Autor: ElGekoNegro

  • Las bolsas de plástico

    Ahora, no sé a cuento de qué, se ceban con las pobres bolsas de plástico de los supermercados. Justamente cuando ya no te las cobraban ni en LIDELL ni en el %Dia. ¿Por qué? Por la ecología. Ja. Estas bolsas son tan ecológicas como lo eran hace diez años. No han cambiado nada. Que sí, que es plástico, que viene del petróleo, que tardan mucho en degradarse… ¿Y? Nada que no se supiese.

    En lugar de optar por cambiar al sistema americano de las pelis donde utilizan bolsas (más bien saquitos) de papel reciclable y reciclado (que terminan metiendo en bolsas) pasan a una medida tremendamente absurda, eliminar las de plástico y así te apañes. Es decir, si vas a hacer la compra puede darte igual, a mí no, sacar el carrito me hace sentir una abuela y tener que estar pendiente de los escalones con él me repatea. Pero, ¿qué pasa si estás dando una vuelta y te animas a comprar algo? Lo llevas de la mano. Bueno, si son dos paquetitos de bolis y un cartucho de impresora… bien. Pero vete a Springfield a por unos vaqueros y llévatelos a casa de la mano. Otro ejemplo, muévete por un Corte Inglés sin bolsas, en una sección de una planta compras tal, en otra planta y en otra sección cual. Arréglatelas con cada artículo sin bolsitas. Con lo bonitas que son.

    Y finalmente, dejaremos de utilizar bolsas de plástico de Carrefour, pero terminaremos comprando bolsas de plástico en Carrefour, porque la basura habrá que almacenarla en algún sitio y el cubo tiene que tener bolsa. De una forma o de otra seguirá habiendo bolsas de plástico, ya sean gratis, ya sean descontándote un céntimo de la compra si no la coges (una medida asombrosa que demuestra el amor de Eroski por nosotros) o bien comprando una tira de color negro con secciones perforadas con apertura en uno de sus extremos.

    Los fabricantes de bolsas seguirán igual, venderán menos de las de los supermercados pero nos tocará comprar más de las de basura. ¡Qué felices somos todos!

    Que por supuesto queda muy guay y muy moderno pero si las bolsas de plástico llevan tanto tiempo con nosotros sin cambiar lo más mínimo por algo será. Que también es verdad que hay gente más o menos hippie que llega de casa con su bolsa de tela como si con ese gesto salvase cien ballenas, pues sí, y olé por ellos, pero hasta que no encuentren un sistema igualmente cómodo para todo esto yo prefiero que dejen las putas bolsas en las putas cajas.

    Visto en: ¿Qué es más lógico que los envases de plástico en una bolsa de plástico y los cartones en una de papel?

  • Jasper Maskelyne, un ilusionista en la guerra

    Vengo del cine (sí, del de pagar y sí, a estas horas entre semana), acabo de ver Malditos Bastardos y creo que anda cabeza con cabeza junto con Gran Torino para ser, bajo mi punto de vista, la película del año «para mayores», esto es, sin contar con Pixar. Digo esto por cuatro razones convincentes: Tarantino, Brad Pitt, Mélanie Laurent y Bang-Bang-Ratatatata. Pero no quiero liaros ni que os liéis conmigo, bueno, depende quién, esta película me ha recordado a una entrada que tenía en mente desde hace unas semanas, no tiene nada que ver con los Bastardos, pero comparten marco, la Segunda Guerra Mundial.

    Jasper Maskelyne

    Jasper, el mago

    Jasper Maskelyne fue una persona la mar de curiosa. No era militar de profesión, era difícil encontrar soldados profesionales cuando se recluta a cualquier chaval capaz de soportar el peso de un fusil en el frente y a cualquier chavala que sepa coser para enfermería. Pero a él sí le gustaba.

    Su profesión era la de mago aunque previamente vivió del humor parodiando la masonería, no de ilusionista, sino mago de escenario, con sus trucos vistosos sin tener que realizarlos en una mesa con un tapete de cartas. Hijo de magos (y del inventor del váter callejero) y nieto de magos. Vamos, que si de casta le viene al galgo, de varita le viene al brujo. Me gustaría recordar la revista donde leí sobre él, era una con contenido variado centrada en la familia o algo parecido. En fin, da lo mismo.

