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Lagarto

Acaricio tigres y ahuyento monos

Así tal cual dice el título. Y hago más cosas, cepillo caballos, tengo manos como nubes, hago el ciervo, la grulla… juraría que me he follado a una oveja pero ni me he percatado. No, no me miréis así, ella habría disfrutado. ¿Qué? Ah, sí, el tai-chi, hablo del tai-chi. Una gozada.

A primeros de este mes me apunté al gimnasio, más de año y medio después de la última vez que fui. En este caso es otro gimnasio, más grande, enorme. Un centro comercial dedicado al deporte, musculación, natación (piscina interior y exterior más sauna), pista de hielo que empezará a funcionar en breve, pádel, restaurante, peluquería, guardería, nutrición, dos pisos de parking… Y barato, más barato que el anterior ofreciendo mejores servicios (habiendo escogido el horario de mañana me sale todavía más asequible). Estoy encantado.
A parte de todo lo anterior ofertan clases de diferentes tipos que a los socios nos salen gratis, bodypump (que cansa sólo con mirar), diferentes tipos de aerobic, spinning (lo de la bici a toda hostia), danza del vientre, y entre varias más que se me olvidan, tai-chi.

El tema ya me atraía de antes, pero nunca me había puesto en serio. No sé qué tipo de tai-chi es, porque por lo visto hay varios, pero sé que relaja y te deja una sensación de tranquilidad y bienestar muy agradecida.

He de reconocer que durante los primeros minutos de la primera clase (sesión me parece un término más correcto) me sentí tremendamente ridículo y no era capaz de tomármelo en serio, temí que me echasen por no poder controlar la risa, pero con algo de concentración e intento ser todo lo fiel que podía a los movimientos comencé a notar cómo mi cuerpo (grande) fluía.

Os lo recomiendo a todos, es fácil que en algún punto te sientas humillado al verte rodeado de jubiladas (incluso tengas que dejarte pegar por ellas) pero si nos abstraemos, se disfruta.

Visto en: CDO.

10 respuestas a «Acaricio tigres y ahuyento monos»

Yo no pude aguantar la risa el primer día cuando escuché al monitor que venía al colegio mayor decir «ahora haremos la grulla que bate las alas» o «el oso que se despereza». No volví. Me dio demasiada vergüenza.

Me lo voy a pensar. Yo voy a spinning tres días a la semana y la verdad es que acabo reventado. Eso sí, estoy, probablemente, en la mejor forma de mi vida. Pero también quiero hacer algo relajadito que no me haga pensar que voy a tener un infarto en pocos minutos.

Ojala no tengas que utilizarlo para lo que fue diseñado, pero si llegara el caso no te asustes de lo que puedes ser capaz de hacer.

Y me alegra haberle sido de ayuda. (Por lo del anterior post)

Por cierto, hablando de viejas, ¿hay alguna millonaria entre sus compañeras? Es que la cosa está muy mal.

Yo estuve apuntado a ese gimnasio justo hasta antes de las últimas navidades, que me volví a Sevilla. Trabajaba en el edificio de la junta que está al lado. El gimnasio es una pasada, y muy muy barato, sobre todo comparándolo con los que hay aquí.

Geko, me da que no vuelvo a tai-chi… Desde hace un tiempo voy a actividades de fitness-cardio y no me perdería a mi monitor en la hora de body combat por nada del mundo :D

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