• Anni B Sweet o de cómo volví a pagar por un disco cinco años después

    No me gustan los títulos largos, recuerdan a otras cosas largas y luego los adolescentes lloran, pero es lo que hay. Ayer, tras cinco años tirando de torrents y borricos hice algo que no pensé que volvería a hacer, sí, compré un álbum de música. Para más rareza no se trataba de un conjunto de canciones rockandrolleras dispuestas a sacar al Jimmy Page que llevo dentro, música tranquila y española. Quién me ha visto y quién me ve. Pero lo explicaré, anoche me enamoré.

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    Como los lectores más longevos ya saben yo no soy un chico que se vaya enamorando con facilidad, para nada, nadie puede demostrar que yo sea un romántico ni nada parecido, no señor, no, no. Además, ¡lo de ayer fue diferente! A lo mejor no tanto, no lo sé, pero esta joven malagueña, ojo a lo que se avecina, ha suplantado a Natalie Portman como novia ideal.

    Antes de entrar a la sala y pese a escuchar las canciones que tiene colgadas en su perfil (¿o es portal?) de MySapce me parecía que no era más que un intento de seguir la estela de la ya ahora consagrada Russian Red. A mi juicio no, Anni es menos lastimera, algo más alegre -tampoco esperéis una explosión de ritmos- y convive perfectamente con Lourdes y sus cigarrillos. Aunque todo esto da igual ya que si no se complementasen hubiese comprado el disco porque me lo supo vender. Dicho de otra forma, me dio la oportunidad de ahorrarme tener que buscarlo durante un ratejo por Pirate Bay y bajarlo como hubiese hecho con cualquier otro.

    Concierto Anni B Sweet

    ¿Y cómo? Pues muy fácil, tiene buen directo. Esto puede sonar a topicazo pero es realmente difícil tocar y cantar a más de 40º de temperatura, la ventilación del local no es que fuese insuficiente, era inexistente. Y su simpatía hizo el resto, así de simple, reconoció equivocarse en un par de ocasiones pero en lugar de hacer la de Streisand se sonrió y cogió de nuevo la guitarra. Bien hecho, que está empezando, cojones, de estas le pasarán varias. Por suerte el público lo comprendió y los aplausos y el ánimo era todavía mayor, nada que ver con los sosainas que estuvieron en Hoy no me puedo levantar. En definitiva, dejó que la quisiéramos y se ganó el sueldo con el sudor de su frente y reitero lo de sudor.

    Simpática, dulce y guapa

    No hay mucho más que pueda decir sobre ella. Tiene ese punto de timidez y dulzura que tanto me atrae, yo simplemente flipaba. No esperaba tanto nivel, el reproductor en flash y los vídeos grabados con o sin móvil de Youtube no le hacen justicia ninguna. No por el tema musical, que sirve para hacerte una idea, sino por la humildad que transmite (se quedó un buen rato firmando entradas y discos mientras se deshidrataba, puedo dar fe, tengo la típica foto de grouppie). Si no desvía hacia el camino de las divas seguro que sigue ganando adeptos.

    Concierto Anni B Sweet

    Así pues me dejé los 10 euros del CD, que tiene un bonito packaging y, ¡sorpresa! incluye las letras, para los maÅ› vagos está en iTunes. Pude haber comprado el vinilo (15€), pero el tocadiscos lo pongo una vez al año y apenas para oír cómo de bien le sienta el Gshh… del roce de la aguja contra el disco a The Dark Side of the Moon. Y bueno, lo típico, que si por favor puedes dedicarlo, que has estado muy bien, que qué calor hacía, que mi número es tal, que llama cuando quieras y poquito más. Para convenceros os dejo con las siguientes citas que tiene por España incluyendo el FIB al que al final no voy y recordando que ganarse la vida así es difícil, que tiene que pagar a la banda que hace los acompañamientos (incluyendo un violinista y sólo por el aprecio que me tenéis deberíais pensarlo seriamente), los desplazamientos, alojamiento etc. Desde aquí le deseamos mucha suerte y blablabla, pero en serio, si podéis acercaros, merece la pena.