    Nuestro protagonista llevaba un espectáculo en Londres donde realizaba una serie de trucos con éxito de público. Casualidades de la guerra los alemanes decidieron bombardear la capital inglesa (de aquí salió el radar, todos lo sabemos) y él decidió que era más útil combatiendo que con los brazos cruzados. Con esto consiguió meterse en el ejército inglés (supongo que en ese momento no pedirían un currículum muy conseguido) y le asignaron tareas muy pequeñas, lo que le sentó muy mal porque confiaba en poder lucirse frente a sus superiores con su ingenio. Recaló en un importante grupo de ingeniería británico, Royal Engineers, donde decía que podía mejorar los camuflajes (como mago sabe perfectamente cómo desviar la atención y ocultar cosas, sean conejos en sombreros o piernas y troncos humanos aparentemente cortados a serrucho). Con esto, consiguió que sus superiores se acercasen a ver cómo creaba la ilusión de un barco alemán en el Támesis con unos espejos y un señuelo (similar al montaje de las gradas que utilizaron en Ben Hur). Convenció y decidieron destinarlo a África, a ver qué podía hacer.

    Jasper, el ingenioso militar en la Magic Gang en el «A Force»

    Dejó los Royal Engineers para entrar en la Inteligencia Británica, concretamente en la sección 9. Allí, al enterarse de que su trabajo consistía en un show y no en algo relacionado con la guerra se pasó el tiempo entreteniendo a las tropas con sus trucos hasta Enero de 1941.

    Debido a su insistencia el General Archibald Wavell cedió (más para quitárselo de encima que por estrategia militar) y le dispuso un grupo de hombres que, como él, no eran soldados profesionales: un carpintero, un restaurador de muebles, un pintor, un electricista etc. De forma que pudiesen ayudarle en sus montajes, justo lo que Jasper solicitaba. Fueron conocidos como The Magic Gang.

    Uno de los problemas en la caliente y desértica África era el de movilizar armamento pesado sin que los vigías nazis o sus aviones sospechasen. ¿Cómo haces para que varios carros de combate -con orugas y no ruedas- crucen dunas sin que parezca que estás moviendo tanques? Conviértelos en camiones:

    Carro de combate transformado

    En esta imagen puede verse cómo la carrocería pertenece sin duda a un tanque pero la cubierta simula un camión. Se utilizaban unos «borradores» que eliminaban la huella de la oruga y pintaban la de un camión normal. De esta forma, si un avión sobrevuela la zona y lo ve en marcha pensará que es un camión de transporte, si algún alemán encuentra los rastros no sabrá que en realidad se trata de un carro de combate. Esto es tremendamente útil en sentido contrario, es decir, puede resultar interesante que el enemigo crea que cuentas con más unidades de combate de las que realmente tienes, así pues «convirtió» camiones y Jeeps en tanques y simuló algún que otro avión ayudado de cartones y lienzos. The Magic Gang funcionaba.

    Mover Alejandría y hacer desaparecer el Canal de Suez evita bombardeos

    Si te encuentras en medio del desierto es bastante probable que los que pasan por encima tuyo te controlen mejor de lo que tú controlas a ellos, con el terreno pasa lo mismo. Jasper consiguió confundir a algunos alemanes haciéndoles creer que movían unas piezas sobre el tablero cuando realmente la partida tomaba otro camino. Eso no era suficiente para evitar que los aviones nazis descargaran bombas sobre ellos, y el bombardeo era inminente. Habría que camuflarlo todo, pero no había tiempo. Jasper llegó a la conclusión de que si no podían mantenerse fuera del alcance de los aviones, había que mantener a los aviones fuera de su alcance. Los puntos claves a nivel topográfico que delataban su posición eran dos, Alejandría y el Canal de Suez, sin Aída ni Verdi. ¿Cómo hacer que los alemanes erraran con su destino? Moviendo Alejandría y dificultando la localización del canal. Manos a la obra. 3 millas más lejos de la Alejandría original, cerca de una bahía, colocaron todos los elementos para que, desde el aire, pareciera que eso era la Alejandría real (os hacéis una idea si recordáis al Manitas de Art Attack!), «construyeron» edificios, un faro, puestos de ataque, puntos de almacenamiento de artillería con armas falsas, falsos camiones… Y funcionó. Consiguieron confundir a los bombarderos germanos. Ahora viene lo difícil, ocultar el Canal. La solución utilizada consistió en un complejísimo y enorme (9 millas) juego de luces giratorias que simplemente, desorientase a los pilotos enemigos. De esta forma, al no saber dónde se encuentran, no localizarían el Canal de Suez (lógicamente, en sus mapas no aparecen esos puntos de luz, que pueden ser hasta puestos alemanes). Una jodida obra maestra, loca, muy loca, pero eficaz.

