Autor: ElGekoNegro

  • Pizzeros cuarentones o clavos ardiendo al horno de leña

    Vamos a escribir una entrada el día de las bromas, aunque sea algo seria, para aprovechar el tirón. Bien, resulta que, al menos fuera de Italia, todos deberíamos distinguir entre pizzería y restaurante italiano. Personalmente pizzería es un local de comida rápida (aunque no suela caracterizarse por la velocidad con la que la sirven) de alguna cadena como Telepizza, Pizza Hut cuando existía o grupos de carácter local con pocas franquicias y aspecto provinciano en el que la pizza es el plato principal, aunque también tengas ensaladas. Por otro lado, un italiano es un restaurante regentado y regido, como España por Juancar, por una familia o al menos por una persona descendiente del mismísimo emperador Adriano, que si bien era hispano, pasaba por latino antes que por vacceo, por ejemplo. No tiene por qué ser así, pero a todos nos resulta raro entrar en una tienda de chinos (también conocida como «chinos» debido a nuestro afán simplificatorio por su parecido con los pantalones y anteriormente como «Todo a 100″) y que la sonriente señora maquillada con esfuerzo, excesivo, por cierto, diga aquello de «Buenos días» y la entiendas a la primera mientras miras pelotas de juguete para perros y bebés, que todo vale hoy día. Si es china es china y debe expresarse como tal. Multiculturalidades las justas. Pues lo mismo que los restaurantes italianos, que si no son italianos, argentinos o paraguayos (por el gran número de emigrantes), me entran ganas de estampar la margarita y dejarla de bandera, que para eso está.

    Pizza boy

    Ahora, continuando con el post, un restaurante italiano donde trabaja gente de 50 años, el dueño, por ejemplo, que lleva 30 en el negocio, es simpático a la par que irrelevante. En cambio, no me jodas, que vayas a una pizzería, tengas que soportar a una panda de adolescentes mintiendo sobre cuánto se emborracharon el finde anterior, y veas que entra un tipo canoso y tatuado con casco bajo el brazo, después de dejar esa sucia y roída Motocilla Firefox de 49cc y se ponga a hablar de sus dos hijas y se te quita el hambre (no os preocupéis, vuelve rápidamente).

    Pero joder, en serio, sé que no está la cosa para mirar con recelo ningún empleo ni mucho menos y es una manera loable como la que más de sacar una familia adelante, olé sus cojones, claro que sí. Pero de verdad, pensemos en ello, el de repartidor de pizza, mensajero publicitario (en castellano, spammer andante), camarero de discoteca, estudiante de la Hamburguer University o camello de poca monta son los trabajos de mierda que nuestros colegas o nosotros mismos (porque hostias, yo iba regalando tarjetas de crédito y Visa Oro porque sí en medio de un centro comercial un verano) hemos buscado y aceptado, casi todos hemos pringado para sacarnos unas perrillas durante un tiempo, ya sean los fines de semana, un verano o unas navidades… Pero con vistas de avanzar. Son los empleos temporales típicos que busca la gente que se va de casa, veréis; aterrizas en el extranjero, en la Mansion Playboy por decir un sitio y… bueno, otro cualquiera menos aburrido, y necesitas pagar el alquiler de un piso ruidoso flanqueado por portorriqueños y vietnamitas, pues saltas por las escaleras de incendios y, ¡coño!, Panucci’s Pizza, fijo que en este vomitivo antro neoyorquino hay un hueco para alguien como tú. ¿No os habéis dado cuenta que los repartidores de pizza dejaron de ser adolescentes aspirantes a concursante de espectáculo de Telecinco que se lían con el cambio para ser adultos extranjeros que se lían con el cambio?

    Me da mucho mal rollo.

    Visto en: Domino’s Pizza.

  • Hable, superestrella

    Converse, All Star

    Visto en: Deportivas y bolsos.

