsabilidad, la gente se pasa más, se suscribe más, quiere más y todo eso. Queda bien decirlo: hemos crecido juntos.
Pero si no estoy a gusto escribiendo, apaga y vámonos.
Como no quiero un extremista y me daré una segunda oportunidad, tengo guardados dos post, muy malos, que espero mejorar y enseñaros cuando les toque.
Tal vez sería interesante dejar caer que una dulce y encandiladora, rubia y sonriente dependienta de una zapatería se ha memorizado los 20 dígitos del número de cuenta sólo para mi. Y que eso me ha derretido, pero hoy no van los tiros por ahí.
Como tengo la estúpida manía de replantearme las cosas cienes y cienes de veces, me he parado pensar, ¿qué pasa si cierro el blog… y empiezo otro?
Bueno, cambiaría radicalmente el estilo, tras meditarlo pacientemente he decidido que sería cutre. Mucho. Lo tendría en Blogger con la plantilla más horenda que encuentre.
Con un nombre largo (como Un lagarto abuhardillado), sería: Mis últimas horas con ustedes. Lógicamente: misultimashorasconustedes.blogspot.com
Trataría del blog personal de un hombre joven, con éxito, que no soporta la presión del trabajo y no ve a su familia y tiene tendencias suicidas. Crearía un centro de reunión de suicidas, vistas desde el Golden Gate, manuales: cómo realizar hara-kiris, y por supuesto tops: los 10 venenos más efectivos, memes: tus maneras de morir favoritas etc. Y estaría plagado de adsense. Sí, y el motivo no sería un Macbook o una réflex, pediría el dinero para comprar un Colt y yacer con clase.
Falta lo más importante, el nick del blogger, esto es lo que más me ha convencido, me haría llamar A. D'Morir. Que bien leído es "a punto de morir". No queda nada mal, es convincente.
Ahora que me he desquitado y me suplicaréis que convierta esto de "cómo sería tu blog si empezases de nuevo" me despido hasta siempre.
Visto en: Su vida pendía de un hilo, y ese hilo nadie cortó.