    Visto en: Café Teatro.

  • Soy un tipo con suerte

    Así a quemarropa, me considero un chaval con mucha suerte. No por el clásico «Gracias Señor por haberme traído al (casi) primer mundo y no tener que trabajar como tantos otros niños», que también, sino que en los golpes de la vida que terminaron disputándose al azar, me ha ido saliendo cara.
    No voy a concretar ejemplos pero aseguro que cuando algo parecía ir mal rebotaba en una cama elástica imaginaria y de nuevo todo arriba. Al menos ese es el regusto que me deja. A potra, a dulce y victoriosa suerte.

    As de picas, Reina de Corazones

    No sé si es sólo que lo veo así y que cuando algo me ha salido mal no lo tengo tan en cuenta, por ejemplo mi desastrosa vida sentimental, pero me hace creer que soy un chico con más suerte de lo normal. Sin llevar amuletos ni objetos a los que otorgue un poder casi místico, especial. Nada. Por eso esto tiene un problema, en el momento en que los malos resultados y reveses inesperados del hilo de la life me dejen K.O. más a menudo que las alegrías y la fortuna no tendré a qué achacárselo y entraré en una conducta autodestructiva con una jeringuilla clavada en lo que Pablo Motos llama codo, una espiral de dolor, un tornillo sin fin de desgracias. Y al final, por puro azar y sin haber un motivo aparente, la ruleta de la suerte girará hasta regalarme una salida satisfactoria. Y vuelta a empezar.

    Mientras tanto, seguiré confiando en ese bonus que me lleva ofreciendo la vida desde que tengo consciencia.

    Visto en: Oh, what a lucky man he was.

  • Burrito

    Puede parecer que este no sea el sitio lógico para decir lo siguiente, pero no, al contrario, lo es. Tengo síndrome de absitencia de ese plato formado por una torta, queso, trozos de pechuga de pollo y verduras que se come enrollado. Creo que va para un mes, tal vez más. Quiero comer un puto burrito.

    Y repito, este es el sitio perfecto para publicar estas cosas, joder, ¡es parte de su encanto!

    Visto en: Tex-Mex.

  • Verano, No me gusta/Me gusta

    No me gusta

    • El calor
    • La falta de planes
    • El calor

    Me gustan

    • Las minifaldas, me quedan fenomenal

    Visto en: ¡31º en mayo!

  • Pizarras con reconocimiento de caracteres

    Una de las cosas que más me hizo flipar de la autoescuela donde iba era que tenían una pizarra blanca en la que proyectaban las imágenes del programa de tráfico y en la que se podía interactuar con rotuladores como si fuese el ratón, podías señalar las maniobras erróneas, cruzar flechas, etc, aparecían a la vez tanto en el monitor como en la pizarra. Todo un avance, una pizarra con Paint.

    Yo quiero ir un poco más allá y es que no entiendo cómo es posible que las pizarras no sean paneles de ese tipo que reconozcan caracteres, simplemente un software OCR. Palm tiene un sistema igual desde hace más de una década y Microsoft empieza a soltar los primeros Surface que podrían funcionar así. Imaginad eso mismo pero extrapolado a un monitor táctil de mucho más tamaño, todo lo que ocupa la pizarra.
    Y tiene mercado, infinidad de ventajas: para empezar, erradicaríamos el complejo masculino de la letra de niña. Todos escribimos igual, la misma tipografía para todos (esto ya se vio en Futurama). Por otro lado nos olvidamos de posturas incómodas cuando hemos de escribir a baja altura o demasiado arriba, escribimos donde queremos y luego colocamos el texto en la línea que prefiramos. Por extensión, adiós a escribir torcido. Todo un logro. Además, no deja de ser una pizarra, en el momento en que se quiera pintorrojear cualquier garabato encima seguirá siendo posible.

    Seguro que algún ingeniero del PARC tiene una en su despacho y no la quiere compartir con el populacho.

    Visto en: ¿Alguien se anima a montar una?