Autor: ElGekoNegro

  • Sexta Ley de Hugo o de los vídeos de Guitar Hero

    Sea una canción cualquiera que busques en Youtube existe un 99% de posibilidades de que los primeros resultados pertenezcan a un niño asqueroso con el título de «Nombre de canción 100% GH» en el que sólo se reconocen los tap-tap de los golpes de la cuerda contra el cuerpo de la guitarra de plástico dificultando así el poder ver un videoclip original o un vídeo con calidad suficiente donde esa canción sea protagonista.

    Bonus:

    Sea un grupo o autor musical cualquiera relacionado con el rock que busques en Wikipedia aparecerá en las influencias musicales una línea tipo: «Pink Floyd, Los Beatles, Jimi Hendrix, The Who, Led Zeppelin y Black Sabbath entre otros».

    Y ahora voy a preparar un Sábado fotográfico que el Miércoles bizarro me tiene muy liado.

    Visto en: Como siempre he dicho (yo) los buenos artistas copian, los genios robamos.

  • Tallas normalizadas con sabor afrutado

    Esta entrada está a caballo entre aquél post sobre las diferencias entre asignaturas y los tamaños de las camisetas americanas. La idea del primero como solución a lo segundo.
    Hace unas semanas realicé un pedido a un tailandés mediante eBay Australia con valor de AU $39.98 (manejado muy mal porque desde el panel My eBay sólo puedes ver los pedidos de la tienda de ese país). Eran dos camisetas con motivos de anime, una de Lupin III y otra de Cowboy Bebop. El formato es como las americanas, forma cuadrada con dos mangas acopladas, pero bueno, no había otra porque en Europa no he sido capaz de conseguirlas (si encontráis algo parecido, avisad).

    El problema de nuevo son las tallas, XL. En ambos casos venía la medida de la camiseta, pero eran erróneas, más grandes de lo que deberían ser según el anuncio.

    Fruit of the... wait!Creo que deberían unirse las grandes mentes pensantes del mundo (Katy Perry y yo) y encerrarse en una habitación (de hotel) para debatir (o lo que surja) acerca de este tema. A falta de conocer lo que opina doña modelitos, creo que se debería tomar como ejemplo Fruit of the Loom. Su XL es una XL como debe ser. Vamos, que a mí me queda dabuten, oigan.

    Se debería hacer una norma ISO en base a los tejidos y las medidas de esa empresa para que, a partir de esos datos invariables, las demás marcas de ropa se ajusten. Y también ajustaremos las tallas de calzado partiendo de un 47-1/2 de Nike. Y se utilizará este sistema de medida en todo el puto mundo. Que se olviden de los 12 y los 13 de Amazon. Podemos forzar a que adopten estas medidas así como podemos forzar a que cambien sus millas por metros y sus pintas por… no, no, espera, deja las pintas.

    ¿Por qué? Porque no puede ser que tenga unas botas que marcan 48, unos zapatos que pone 47 y unas zapatillas que dice 47-2/3 y otras 47-1/2 cuando mi pie es igual, ¡fíjate tú!. Aunque sean de diferentes fabricantes es un jaleo innecesario. A partir de ahora se establecerá esa medida como 47-1/2 o GekoTallaPie. Así mismo no entiendo como camisetas del mismo fabricante me queden prácticamente igual siendo una L o XL. Esto tiene más delito.

    Para evitar esta brecha en Matrix cedo mi idea a una empresa con cuentas bien saneadas y que distribuya los panfletos informativos del nuevo orden mundial, perdón, de las nuevas tallas.

    Las bromas se sacarán, sobre todo, en la ropa de chica porque las acostumbradas a utilizar una S pueden cambiar en muchos casos a M y pensarán que están gordas de repente. También para subir el ánimo se puede hacer que las tallas de sujetador se aumenten en uno, así hay menos complejos aunque el complemento tenga las mismas medidas (que se ajustarán a una GekoTallaTeta).

    Y así, con unas medidas estándar, podremos comprar a un tailandés camisetas del fabricante MANGA sin ningún miedo porque sabremos siempre el patrón por el que han cortado la tela.

    Los que estén conmigo que griten: ¡Oh… Lupin, Lupin, Lu…pin!

    Visto en: eBay Australia.