  • Qué regalar a tu pareja (si fuese yo)

    Hola, buenas noches. Sentaos. Las chicas primero, aquí, más cerquita, que quiero que atiendan mejor. Ah, se siente. Eso es, así, gracias. No, ahí estás bien, no te molestes, sí, sí, da igual. Bueno, ¿se me oye? Genial. Bien, bien, sacad papel y boli porque aquellas jóvenes que tengan la fortuna de estar con un atractivo genio como yo, ¡hola, abuela!, y aún no sepan qué envolver en papel de colorines y colocar a los pies del árbol de plástico de todos los años están de enhorabuena. La verdad es que hay cosas específicas y concretas más propias de mí y alguna que (creo) es válida para cualquier chico de mi edad, década más, lustro menos. Tranquilidad, que no vais a encontrar ni un cándido «Feliz 2011» pintado con Cariocas ni un Aston Martin, son productos relativamente accesibles, relativamente. ¿No soy un cielo? Es para comerme(la). ¡Bruto!

    En fin, comencemos, que os despistáis ahí al fondo, dejad de mirar por a ventana… ¿Está buena? Pues entonces.

    ¿Hola? Es el mayor

    Auriculares Marshall Major

    ¿Qué es? Son unos preciosos cascos «orejeros» producidos y diseñados por la marca británica especialista en amplificación de sonido Marshall Amplification. ¿Cuánto cuesta? Con envío, 105€, me han llegado ya pero prefiero reservarlos para Navidad así que ni los he catado.
    Soy un enamorado de Marshall, tengo hasta una camiseta oficial, de estas corporativas que se supone que lleva la gente que trabaja allí. Sí, es enfermizo. Se me han estropeado los Panasonic retro y el lanzamiento de estos auriculares ha sido una señal. Es lo único de la lista que he pedido debido a que los otros andan jodidillos y me han regalado. Un gran regalo, sin duda alguna.

    Tubos, 30W

    Amplificador Vox AC30

    ¿Qué es? Un amplificador de guitarra que funciona a válvulas ampliamente utilizado en la historia del Rock de la empresa británica (también, sí) Vox, un icono como la copa de un pino, yo tengo el Pathfinder 10, su sobrino pequeño, delicioso. ¿Cuánto cuesta? Pues depende de si queremos un modelo de los originales, uno de los de ahora, uno nuevo, uno usado, uno firmado por mí… Pero es caro, es un capricho sinsentido por mucho que se mire. Hay complementos para guitarra más asequibles, trípodes, correas de cuero que pesan demasiado…

    SpotiPhone

    Cuenta Premium de Spotify

    ¿Qué es? La opción de disfrutar de la música disponible en Spotify desde el teléfono siempre que haya cobertura 3G. ¿Cuánto cuesta? 120€ un año. No hay más opción.
    A veces hay gente que ve que has cambiado de teléfono por uno de este estilo (del estilo de los caros) y quiere regalarte algo, una funda, unos altavoces, unos cascos, un accesorio que amplíe o mejore la cobertura y la batería etc. Bueno, como de eso ya tengo, me pido algo para el propio teléfono, y es esto. Simple, ¿verdad?

    ¡¡Zeppelin POWA!!

    Altavoces Bower & Wilkins Zeppelin

    ¿Qué es? Se trata de unos bonitos altavoces en los que conectar un iPod, un iPhone, un ordenador o una sartén, con un diseño que me emociona. Si puedes, ve a una tienda especializada en sonido y pruébalos, te encantarán. ¿Cuánto cuesta? Demasiado como para que piense realmente en tenerlos antes de vivir en mi propia casa, 600€.
    Lo sé, no es nada nuevo mi amor por este cacharro, pero lo tenía que decir.