    Camuflar el Norte, preparar el Sur, combatir en El Alamein

    Con estas hazañas ya se tuvo seriamente en cuenta el potencial del Magic Gang y por ello fueron los encargados de ayudar a crear la ilusión de un ataque desde el Sur, cuando desde allí no pasaría nada. Esto es algo menos vistoso que todo el operativo anterior, pero al mismo tiempo era más necesario, la Operación Bertram dentro de la Batalla del Alamein. Hubo que camuflarlo todo. Debía parecer que el gran golpe vendría desde el Sur mientras en el Norte ya estaban listos para atacar con la ayuda del factor sorpresa. En el Norte ya habían preparado lo necesario y los tanques parecían mil camiones «inofensivos», el en Sur se preparó un escenario de guerra completo. Se creó una estación de tren, se prepararon sonidos de conversaciones, aparecieron de la nada dos mil tanques y todo parecía listo para emprender el ataque. Pura farsa.

    Jasper después de la guerra

    Como todos sabemos Hitler perdió la guerra. Europa sufrió cambios como para parar un tren. Los soldados volvían a sus hogares, otros… no, y como tal Jasper dejaba su amena carrera militar para dedicarse de nuevo al mundo del espectáculo. Si bien es cierto que se carteó con Churchill, por ejemplo, y en ese momento se le reconoció su papel en la contienda, nunca hubo un reconocimiento oficial. Por una razón o por otra no llegó a recibir las mismas críticas en su trabajo como antes de emprender su viaje bélico por lo que decidió dejar su carrera como mago y montar una autoescuela en Kenia (tal cual). Murió en el 73 con más pena que gloria. Los archivos de la Inteligencia Británica referidos a sus actividades dentro del ejército están clasificados hasta dentro de varias décadas.

    Jasper Maskelyne en la Guerra del Golfo

    Como nota curiosa hay que apuntar que la gente de Sadam utilizó métodos «rupestres» que imitaban a las maniobras llevadas a cabo por los chicos de la Magic Gang (aunque esta hubiese sido disuelta al acabar la batalla del Alamein) con lo que ganaron un pequeño combate a EEUU. No he encontrado datos que ilustren este punto, pero me sigue pareciendo la mar de entrañable.

    Finalmente sólo me queda reconocer que no estoy acostumbrado a escribir sobre temas similares y que hay blogs donde lo harían bastante mejor, Pons Asinorum es un claro ejemplo, por este motivo puede chocar a bastantes lectores que pasen de la entrada y ésta se pierda como lágrimas en una más que prostituida frase del final de una buena película de ciencia ficción sobre humanos y replicantes.

    Visto en: La revistilla que no recuerdo, Wikipedia: Jasper Maskelyne, Jasper Maskelyne Magic, Channel 4.

  • Gente normal con nombre de cani

    Sucede algo raro con esto porque siempre pensamos que los canis tienen nombre de cani (o en su caso un apodo donde José sería «eL pEPito t0h WaP0») y por ende, la gente normal tiene nombres normales (o apodos donde José sería «Pepe»). Ahora bien, resulta que hay gente normal que tienen nombres de cani. Y eso te choca.

    Por ejemplo, te presentan a una persona de aspecto normal, sin anillos ni chicle en la boca llamada Alberto y no se enciende ninguna alarma. Te presentan a un hombre trajeado, bien peinado, sonrisa de anuncio de Signal llamado Kevin y tienes que pedir que te repitan el nombre. Vale, sí, reconozco que es un tinte algo light de xenofobia, pero por mis cojones que es así.

    Ahora vayamos con las tías. Un amigo tuyo quiere presentarte a una chica que dice ser su novia, se llama Noelia, como la canción de Nino Bravo, pues perfecto, la ves y es una chica normal, ni alta ni baja, ni flaca ni gorda, ni muy guapa ni fea y con su punto simpático. Ahora bien, se llama Vanessa (a tu mente viene, por instinto, «La Vane»), te imaginas a una dependienta de supermercado o de alguna cadena de ropa menor de Inditex, crees que llegará rascándose la vagina y escupiendo, gritando «¡Cómeme el coño!» para luego reír a carcajadas. Ya de imaginarlo da repelús. Y al llegar ves a una chica completamente normal, bien vestida y educada que no hace otra cosa que poner ojitos a tu amigo pero con su punto de carácter. Te descoloca por completo.

    Hay padres que son unos cabrones.

    Pensando un poco llegaremos a la situación de ver normal que una abuela llamada «Jessi» saque a pasear a su nieto llamado Marcos, por ejemplo, o que un Jonatan aparezca en la lista de algún partido político para unas elecciones. Qué miedo.

    Visto en: Próximamente, ¿cómo es posible que un cani se llame Rodolfo?

