A réflex

Quería escribir este post desde que tuve contacto con la Olympus E-510 que compré a finales de enero. Pretendo dar una serie de consejos o solucionar posibles dudas partiendo del más absoluto desconocimiento, lo cual no es nuevo por aquí.

El cambio que he dado es pasar de una cámara digital compacta como la Sony DSC-W5 a una cámara tipo DSLR. Esto quiere decir que me he saltado un paso natural que sería el de las cámaras puente o superzoom.

¿Necesitas cambiar de cámara?

Creo que lo lógico es preguntarse esto, de hecho, si no fuese porque a la mía le había salido una raja que no cubría la garantía no hubiese comprado ninguna, no consideraba que necesitase otra.
Cuando me decidí a buscar sustituta fue cuando me plantee en serio si una réflex es lo que mejor se ajustaba a lo que quería (no ya a lo que necesitaba) y podía pagar. De todas las cámaras que miré (por supuesto, incluyendo las superzoom) vi que realmente me sentía bien con un determinado tipo de máquinas en las manos, las que denomino «réflex medianas».
Para llegar aquí me recorrí todas las tiendas de fotografía que pude y debo decir que (en Valladolid ciudad) merece mucho la pena visitar Namen Color y Fotografía de ECI de Zorrilla (turno de tarde, el de mañana deja bastante que desear). Probé todas las cámaras que me ofrecieron y con las que más a gusto me encontraba era con la Canon 400D, Olympus E-510 y Nikon D80.
Y sobre la batalla de megapíxeles… la calidad de imagen deberás valorarla tú, en mi caso, disparo en HQ, pudiendo elegir SHQ o RAW (además de combinaciones entre RAW y las otras) y creo que es más que suficiente.

El precio

Descarté las compactas desde el comienzo porque sabía que no me ofrecían todo lo que esperaba, quería aprender y pensaba que con los modos predefinidos no haría gran cosa, lo mismo que he estado haciendo hasta ahora pero con más megapíxeles. Las puente sí me convencían, pero en el fondo me transmitían la misma sensación de automatismo que las compactas, y no probé demasiadas.
En mi elección lo que más influyó fue el precio, tanto la Oly como Canon se daban la mano, en cambio la Nikon se disparaba, su oferta inferior (D40 y D40x) me resultaba sencilla y decidí que si me gastaba la pasta lo hacía en algo más «grande».
Si algo he aprendido en este corto espacio de tiempo es que pasarse a réflex cuesta más de lo que podemos imaginar en un principio.

Los objetivos

Otro punto crucial (que fue uno de los que más peso tuvo en mi decisión) fue el de los objetivos que se vendían en los packs. Según me informé, Zuiko (Olympus) son de los mejores -incluso los standard-, en cambio los básicos de Canon no son tan buenos como debieran, por lo que te rebaja calidad, y si te compras el cuerpo de una cámara en un kit (que es lo más económico) y los objetivos incluidos te estropean el conjunto no me parece una buena inversión. El conjunto de dos objetivos y cuerpo de Olympus hizo que me decantase por ella.

Otro aspecto a revisar de los objetivos (a parte del alcance) es la cantidad de luz que puede dejar pasar, las F, a menor número más luz. Así un objetivo de 50mm 1.0F haría que Malkav sufriese un pequeño orgasmo.

Estabilizando

En muchos casos se pueden conseguir objetivos que incluyen estabilizador, un sistema que ayuda a sacar las fotos con vibraciones u otros movimientos. Estos objetivos son realmente caros. De un tiempo a esta parte muchos cuerpo lo han comenzado a introducir y he de decir que, en mi caso, se nota. Se nota que al disparar con un objetivo 150mm (300mm equivalentes) y 1/15s la foto queda nítida y enfocada.

Puede conseguirse utilizando un trípode u otro apoyo, pero ya te obliga a llevar contigo más peso o a buscar dónde colocar la cámara. A mi juicio el estabilizador en cuerpo ahorra dinero y es muy útil.

Los gastos añadidos del cambio

No he comprendido lo que supone saltar a réflex hasta que he querido disfrutar de la cámara fuera de casa y en condiciones no muy normales.

Cuando la compré me hice con un kit que incluía la cámara, dos objetivos, batería extra, protector de pantalla y tarjeta de memoria por lo que estaba convencido de que ya lo tenía todo, al menos lo necesario para ir tirando. Este conjunto me costó 800€, imaginad que mi maltrecha economía de estudiante no está acostumbrada a sufrir varapalos como este.
Lo cierto es que hay al menos dos objetos más que resultan indispensables para disfrutar de verdad, el trípode y la mochila.
Afortunadamente mi padre conserva un trípode de cuando realizaba vídeos en Navidad o en cumpleaños que he podido heredar, su precio aunque varía, no lo hace un artículo caro.
La mochila es algo con lo que no contaba y que me ha traído más de un ligero dolor de cabeza. Al comprar la Sony me regalaron una funda de Pixmanía, que era horrible y enorme pero servía, en cuestión de semanas la cambié por una funda Nikon que me dieron y ajustaba mucho mejor.
Para una réflex la oferta de mochilas y bolsas es enorme, y puedes partir de 15€, el cuerpo y un objetivo corto montado hasta cientos. Si preguntas por marcas te recomendarán Lowepro, en serio, parece que sólo exista esa. Mientras buscaba alguna me he revisado el catálogo de Kata y Tamrac, pero no encontré nada que me gustase aquí en Valladolid a excepción de unos modelos Lowepro que costaban aproximadamente 70€ y eran de la gama básica.
Finalmente he encargado en Amazon una mochila que llegará en unas semanas, vi su precio en alguna tienda europea especializada en fotografía y ascendía (con transporte) a 120€, la compra me ha salido por 80.

Otros gastos, es inevitable comprarse una cámara de este tipo y no pensar en «si tuviese el objetivo tal podría hacer esto otro». Quiero decir, hay una cierta adicción a adquirir nuevos objetivos (o antiguos) que puede resultar peligrosa para tu bolsillo, con los que tengo ahora mismo estoy realmente satisfecho, pero no sí he echado en falta más longitud, más luz…

¿Y merece la pena?

No miento si digo que es posible que hiciese mejores fotos con la compacta, pero también es cierto que llevaba dos años y algunos meses con ella y que en el mundo réflex apenas semanas. Mi sensación de momento es de satisfacción, ahora que estoy aprendiendo a manejarla bien, por supuesto con ayuda. Y sí, estoy aprendiendo y disfrutando como un enano.

Visto en: Espero servirle a alguien de ayuda…