    Zeppo

    Libro «Led Zeppelin: Shadows Taller Than Our Souls»

    ¿Qué es? Un libro que recorre la historia de un mítico grupo británico, ¡yepa! del que me considero un fan más, pero de los fans gordos, que han titulado en España como Led Zeppelin: Los Dioses del Rock y que a mi juicio puede llevar a confusión con uno de los libros más famoso sobre ellos, Hammer of the Gods, pero bueno. Lo he hojeado en El Corte Inglés e incluye multitud de fotos con una gran calidad, chascarrillos, imitaciones de los flyers de la época que hacen que agradezcas que el libro incluya una caja como funda porque son esos detalles simpáticos que, bueno, perderás. ¿Cuánto cuesta? 42€. No está mal para una persona que sabe leer. Si en cambio buscas algo para alguien que, además, sabe o intenta tocar, pásate por Musicroom y mira.

    ¡Luz!

    Objetivo Sigma 30mm 1.4 para montura 4/3

    ¿Qué es? Un clásico de mis listas de deseos, un objetivo luminoso y equivalente a un 60mm montado en una Olympus. ¿Cuánto cuesta? 447€.

    De Corto tiene poco

    Cofres de Corto Maltés, por Hugo Pratt

    ¿Qué es? Cada cofre incluye una selección de historias del marinero creado por Hugo Pratt, personaje que como sabéis, a mí me chifla. ¿Cuánto cuesta? El primer cofre tiene un precio de 38€, hay tres cofres, los dos siguientes son 49€. 136€ en total. Con un cofre ya cumplís, y dejáis los otros para otras ocasiones, porque tampoco me parecen precios ajustados.

    Para el invierno

    Abrigo largo Formal Shawl Collar Coat de Paul Smith

    ¿Qué es? Un abrigo largo y caro del diseñador, británico, por cierto, Paul Smith, el de las líneas rectas de colorines. ¿Cuánto cuesta? Mucho. 859 Libras, en Euros debe ser insultante.
    Sí, ¿qué pasa? Me gusta. Y mucho. Hoy, en pijoterismo ilustrado… un capricho de quita en primavera y pon en invierno. Es precioso. Gracias que existe Zara. Allí hay abrigos similares, alguno de los cuales pueden llevarse incomprensiblemente con el pecho y el cuello al aire. Quién dijo frío.

    Kindle Solplesa

    Amazon Kindle

    ¿Qué es? Un lector de libros electrónico de la famosa tienda de internet Amazon. Permite conectarse a su librería y comprar allí mismo los libros que queramos, porque todo está hecho para gastar, menos el 3G, que por lo visto no te lo cobran. ¿Cuánto cuesta? El modelo básico, con el que iría sobrado pues confieso que no devoro libros (pero el aparato me llama la atención) sale por 109 Libras, unos 130€. Bastante bien sino fuera porque me apaño de lujo con el teléfono.

    BROOM!!

    Silla y volante para PS3

    ¿Qué es? Un asiento de coche deportivo que tiene enganchados unos pedales y un soporte con el volante y el cambio de marchas ¿Cuánto cuesta? Me gusta la idea, el concepto, el invento en sí, pero no he mirado ninguno concreto. Tiene pinta de ser caro, pero para jugar a un juego tipo Gran Turismo con el mando normal, me quedo con el Mario Kart y sus conchas explosivas.

    New York, New York

    Libro New York, Portrait of a City de Taschen

    ¿Qué es? Un libro sobre la evolución de la que posiblemente sea la ciudad más importante del mundo, detrás de Castrejón, publicado por la conocida editorial Taschen. ¿Cuánto cuesta? Lo vi en El Corte Inglés y no me fijé, no lo encuentro en su web. Taschen lo valora en 70 dólares. Os aseguro que merece la pena, realiza un bonito paseo temporal recomendando películas, álbumes musicales y libros con los que continuar la caminata.

    75 Years of DC Comics. 75Kg de libro

    Libro 75 Yeas of DC Comics: The Art of Modern Mythmaking de Taschen

    ¿Qué es? Pues resulta que DC es una marca de zapatillas para patinadores, esquiadores, grafiteros y demás vándalos con pelas. Pero no. Se refiere a la pionera publicación que parió Superman y Batman, con eso ya debería ser suficiente para llamar la atención de los curiosos y aficionados a la mitología. Ya que al fin y al cabo, los estadounidenses, que no disfrutaron de la herencia grecorromana, tiraron de tinta y pincel para desarrollar sus propios superhombres. ¿Cuánto cuesta? No se vende aún, pero lo soltarán por el exagerado precio de 200 dólares, así que esperad.

