Autor: ElGekoNegro

  • El software de las administraciones públicas for dummies

    De vez en cuando salen noticias que cuentan cómo un departamento o unas oficinas de un gobierno se ha pasado a Ubuntu acompañado de un estudio interesado sobre el ahorro que esto supone en licencias. Luego sale otra noticia diciendo que los diputados tendrán un iPad de gratis y hay quien comienza a vomitar frasecillas sobre software libre y porqué no se utilizan las alternativas de código abierto o, más correctamente, alternativas gratuitas. Otra vez, uno de esos estudios que compara Windows con Linux y Microsoft Office con OpenOffice (o con Google Docs). Bueno, calma.

    Una guerra un poco tonta. Cuando te pegas con aplicaciones de y para la administración pública (Junta, Ayuntamiento, Conserjería…) casi a diario y luego ves una soplapollez como la de arriba se te cae el alma a los pies y te preguntas si merece la pena terminar la carrera y continuar desarrollando tu trabajo en la oficina.

    Cada vez la gente sabe un poquito más de informática y eso es bueno y malo a la vez, empiezan a dar por válidas afirmaciones que han leído repetidas y creen que abrir los puertos del router para que el eMule les vaya más deprisa es equivalente a haber estudiado Redes. De ahí se pasa a pensar que un sistema operativo actual sirve para cualquier cosa. Y por ende, todo lo que alguien puede hacer en Windows podría llevarse a cabo en un sistema gratuito (que para quien realiza estos informes es la mayor ventaja de según qué Linux). Y ciertamente, si el empleado tiene un ordenador para compartir los PowerPoint de los colegas, ver vídeos de Youtube y jugar al solitario mientras redacta o lee unos documentos de texto, pues sí. Pero es que ahora mismo eso lo puede hacer hasta con una Game Boy si nos ponemos. Sí, nos ahorramos la licencia de XP y de Office y hasta del antivirus. De ahí, no sé muy bien cómo, se extiende a que si junto a esta persona hay 400, nos ahorramos esos centenares de licencias y así se hunde la mala malísima Microsoft (o ahora, Apple). Señores, no es así. Y menos en organismos públicos. Primero, porque si utilizan Windows y Office es porque, en algún momento del día, van a utilizar algo de Windows y de Office, o solamente de Office, pero que no puede extrapolarse. Un ejemplo, Microsft Office Visio. Porque no todo es Excel en esta vida.

    Aunque a lo mejor le sorprenda a la gente que detalla con más o menos arte las cifras del posible ahorro, hay muchos funcionarios que dependen de Visio. Para quien no la conozca (que alguno habrá) se trata de una herramienta de creación de diagramas y esquemas que se integra con el resto de herramientas de Office o bien puede mostrarse como un documento aparte. ¿Hay alternativas fuera de Windows? Sí, dentro del mundo Linux de escritorio hay decenas de programas que permiten realizar esta clase de dibujos, para UML, modelos Entidad-Relación, organigramas etc. Ahora, encontrar uno que aúne todas esas funciones y sea compatible (pueda leer, crear y modificar) con los documentos ya existentes de Visio, no. Y esto ya cierra muchas puertas. Yo, dentro de Mac, he encontrado uno que me encanta, más que el propio Visio, que permite hacer algunas cosas más, de una manera más sencilla y encima más bonito. La versión «Pro» de Omnigraffle, que encontrarás en Demonoid, porque como Pro que es, requiere soltar pasta (pero el XML que genera puede ser interpretado por Visio del mismo modo que un fichero de Microsoft se puede visualizar sin problemas en esta aplicación). ¿Qué quiere decir esto? Que pese a que existen alternativas, las que resultan competentes necesitan el apoyo de una fundación (léase Apache, Mozilla o las inyecciones de capital de Google) o no te dejan acceso al código porque ellos también tienen que comer. A propósito de esto he de afirmar que la versión manzanita de Microsoft Office, la 2008, pese a contar con menos cosas, (tampoco hay Project), es la más fácil de usar, agradable y cómoda de todas las que he probado. Por supuesto, mil veces mejor que la 2007.