  • Los diminutivos de los delincuentes

    Si alguien que no está muy al día de los casos de sucesos de España escucha el nombre de «El Rafita» seguramente piense, «Bueno, pues será un pobre chiquillo llamado Rafael al que se le ha torcido la vida y se ha enfrentado a un Apu en un Badulaque, qué pena». En cambio alguien que sí esté al loro sabe que es un delincuente peligroso hijo de puta e hijo de puta (las dos cosas; peligroso hijo de puta y además, hijo de puta, que hay que decirlo más) que no tuvo problema en colaborar no ya con la violación y el asesinato de una chica (que ya sería una conducta de una persona peligrosa hija de puta y no nos olvidemos, también, hija de puta), es que esta escoria que para bien de muchos es ejemplo de la raza humana y para mal de otros es una vergüenza a la que deberíamos escupir a la cara con la mayor cantidad de mucosidades que podamos, colaboró en la violación de la víctima, en el atropello con un coche, en quemarla viva y en definitiva, en fulminarse la vida de aquella chica con toda la crudeza que Tarantino pueda imaginar.

    Delincuente hijo de puta e hijo de puta

    En la Edad Media a este tío lo llamarían «Rafael El Sanguinario de Andalucía» o algo así, con connotaciones macabras y que consigan centrarte en su maldad con un golpe de vista en las letras de los cantares de la época. «De cómo Don Manuel de Castillo Grande cortó la cabeza de Rafael El Sanguinario de Andalucía -aquél que siempre dijimos que fue un ser peligroso hijo de puta y además, hijo de puta- y se la ofreció al Duque de Castillo Más Grande Todavía para clavarla en una estaca por petición de Dios, quien se presentó en el lago de la dama de la flor de loto para ordenar las filas de nuestro glorioso duque». Y hubo regocijo.

    Pero no, la época en la que a esta peña se la combatía con espada quedó en los libros de historia y la Saga Artúrica. Ahora, gracias a los medios de comunicación que buscan siempre entre comillas eso de la «independencia de la mañana» terminan haciendo creer, siguiéndole llamando «El Rafita», que no es más que un pobre chaval y no un delincuente peligroso hijo de puta y -todos juntos- ¡hijo de puta!

    Esta conducta se da en España (el caso germánico de «El Monstruo de Amstetten» es muy reciente y como se puede ver, esta gente no se anda con miramientos de «El abuelito y sus agujeritos», nuestros vecinos importantes van a saco y hacen bien, «El Monstruo», algo repulsivo). Aquí, en nuestra piel de toro (llena de pulgas, garrapatas y chinches) nos referimos a esta basura hija de puta con diminutivos. Manda huevos. Rafael era menor y se amparó en esa ley que dice que si tienes 17 años y 364 días tranquilo si asesinas a cualquiera porque la culpa es de la sociedad y del entorno pero que en cambio si tienes 17 años y 365 días prepárate porque eres un asesino hijo de puta y sobre todo hijo de puta, más te vale estar bebido o haberte drogado. Porque las drogas son malas, pero por yonki te quitan unos años de prisión ¿otra rayita o qué?

    Y aquí llegamos a por qué aceptamos los diminutivos en esta gentuza vomitiva. Hace unos añitos -ni vosotros habíais tragado vuestro primer Nutriben- proliferaron por las grandes ciudades unos rateros venidos a más que tan pronto desvalijaban joyerías, robaban coches de pocos caballos y se chutaban ídem. Esta gente barriobajera eran para muchos héroes del pueblo. Y utilizaban nombres con diminutivo, como «El Vaquilla», no «El Torazo», vaquilla es más inofensivo. Y viendo que pese a sus delitos la gente que leía los periódicos no hacía ascos a estos quinquis (hace poco hasta les han hecho protagonistas de una exposición) aprovecharon el tirón. Que el niño es un transgresor y no importa que se haya cepillado a aquella chica, pues tate, «El Rafita» que se queda.

    Ni clemencia ni amnistía, a picar piedras, y a otra cosa butterfly.

    Visto en: Genteuza.

  • Evolución sistemática

    Guardar MS-DOS

    Guardar Mac OSX

    La vida sigue igual. Luchad.

    Visto en: DOS y OSX.

  • Frases inconexas arruinadoras

    Siguiendo con el halo tristón del blog voy a añadir algo críptico para que esto ya recobre su forma de ser. Maravillas de la vida y de una mente retorcida como la que gasto. ¿Os habéis parado a pensar por qué tenemos días malos? No suele ser por cosas que hagamos, sino a cosas que escapan de nuestro control. Vale que de vez en cuando seamos unos torpones incapaces de hacer nada, pero eso no es un «mal día».

    Los días malos llegan y se van, como una visita que puede durar un tiempo indeterminado. Lo curioso es la frase triunfal con la que entran en nuestras casas, puede ser un mensaje de texto de un amigo que dice «Me ha dejado» o algo tan aparentemente inofensivo como «¿Sabes quién trabaja en esa óptica?».

    Y en un chas te fastidian el día, la semana o lo que dure, por partida doble. Guay, ¿eh? Unas pocas palabras y a la basura la sonrisa.

    Visto en: Buenas noches.