    Me gustan los hombres XXX GAY

    Colonia Bruno Banani Made for Men

    ¿Qué es? Una coña.

    Y esto es todo lo que se me ocurre, porque soy un niño caprichoso (aunque hay juguetes que venden como molones que no me llaman) y por ello me impido tener una tarjeta de crédito. Gasto lo que tengo con cierta cabeza, compro alguna cosilla y espero a que la gente haga el resto, porque este año he estado muy bueno, o lo he sido. Da lo mismo, me entendéis. Espero que os sirva de inspiración. Lo mismo en unas horas, con la Lotería pasada y muchos milloncejos en los bolsillos os estiráis y me dejáeis caer algún detallín. Gracias.

    Visto en: Y quiero…

  • Naranjo en flor

    Bien podríamos decir que aquí no ha pasado nada, que todo sigue igual que ayer, que no ha habido cambio alguno. También podríamos firmar con dos dedos cruzados a la espalda que esas rosas que engalanan, que se vestirán de fiesta, son de color burdeos tizón marengo. Por el monte las sardinas, tralará.

    Se encontraba vuestro héroe en un sofá heredado, tapizado a cuadros, ella en el regazo, intentando con relativo y optimista éxito que esa caja británica de precioso aspecto retro que siempre se queda encima de la mesita emitiera en su canal limpio algo parecido a Waltz for Zizi. Y se le escapa un dedo y se rompe la burbuja, y se percata de que está ahí y se molesta. Qué bonito es el Royal Albert Hall por dentro, o tiene pinta. Hablando de pintas, mete hocico y pega un muerdo a una morena importada, que se deja, a ver si consigue olvidar la rubiez de anoche con sabor a uva verde y aroma a coco. Quién no querría tener plantado un mango en su patio trasero, ese fotograma en 35mm que espera la entrada de los créditos, justo antes del fundido a negro. Un mango y un atardecer en algún lugar de Brooklyn, momento en el que comenzaría a sonar una versión acústica pero reconocible de la famosa pieza Kids, de MGMT. Producida por David Rob Jones, exacto.

    Y se levanta del sofá, y mira el mal tiempo por la ventana, y se pregunta, «¿Cuánto va a joderme, uhm?». Se refiere a un tema muy concreto. ¿Recuerdas aquella chica con quien tan bien te llevabas, que sonreía justo en el instante preciso y de la mejor manera posible y con quien al final no llegaste a tener nada? Correcto. Ella hace su vida, sin imaginarse en la portada de una Rolling Stone mordisqueando una pua, y te necesita cerca, te requiere accesible, por lo que pueda pasar, y tú estás dispuesto a ello, obvio, creo. Hay que ser realistas cuando te levantas de ese sofá después de rasguear mal, porque ella decidirá presentarte a una persona importante, ¿y después?, ¿qué importa el después?, que con esta persona deberás llevarte bien aunque te deje acobardado, como ese pájaro sin luz.

    Y habiendo cerrado la pestaña del navegador con la tablatura, cierra el portátil y espera, sentado, que veinte años no es nada. Que no es la primera, que con indiferencia hoy la ve volver, con un pedazo de vida, naranjo, efectivamente, en flor.

    Visto en: Tangos y demás.

  • Comprar y elegir la ropa por uno mismo

    Supongo que hacerse mayor no es sólo dejar de pasarse el día sentado en un aula para pasarse el día sentado en una oficina y pagar alguna que otra facturilla. A veces tienes que romper con tu reciente «yo» del pasado y desviar el rumbo de tu vida hacia derroteros que apenas se me pasaron por la cabeza. A lo mejor para las chicas es más normal, a los 12 años ya aspiran a dejarse la paga en trapos y condones, pero para mí… bueno, quiero pensar que como a la mayoría de los tíos, excepto alguna camiseta, la ropa me la elegía mi mamá. Por supuesto, con todo el cariño del mundo.