    ¿Quiere decir esto que no se puede utilizar un sistema como Linux en la administración? Ni mucho menos, de hecho se utiliza, pero sigamos. Con la gente con la que más he tratado en estos pocos meses ha sido personal informático, generalmente desarrolladores de la Junta de Castilla y León. Y aunque, en efecto, entornos de desarrollo hay para todas las plataformas, los programas que los acompañan no suelen ser así, o, al menos, no suelen ser de libre distribución. Y es que en un post llamado «El software de las administraciones públicas para tontos» digo yo que las personas que trabajan a diario con ello tendrán algo que decir. Un ejemplo simple, podemos instalar Eclipse o Netbeans hasta en una cafetera si nos ponemos, que son gratuitos y libres, pero si tenemos que incluir en el paquete herramientas de Oracle aunque pueda funcionar sobre Linux, ya nos metemos en con el rollo de licencias. Siguen existiendo alternativas, descarto MySQL porque desde hace un tiempo pertenece a Oracle, pero Cassandra (porque Facebook, por mucho que se diga, tiene unos cerebritos de la hostia) o PostgreSQL están ahí, sin embargo se prefiere recurrir a Microsoft SQL Server porque no todo es la nube y las bases de datos orientadas a objeto no terminan de cuajar (que cuando lo hagan igual no flipamos tanto, pero hay que mantenerse a la espera). ¿Qué pasa entonces? Que se sigue con Oracle -asco y muerte- gracias a cositas como TOAD (de mi pueblo, por cierto), ese programa de pago que hace la vida con las bases de datos más llevadera y que, como podréis imaginar, funciona en Windows. Sí, puedes hacer que corra más o menos bien en otro sistema si te machacas, ahora, si te toca darte de codazos con cientos de sistemas prefieres, por tiempo, por comodidad y por estabilidad pagar un puñado de licencias y realizar una instalación sobre Windows del tirón. Sí, palmas más pasta, pero comienzas a trabajar mucho antes y de una forma óptima.

    Lógicamente, no entro a valorar historias como la dependencia directa del entorno. Es decir, si dentro de un proyecto se va a desarrollar una aplicación móvil tienes que hacerte con un Mac y bajarte el SDK del iPhone, ir a Google y descargar el SDK de Android y hacer lo propio con Symbian y otros sistemas. Igualmente, si el público objetivo se encuentra dentro de un marco único (como puede ser Windows) o de primeras te piden que se realice para un sistema operativo seguramente no salgas de Microsoft Visual Studio, Xcode o lo que toque porque incluyen herramientas propicias para el entorno tecnológico donde va a implantarse.

    ¿Qué debemos hacer entonces con Linux? Pues como decía, Linux se utiliza y mucho, pero no de cara al público (ni, por lo visto, de los informes), y se utiliza pagando, ojo. Porque pese a la condición del sistema, al menos en esta comunidad autónoma, se tiende a contratar un mantenimiento, que también es caro. Aquí se coloca un servidor potentorro (que realmente son varios, pero no vamos a complicar más la madeja) con un Red Hat a prueba de bombas en la medida de lo posible que albergará el servidor de aplicaciones, bases de datos, servidor web y un largo etcétera. Y esto es imprescindible. Puede que en lugar de Red Hat sea su hermano CentOS, pero tanto monta.

    Voy a ir concluyendo que seguro que tenéis mejores cosas que hacer un sábado por la tarde. No es tan bonito el mundo como lo pintan, y sed sensatos, se intenta ahorrar en todo, si se pudiese ahorrar también en pegatinas brillantes que dicen «This Software is Original» o cosas similares ya lo estarían haciendo. Porque a un concejal de festejos le importa menos esa pegatina que las llantas de aleación de 20 pulgadas con doble protección antibalas del Audi A8 que tiene para trabajar e ir a por los niños después del Carrefour. No hace falta decir que si su secretario puede suprimir las licencias para hacerle el mismo apaño a su A6 ya veríamos crecer las ventas de Audi, coches que, por cierto, no me gustan en absoluto.

