Manteniendo el romanticismo de las redes de terminales desde 1992.
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He ido atando cabos, partiendo por que hay gente a la que le caigo mal, posiblemente por haberlos insultado, por un desprecio o cualquier cosa.
Veréis, durante estos últimos dÃas he andando cambiando muebles en la buhardilla, jugando un poco al Sokoban con la cama y los armarios. Una vez acabé, mejor dicho, una vez mi madre me dijo que habÃa acabado me tocarÃa limpiar, ordenar, tirar algunos trastos, etc. Entre tanto cogà un marco que me regalaron por mi cumpleaños, uno de estos cristales grapados que no resultan muy vistosos pero son realmente prácticos, y en él mi hermana introdujo una copia de una foto que tomé en Praga, concretamente esta:
Algo recortada para adecuarla al formato del marco. No soy muy fan de las fotos en papel salvo libros Blurb o semejantes, pero esta habÃa quedado bastante bien.
Mientras clavaba la punta en la pared me puse a pensar si el trompetista se harÃa alguna idea de que a miles de kilómetros de allà alguien lo estaba utilizando para decorar su pared. ¿Cómo le sentarÃa? Para empezar yo ya estaba exhibiendo su cara por todo internet sin permiso ni pudor alguno.
En este momento me vino un recuerdo a la cabeza. No tenÃa nada que ver con la fotografÃa ni con el derecho a distribuir la cara de nadie, sólo el recuerdo de una chica que desconocÃa y que me crucé una vez en el autobús, ella me lanzó una mirada asesina, disparaba odio con repetición. Sé que en aquél momento pensé: «A lo mejor ese sábado me pasé de hacer el tonto», pero aún asà la recordarÃa de algo, porque era más o menos de mi edad. Dejé de preguntarme por qué la chica que acababa de bajarse me habÃa mirado asà y seguà a mi rollo.
Es algo que nunca se ha vuelto a repetir, al menos que me haya dado cuenta.
Pero con el tema de la foto un rayo atravesó mi cráneo y lo relacioné, en este blog salen fotos mÃas, esto sigue un buen puñado de gente, muchos de ellos no comentan muy a menudo y además hay quien lo hace para quejarse de mis estupideces.
Y entonces me lo pregunté, ¿serÃa posible que yo haya ridiculizado alguno de los Ãdolos de aquella chica, podrÃa haberla insultado directamente, me he metido con lo que toca su fibra sensible y la he hecho llorar? Es jodido porque no sabes quién te lee. De ser asà ya queda demostrado que no hace falta ser un blogstar para que te reconozcan por la calle y, en lugar de pedirte un autógrafo, una foto o una cita, quieran matarte por las ocurrencias del blog.
Supongo que me quedaré con la duda, a no ser que haya acertado y tú sigas leyendo esto, ¡manifiéstate, oh joven dama que quiso fusilarme de un parpadeo!
Visto en: LÃnea 5 a la altura de El Corte Inglés.
Dicen que hay dos tipos de informáticos: los que llaman a sus cosas con nombres molones como Dauderan Pi o Mögorth y ese tipo de palabras raras y los prácticos que prefieren: Sobremesa1, Portatil2 o El equipo de MarÃa. Yo soy de los segundos, no sabÃa cómo llamar al nuevo theme y opté por Theme Alpha (por ser el primero que hago) y su versión (que no ha seguido ningún orden fijo), es decir, TH#a0.6. Y me quedo tan contento, oigan.
Esta frase de los Monty Python es la que da apellido al invento. Aquello sà era humor, sketches y cine en condiciones.
No, la verdad es que CityScoop me parecÃa adecuado.
Simplemente me quedaron espinitas clavadas por no implementar (implementar, esa palabra tan nuestra) ciertas funcionalidades (funcionalidad, otra que tal baila) y me resultaba más fácil empezar uno de cero que amoldar el existente. Asà pues me puse a tirar lÃneas basándome en la fachada vigente. De hecho por fuera no cambia tanto.
Ya voy, ya voy…
Nunca terminé de aclararme con el tagline asà que ahora tengo varios que se escogen aleatoriamente. Pero como cobarde y vago que soy he preferido no dejar a la gente que los escriba, más que nada porque con revisar el SPAM ya tengo suficiente, no quiero tener que leer cada una de vuestras ocurrencias, y peor, como nos conocemos todos, no quiero tener que borrar alguna de un colega cercano y liarla por haberme cargado su frase, represión, represión. No, señor, asà me quito lÃos, el único y último responsable soy yo asà que no doy cuentas a nadie.
La cabecera se va la cabecera se viene. Simplemente cambia, aleatoriedad al poder.