    Un día te levantas, te duchas, desayunas y te cepillas los dientes, pones música en el trayecto en autobús, enciendes el ordenador al llegar y dejas que Outllok se actualice, pura rutina, pero el muy cabrón descarga una circular interna de la empresa que dice que esto de ir guapetes va a ser la tónica diaria y los compañeros miran con cierta pena al joven becario de aspecto alternativo y una camiseta con un smiley amarillo cuya sonrisa y ojos están creados con la silueta de unos auriculares. Hay que ponerse las pilas y hay que ir de tiendas. Lo comentas en casa y, por inercia, tu madre dice que te va a llevar a tal sitio y a tal otro porque seguro que tienen algo que no sea ni muy así ni muy del otro modo y, en definitiva, que a ver cuándo tienes un hueco para realizar las compras pertinentes. Sin embargo decides que eso ya no es así, no hablas con nadie porque en algún momento del tiempo entre el 30 de septiembre y finales de noviembre dijiste que menos mal que el regalo de cumpleaños de tus padres (que suele ser elegido por tu madre) fue decisión de tu hermana, que te conoce. Y sí, lo dijiste en alto, con el consecuente disgusto materno que empieza a pensar que no conoce a su crío.

    Esa persona que saluda cuando saludas a un espejo tiene que aparentar formalidad, imperativamente. Decide no contar con la ayuda de siempre pero, a ver, gilipollas no es, no le parece correcto ir y elegir lo primero que pille por puro sopor, así que él decide muy espabiladamente solicitar que una persona de su mismo rango de edad que trabajó durante años para Inditex lo acompañara y aconsejara. Y no veáis lo que flipan en la tienda cuando en lugar de pedirlo en negro preguntas si lo tienen en un 800. 120 euros y una cocacola después ya tenía las bolsas de la mano y una mente que pensaba en qué decir a su progenitora. «Mamá, me he comprado ropa». No hizo falta más, y afortunadamente ella pensó (con acierto) que yo para estas cosas soy un inútil redomado -por ello cree que es obligatoriamente necesario que ella misma realice tal labor-. Pero no es así. Le gusta lo que ve y esto hace que el conflicto se agrave, porque ella no lo hubiera elegido pese a todo, porque ella ahora ve que no es necesario que elija la ropa seria que me voy a poner en una determinada ocasión, incluso puede que no se conozca mi armario al dedillo aunque sepa que la camiseta de Supercoco estará doblada en la segunda estantería hasta que llegue algún fin de semana. Y se pone triste porque sabe que la chaqueta aquella gris de punto que te compró en Pull and Bear no te hace especial gracia ni ilusión y te llamará tonto por no ir a descambiarla, pero tú, cual niño bien educado repetirás una y otra vez que sí te gusta. Y te la terminas poniendo más de lo que crees aunque intentes que tu mirada no se cruce en exceso con tu reflejo.

    Poco después llega Navidad, y tu madre, que sabes que siempre dirá que no pasa nada y que todo va bien, cree sinceramente que cualquier cosa que te regale no te causará una gran simpatía. Realmente sabes que va a ser así, no lo firmas, pero si tuvieras que apostar irías, obviamente, todo al 800 (ElGekoRojo metería el dinero en la otra mitad de la mesa) y luego, lo que te quede tras palmar en la ruleta, lo apuestas a que las previsiones eran ciertas y el detalle que con la mayor ilusión del mundo quiere tener contigo conseguirá que tu escéptico Pepito Grillo lanzará de nuevo una ráfaga de «A ver qué es esta vez» hasta que con treinta años adivines de antemano que van a ser unos calcetines. Preciosos.

    Visto en: Zara.