    Visto en: Documentación.

  • Hay una serpiente en mi bota

    Juguetes por todas partes en Toy Story 3

    Sigo siendo un crío.

    Y hasta que lo cambien, Tom Hanks un poco rarito.

    Visto en: Cine.

  • ¿Y tú, ya tienes tu dominio .co?

    Atención esos amigos del phising, nuevas aguas sobre las que navegar y echar nuestras redes. Los dominios .co. Efectivamente yo he ido como un niño pequeño a ver si estaba disponible algo como elge.co, co.co, po.co, lo.co, to.co y demás tonterías, luego pasé a elcorteingles.co, y de ahí, a los niños grandes, cajas de ahorros y bancos. Probé con un puñado de dominios del grupo que más se juegan en estos asuntos.

    El resultado, decepcionante.

    Cajas de ahorros y bancos sin dominio

    De verdad me quedo con ganas de registrar alguno, de hecho he comenzado el proceso de compra. No sabría chantajear después, dándoles mi dirección de Paypal o una cuenta bancaria (no he leído términos y condiciones, ni idea de hasta qué punto es legal), así que, con el rabo entre las piernas, di marcha atrás. Si preguntáis para qué los quería, es fácil, me siento más seguro si son míos que de un hacker chino (y si me los recompran mejor que mejor). Me parece vergonzoso que esta gente que se gasta millones en seguridad estén siendo los últimos en soltar los 23 euros que me pide GoDaddy por cada nombre.

    En fin, otro día más en el que no me hago rico.

    Visto en: Límpiate que tienes un mo.co.

  • El Mikolápiz premiado

    Esta noche estoy solo en casa. Quiero decir, puedo hacer lo que me salga del pito. Correcto, puedo hacer pis. Chistaco. Así que fuera de todo juicio y control me he preparado para «cenar» un suculento sándwich (parece que lleva tilde) de Nocilla. Delicioso a la par que infantil. Esto me recordó una bala en la recámara que guardaba para Nada Nuevo, pero viendo que el parón va para largo, suelto el material aquí mientras se baja el episodio número cuatro de la temporada número cuatro de la serie IT Crowd del canal número cuatro británico. Han cantado bingo.

    Mikolápiz pack de 6, 7 de ellos premiados

    Todos hemos sido críos. Yo más recientemente que vosotros, pero me da igual, el sentido del post se coge de cualquier modo. Digo esto porque sin duda recordaréis uno de los helados más carismáticos de nuestra infancia, para mí el que más junto con el Frigopie, el helado de la extinta Miko (cuya historia curiosa os recomiendo leer por encima) con forma de lápiz al cual bautizaron con el rocambolesco nombre de Mikolápiz. Un helado como cualquier otro de vainilla con chocolate salvo por un simpático detalle que recordamos con cariño en estos tiempos de crisis, este helado salía gratis.

    Imagino que todos o casi todos habréis oído la que se ha liado con Toshiba, que ha decido tirar por la borda su imagen como empresa seria saliendo en los medios de todo el mundo, debido a su reticencia a cumplir lo que parece que prometió, devolver el dinero a los usuarios que compraron unos productos determinados en caso de que España ganara el Mundial 2010. Pues si hablar del precio de un televisor entra dentro de un campeonato del mundo, que te regalen un helado es tercera regional.

    Cuando Nestlé no controlaba la firma (como ahora, tal y como se ve en la imagen) con un Mikolápiz tenías para todo el verano. Era la leche. Comprabas uno cuando empezaba a hacer calor, esa misma pieza tenía premio y automáticamente te daban otro que volvía a estar premiado. El paraíso. Un bucle infinito que no paraba de regalarte un helado en cada iteración. Genial. Sin cupones, sin códigos de barra, sin notarios, nada. Un palito, y a correr a por otro. Así de abril a septiembre. Creo que era una estrategia de ahorro de costes de la empresa. Fabricar los canutos de papel es económico, con excedentes de Colhogar vas que chutas, pero la viga principal del invento, de plastiquete, ya sube unos céntimos. Solución, reutilizar las piezas, ¿cómo las recogen? Haz que los chicos vayan de nuevo a dejarlas. ¿Dónde está la ganancia? Eso, queridos lectores, lo respondéis vosotros en los comentarios.