  • La gente que aplaude a Belén Esteban

    Todos conocemos a Belén Esteban, en cambio, hay quien duda cuando le preguntas si Ortega y Gasset era una o dos personas. ¿De quién es la culpa? Del gobierno, de los padres, de la tele o de los jugadores mercenarios que no sienten los colores. Da igual. El problema seguirá estando ahí aunque se cambie de gobierno, puede que mejore si cambian los padres, para que la tele cambie han de cambiar los gobernantes y los padres y los jugadores de fútbol son profesionales que, como tú y como yo, si encuentran una empresa (equipo) que les ofrece unas condiciones mejores (y recordad que no todos son Cristianos ni Messis) pues acuerdan el contrato. ¿O es que si a ti los de Gestenfeiser te ponen en la mesa un sueldo de 5000 al mes, piso con jacuzzi y coche de empresa con conductor por el mismo trabajo que haces ahora por 800, viviendo con tus padres y moviéndote en patinete no aceptas? Pues eso, mercenario de mierda.

    Orgullo poligonero

    Que levante la mano quien quiera ahorcar a Belén Esteban, cortarle la cabeza y colgarla en una pica en la Plaza Mayor para que nosotros, pueblerinos venidos a gente de capital, podamos escupir en su cara siempre que queramos. Hostia, cuánta gente, pues nada, si ya está decidido se acaba el post.

    Pausa.

    Que no… Sinceramente yo nunca he aguantado ni sus formas ni sus maneras ni su estúpido orgullo barriobajero (TeleCinco style), ni mucho menos esa infumable coletilla navajera que es «¿Me entiendes?». Lo peor, bajo mi punto de vista, es que hay gente (tanto gente con pene como gente con vagina y hasta Amor) que asegura que bajo esas ojeras se esconde una mujer que en su día fue guapa. La verdad es que me suena que llegó a portada de Interviú, pero ni lo he buscado porque con eso se me cuelga el Ubuntu fijo. Sinceramente, por muy insufrible que sea (y digo insufrible, no particular ni carismática ni simpática ni pollas en vinagre) esta arrugada, amiga de los gritos y con un amplio espectro de conversaciones que van desde los padres de Jesulín hasta los churumbeles de este (y puesto que ella misma asegura que no habla de nada más y que le pagan por ello, no criticaré -pero que sepáis que me jode seriamente y me irrita) no tiene ninguna solución. Es decir, su hija seguirá creciendo hasta que sea mayor de edad y puedan ahorrarse el pixelado en la cara para hacerle fotos junto con sus colegotas y su novio en un botellón. Belén hablaría, bueno, chillaría, que por favor («Y por favor he dicho, ¿eh?») no fotografíen a su Andreita saliendo de un Kebab, Durum en mano, con su Jonatan. No hay solución, bueno, podría coger a Jeri y liarme a descargar plomo, pero ya aprendí gracias al Actor Secundario Bob que aunque realmente hagas justicia y des al pueblo lo que en lo más profundo de su corazón desea, yo sería castigado por el propio pueblo. No desenfundaré.

    Lo que sí tiene solución es intentar sacarla de la televisión, ¿cómo? No viendo los programas donde la sacan a que diga alguna tontería para luego reírse de ella. Pobre, y tal. Y eso es extremadamente difícil debido a las personas, porque pese a sus pecados son seres de Dios y hay que cuidarlos, que aplauden y apoyan a Belén Esteban. Angelitos.

    Esta enorme panda de soplagaitas, ineptos y estúpidos donde encontramos desde quinceañeras hasta jubilados (varones), apoltronados en su sofá cual aficionado gritando «Árbitro cabrón, teviá matá cuandu ti vea» independientemente de cómo vaya el partido y cómo jueguen, pues la diversión está en esa salsa visceral, en la zona alta (de pobres) de un estadio.

    Estos personajes, ataviados con su chándal, sus zapatillas de felpa con escudo medieval bordado y una mancha circular de grasa en el pecho o estas madres enjoyadas que por la tarde vuelven de aparcar el Volvo todoterreno tras recoger a sus hijos del Liceo y llevarlos a hípica confluyen en un mismo punto cuando al encender el televisor presionan el 5, con rima. Y dicen, dicen… «Di que sí, ¡Arriba la Esteban!» ¿Cómo voy a ir yo, que tengo una paciencia limitada y un gusto exquisito, y reprimirme? No, señor. Yo soy un hombre de bien, con fundamento, rico, rico, un caballerete con las suficientes agallas de encontrarse en esa situación y, ¿coger la pipa? No, pedir, «Mamá, ¿puedes hacer el favor de bajar el volumen de la tele?».

    Eso es todo. Muchas gracias y buenas noches.

    Visto en: Sálvame, qué irónico, que nos salven a nosotros.

  • Jailbreaking

    Hailbreaking

    Visto en: Hail-broken.