Autor: ElGekoNegro

  • De orgullo y de miedo

    Siempre me he considerado un tipo simpático, difícil de alterar, razonablemente ingenioso y también predecible. Lo cierto es que no cuesta mucho hacerme sonreír.

    Hoy la realidad me ha regalado una de sus bofetadas haciendo que me reencuentre con unos amigos que no veía desde hace año y medio, y que han terminado diciendo cómo había cambiado.
    Que se me veía triste, cansado, y sobre todo, muy serio. Pero yo no era consciente de ello.

    Así que me puse a pensar. Y tenían razón. Me puse a recordar los últimos meses de mi vida, y sí, he ido perdiendo chispa, gracia… Pero he ganado en arrogancia y orgullo. No, tampoco conocía mi lado arrogante, pero lo veo ahora, intrínseco en mi vida. Ves que eres más frío, más serio, más calmado, que lo que te rodea cada vez te importa menos. Me asusta esa imagen.

    Yo no era así, y hasta hace nada la idea que tenía de mí mismo era totalmente falsa. Actuando de una manera que no se correspondía con lo que supuestamente hacía de forma inconsciente.

    Estoy cansado, como si tuviese 50 años más de los que se calculan con mi DNI. Pero no me siento maduro, ni siquiera adulto. Me siento cansado, muy cansado, triste, no melancólico ni tampoco intento hacerme el interesante como antes, no, me siento triste. Y no encuentro respuestas.

    A ¿estás bien? respondo Sí por pura inercia. No me paro a pensar cómo estoy, no lo he hecho seriamente en mucho tiempo. Llego a la aterradora sensación de no saber si me conozco.

    No sé qué carajo decir, me he sido infiel. Pero ni la más mínima mueca se dibuja en mi cara desde hace ya algún tiempo, de haberse mostrado, no sé hasta qué punto era cierta.

    Visto en: Youtube.

  • Del sentimiento de culpabilidad húngaro

    Y sí, no pongas esa cara extraña, de eso va el tema.

    Me he escapado en Semana Santa al corazón de Europa, Praga, una tarde en Bratislava y otro poco en Budapest. Y es sobre el país de ésta última ciudad del que quiero hablaros.
    Preparad vuestros discos de Liszt que el ambiente lo requiere, y recordad que todo lo que voy a decir lo expreso desde mi firme posición de capitalista moderado que todos conocéis y que es más que probable que no estéis de acuerdo con varias cosas de las que escriba, pero siempre podré afirmar que yo estuve allí, lo vi, y sé de lo que estoy hablando, aunque las ideas que cada uno tiene no han de ser parejas a las mías.

    Nunca había pisado un país que hubiese pertenecido al bloque comunista y las imágenes que mi imaginación generaban eran como las que vemos cada año en televisión sobre la caída del muro de Berlín, edificios feos de arquitectura poco trabajada y estampas de Lenin o Stalin rodeados de una estrella roja con ribete dorado en los gorros de piel de oso.

    Pero como en el 89 lo mataron y en el 91 lo enterraron, no tenía muy claro qué me iba a encontrar en las tierras mencionadas, salvo en Praga, que me la conocía de tanto verla en Flickr y en Misión Imposible I. Ésta es sin duda la más avanzada y occidental de todas las que visité.
    Pero quiero hablaros de Hungría y de lo que me llamó la atención en Budapest, algo que chocaba con lo leído, comentado y luego visto en Chequia y Eslovaquia. Según me informé y tal y como dijeron los guías, la caída del comunismo en estos países y la entrada de ayudas de la Unión Europea fue una liberación, hubo intentos de derrocar el régimen pero se respondió a fusilazos, algo del tipo Chine-Nepal que lamentablemente vivimos hoy día. Para ellos el comunismo no es una opción, y tienen partidos políticos de centro-izquierda y centro-derecha que van rotándose en poder en las urnas, pero ni barajan la posibilidad de volver a ser un Estado Soviético ni nada que se le parezca.

    Imagino que ya os habrá dado tiempo más que de sobra para deducir por dónde van a ir los tiros de mi Jericho 941, nada de chicas checas, que como su cerveza, son mayoritariamente rubias, sabrosas, están buenas, e incluso hay alguna morena que podría meter en el grupo.

    El caso húngaro. (más…)

  • Nos vemos en 7 días

    No me juguéis a los trolls mucho, por favor.

    Visto en: Wikipedia.

  • Coti, Bailemos

    Tenía yo 15 años cuando se me acercó una chica y me preguntó ¿Bailas? A lo que respondí que en ese caso ella acabaría en Urgencias con dolores en los pies causados por mis pisotones. Sonrió y se fue. Nunca en mi vida he vuelto a tener una oportunidad así, lástima. Sonaba esto, y no sé por qué lo estoy recordando.

    Visto en: Youtube.