    Visto en: Typical Veranish.

  • CBO de MacDonald’s y la prostitución de lujo

    Madre mía, qué entradas más raras escribe este niño. Sí, pero antes de que la abuela fume os explico un poco el tema. Ha sido una tarde amena, pero rara. En principio sólo tenía que pasarme por El Corte Inglés a recoger tres entradas para un concierto y comida para Mus. Fui con un amigo y terminamos hablando de tías, persiguiendo una moto que nos llevó hasta un Media Markt (cuando pensábamos que nos habíamos perdido), hablando de tías, jugando con un iPad, hablando de tías, viendo el frigo SMEG de mi «yo del futuro», hablando de tías, dando unos toques al Jabulani en una tienda de deportes, hablando de tías, viendo vinilos de The Who para mi «yo de ahora», hablando de tías, cenando en la descubierta y desamparada terraza de un MacDonald’s donde soplaba un viento considerable y hablando de féminas. Por no repetir tanto.

    CBO

    Lo que veis en la imagen, (que he sacado de Flickr y es la típica foto hecha con un móvil, no sabes para qué, pero de rebote te ilustra un post), es una hamburguesa CBO, siglas de Carlos, Bruno y Óscar; Culo, Boobs y Ombligo; Chicas Borrachas Orinando; o, si me apuras, Chicken, Bacon y O… de cebolla, que rima bien con gallinula. Está buena. Pero es carilla. Yo me pedí una. «Perdona, me pones [y podría dejar la frase ahí] una cebeó, gracias». Porque entre «Y así estamos, tío» y «pues no sé, ¿y tú qué tal con esta?» había que comer algo. Pese a lo que digan los publicistas, los hombres podemos hacer varias cosas a la vez, pisar un pedal y mover una palanca mientras damos un intermitente y controlamos el retrovisor con el rabazo del ojo (porque mi ojo tiene rabo y es enorme) o charlar mientras se nos ocurre un post basado en un pieza de comida rápida, ampliamente consumida en Delaware. Cuánta referencia interna hay hoy, sólo falta AdSense.

    Si alguna vez «me voy de putas» -cosa con la que no cuento, la verdad- será con una escort. Como el coche Ford. De las que se duchan, vamos, y en champán nada menos. En todo hay grados, son profesionales del sexo que viven muy bien de ello porque sus precios son realmente caros en comparación con los números que se mueven en los arcenes de nuestras carreteras, o eso tengo entendido. De hecho parece que se cobra por tiempo y no por servicio. Y con esta hamburguesa, que me trae simpatiquísimos y dulces recuerdos, sucede algo similar. Estoy convencido de que, por el precio de una noche con una chica que no se anuncia en un periódico y trabaja para una agencia puedes contratar a varias personas que lamentablemente -es un tema turbio y sobre el que me cuesta frivolizar– tienen que recurrir a este mundo, engañadas o como fuera. Porque joder, sí, es mucho más caro, pero sería educada y agradable. Hasta podrías hablar con ella sin sentirte incómodo. Yo, que para esto soy un calzonazos, paso medio rato con una chica así y ya caigo a sus pies para los restos. Pese a todo. Creo que me explico. En un MacDonald’s puedes coger una hamburguesa de un euro, por el precio de una CBO te da para varias, pero… «meh». No tienen ese sabor, ni esa textura, ni ese pan. Te quitan el hambre, sí. ¿Te dejan satisfecho?, a mí no. De la misma forma que una puta «estándar» no me atraería en absoluto.

    Y este era el post. Diría que la idea ha quedado clara. Sí, es sábado por la noche, debería estar por ahí, disfrutando el fin de semana y hablando con y de tías, pero… meh.

    Visto en: Parapá-papaaaa…