¿Ves esa barrita? Te vas a hartar. Una de las mayores quejas era que no habÃa forma de estar al tanto de los últimos comentarios sin recurrir a la portada. Pues venga, ahà está el último coronando vuestra navegación, siempre.
Desplegable por aquÃ, desplegable por allá. Esta es una de las cosas que no supe agregar bien al theme anterior y es que obligaba a recargar la página si clicabas en él (cosa que poca gente hacÃa), de esta forma no, y queda bastante elegante. Además de introducir otros cambios menores como resaltar el resultado de una búsqueda.
SÃ, una cosa, todo está enfocado a que el visitante permanezca más tiempo en la página incrementando asà que vea más anuncios y termine suscribiéndose. Hay que echarle morro al asunto, ¿eh?
Una de las ideas era crear un plug-in que mostrase los enlaces relacionados (o no) tanto del propio blog como de otros añadidos por el administrador. Lo fui dejando, lo fui dejando… y ni lo he empezado. Tengo un mero esbozo que no es más que una copia de otro que se limita a buscar y comparar con los de una base de datos, por defecto la instalada para el blog de WordPress, pero nada más. Si alguien quiere la idea que la coja y lo desarrollé, si tiene ideas para aportar que las aporté, si no tiene nada que decir que diga mico.
Resumiendo, me apetecÃa diseñar y desarrollar (otras dos palabras para el bote) mi propio theme de WordPress y es lo que he hecho en estas últimas semanas (lo hubiese lanzado antes pero Semana Santa me da un bajón de lectores considerable). Falta decir que no es definitivo y que hay cosas en pruebas, si algo no os gusta o creéis que estarÃa mejor de otra forma decidlo con suma elegancia y me platearé cambiarlo. Es el primero que hago asà que no seáis tan malos, yo espero que guste.
Visto en: Un lagarto abuhardillado.
Muy probablemente te hayas cruzado hoy con un vÃdeo que ha resultado ser ganador de una competición organizada por la Linux Foundation para expandir el mensaje «We’re Linux», que imagino que querrÃa ser una vuelta de tuerca más al «I’m a Mac, I’m a PC». De cualquier forma, el vÃdeo es este:
Un hombre con acento hindú apela a la libertad que ofrece Linux como elemento diferenciador de otros sistemas, olvidando la estabilidad posiblemente por el salto de Mac a UNIX y esa falta de exclusividad que daba lo de ser el UNIX para todos pues ahora tenemos UNIX para todos y UNIX para los que tengan pasta.
Y la verdad es que una de las cualidades más conocidas del sistema, de hecho, lo primero que suelen decir de él es que es libre y gratis. Hoy en dÃa el precio del sistema operativo no importa asà que lo de que sea gratis o no se ha devaluado, culpa del P2P. Nos queda la libertad.
Sobre el papel está bien, puedes acceder al código del núcleo, tocar tal, cambiar cual, poner el escritorio A, luego cambiar al B, etc. En definitiva, si no te gusta algo lo puedes cambiar. Ahora bien, si preparas una campaña y das como ganador a un vÃdeo que hace gala de esa libertad, no la utilices para ganar usuarios «lo-quiero-todo-por-defecto», sin ofender.
Una persona que no sabe lo que es una variable y hasta un Hello World le suena a mandarÃn no se va a poner a descifrar los directorios (que no se parecen en nada a Archivos de programa o Win32) para buscar qué lÃnea es la que ha de cambiar para que el ventilador gire a menos velocidad. No, ni siquiera se preguntarÃa como modificar eso. Es como si alguien me deja a mà un coche de carreras, sÃ, es un coche, como el que conduzco yo, me lo pueden vender de muchas formas, por ejemplo, con él soy más rápido porque puedo exprimir más caballos de potencia, pero si yo no sé cómo girar el volante, a qué velocidad meterme en las curvas, cuándo subir o bajar marcha o cualquier otra cosa me quedaré utilizando el coche igual que como si fuese el mÃo, a una velocidad igual que antes de utilizar el de carreras. Ofertan el potencial y la posibilidad de utilizar algo que mucha gente no sabrá ni por dónde coger, siendo la sensación de libertad bastante falsa, pues dependes de todo lo que otros hacen o han hecho, sÃ, te lo puedes hacer tú, eres libre de hacerlo, pero te faltan conocimientos.
No estoy muy seguro de que estas ideas ayuden a impulsar un sistema como Linux cuyo mayor target sigue siendo el servir en grandes ordenadores y siendo el sistema de escritorio minoritario que parece no avanzar mucho más libre del mercado. No creo que haga falta decirlo, pero es mi sistema operativo de cabecera, por los extremistas, y tal.
Visto en: Youtube.