Leí el otro día en Microsiervos la siguiente entrada: El Messenger lo mató, publicado por Alvy. Por cierto, un saludo para los tres, Alvy, Nacho y Wicho.Esta entrada me llamó la atención, la decandencia del e-mail, eso que a pricipios de los noventa nos sonaba a todos (me incluyo aún siendo un retaco entonces), el «imeil», un sistema de comunicación interuniversitario que nació hace ya treinta y tantos años. Hoy reducido casi a la nada, el spam, el Messenger, y los propios blogs con sus comentarios están acabando con él.

Él llegó como el asesino de las cartas postales, pero amigo, las facturas
siguen llegando a nuestros buzones, cual anuncio de viagra llega a
Hotmail.

Aún recuerdo con cariño mi primera cuenta de correo, adrya@galeon.com, supongo q ya fuera de funcionamiento… La primera «tarjeta electrónica» que envié, las primeras fotos recibidas….

Así como recuerdo la avalancha de Spam, la primera vez que me creí que había ganado un viaje Disneyworld… los continuos hoax del inminente cierre de Hotmail.

Ahora me da asco ver que hay una sola cosa/marca para cada cosa; no hay buscadores, hay Google, no hay portales, hay Yahoo!, no hay servicios de mensajería instantánea, hay MSN.

De poco ha valido que se ofrezcan cantidades cuasi infinitas de capacidad, contando en Gigas, la masiva adquisición de discos duros, la venta de invitaciones de Gmail.

Hoy en día se prefiere dejar el messenger conectado mientras se pasan
una foto de varios megas, a enviar un correo, esperar media hora pudiendo
esperar minutos, un ligue no te pide el número de teléfono, te pide el messenger, ni siquiera el email, como en las «pelis».

Es cierto que la comunicación instantánea llama más la atención, pero, ¿y lo romántica que es la espera de un emilio?

Por cierto, quien escribe esto tiene tres cuentas de correo, varias de varios messenger y las utilizaba mientras lo escribía :)