• Buscando a Bisbal drogado

    Visto en: Estadísticas

  • Enseñando el motor del coche a la gente porque sí

    Esta entrada puede resultar rara. Tan rara como amanecer un sábado con un cojín con forma de corazón, que no sabes muy bien de dónde lo has sacado, tras una fiesta de cumpleaños, mientras te duelen sin motivo aparente las costillas. Quiero decir, rara de cojones, y parcialmente conspiranoica.

    La cuestión es que me estaba preguntando, o wonderizando, que de las dos formas puede y debe de… No, quieto, eso va en el blog con una calidad mínima demostrable, éste es el de los tacos y patadas en la boca del estómago. Cosa que impredeciblemente sube la audiencia, cual morralla televisiva de Telecinco por la tarde.

    Lo que me estaba preguntando, que ya me vale de desviarme del tema, es, ¿por qué los hombres con coche nuevo tienen la necesidad de mostrar el motor a sus congéneres? Y lo digo como hombre.
    Lo he visto varias veces, pero no recuerdo a ninguna mujer llevando a cabo esta absurda acción, aunque claro, los lectores de Morotpasión seguramente sean mayoritariamente pobres poseedores de un Ford Fiesta del 92 que sueñan con un 911GT y del sexo (poco) masculino.

    Este acto, el de terminar de mostrar el coche (algo estúpido en sí mismo, todos sabemos cómo es un Laguna, Avensis -cochazo-, o 206) deleitando al observador con el corazón mecánico del vehículo me resulta absurdo e incluso surrealista. Y digo que es absurdo porque en el mejor (y poco frecuente) de los casos alguno de los conversantes sabe algo de mecánica. En caso contrario, parece un sketch de los Monty Python.

    -Bien, y eso de ahí tan brillante es… el… sí, el… joder macho, ya sabes, sí tío lo del aceite.

    -Ah, sí. Hostia, tío, qué bonito.

    -Y aquello el depósito del refrigerante… sí.

    -Oh, sí, lo había visto también, muy… sí. Oye, la junta de… ehm..

    -Esto primero de aquí, la culata, sí, muy bien puesta viene ahora.

    -¿Te hacen unas birras?

    He de aclarar que todo hombre aspañolus que se precie debe conocer vocablos como cárter, culata, depósito de, bujía, tapa de, anticongelante, aceite y refrigerante. De forma que, como en el ejemplo expuesto, pueda farzar ante sus amigos/cuñados de motor sin saber qué está diciendo ni dónde está señalando, ya que, claro está, su compañero tiene la misma mínima idea que él. Lo digo con algo de experiencia, ya que he tenido el dudoso placer de presenciar bastantes, mi padre insistía en que viese cómo el hombretón de turno hacia lo propio con su carro nuevo, siempre me decía «Ven, que así lo aprendes». Ejem.

    No sé demasiado de coches, lo reconozco, me gustan, pero no sé cómo conseguir más caballos de potencia cambiando tal o cual, lo único que te puedo hacer es pasártelo a wattios de potencia. Aunque lo de picar tubos de escape, quitar plomos de las llantas etc son movimientos básicos del personaje estudiantil, lo lleves a cabo o no.

    El factor conspiracional de la entrada recae en el motivo oculto (si lo hay) de este comportamiento adulto (por edad, no mentalidad), el afán de sentirse mecánicos, de querer comprender el trabajo de varios ingenieros diseñando minuciosamente piezas y estudiando su posición y comportamiento dependiendo de los materiales y los combustibles (gasoil o gasolina), trabajando con ciclos Otto o diésel (bendito bachillerato tecnológico). No entiendo a los mayores. Cuando yo me compré el iPod, o el móvil, no sentí la necesidad de abrirlo para que la gente viese la memoria, pantalla etc.

    Si te sientes identificado, conmigo o con alguno de los descritos, ¡da paso a la publicidad!

    Visto en: Párkings y garajes.

  • Apocalytica, Life Burns (ed. Eurovisión)

    Apocalyptica, grupo finés que conocí por sus versiones de los norteamericanos Metallica, se caracterizan por su estilo música, heavy-metal, tocado mediante violoncelos, confío en que alguno de ustedes los conozcan. Al principio puede parecer una serruchada infumable, pero cuando les pillas el ritmo (y más que nada) cuando escuchas el álbum que lleva su nombre les haces un hueco en tu colección. Aunque ciertamente luzcan unas pintas de locazas de barrio.

    Buena mezcla de clasicismo con rock, me gustan.

    Este directo formó parte de Eurovisión 2007, aquella que tanto me gustaba.

    No sé si las acrobacias van de la mano de El Circo del Sol, pero me han dejado perplejo, sobre todo el resbalón de la del columpio casi al final de su actuación.

    [youtube VyqLl0XoMTI]

    Visto en: Youtube.

  • Mi hermana, focinemuseñadora

    Quién habría imaginado que el primer ordenador designed in California, assembled in China que pasase por casa se lo iba a quedar mi hermana (mayor que yo). Este año ha empezado diseño, y su portátil no daba buenos resultados, era bastante mierda, y se planteó cambiar de ordenador. Viendo más o menos el tipo de estudios que haría y la carrera, se decidió a elegir un Mac, desde que le regalé el iPod mi familia comenzó a aceptar a cosas no genéricas, como eso que llaman Linux. Y aunque mis padres conociesen Linux y Apple desde hace bastante tiempo (años), siempre pensaron que Linux era para informáicos expertos y hackers y que Apple para diseñadores, pero que eran ordenadores muy caros, y personalmente, tenían razón.

    Hoy, la instalación de OpenSuse es sencillísima, y el precio de la plataforma Mac ha descendido.

    Siguiendo con el tema, se puso a mirar especificaciones, preguntar a su hermano, comparar análisis, preguntar a su hermano, buscar aplicaciones, preguntar a su hermano, etc. Algo estaba claro, iba a necesitar potencia, mucha, pero no le compensaba un portátil del tipo MacBookPro, es potente pero no quiere estar pendiente de baterías, recargas ni quiere limitarse en exceso a una plataforma así, por otro lado, el MacBook estaba igual, pero con peores caracterísitcas, si 15/17 pulgadas no le resultaban suficientes, 13 aún menos.

    Resultado, iMac, recién cambiados y con Leopard encima (9 euros por los gastos de envío). Pero, ¿cuál? El modelo básico es muy básico, el intermedio está bien, pero si te pones a añadir RAM y cuatro pijadas más te das cuenta de que se te queda a poca diferencia económica del iMac tocho, el tope de gama. Pues sí, ese.
    El de 24″, 2.8GHz, 2GB de memoria y medio TeraByte de serie. Supuestamente debería llegar el miércoles, pero los de TNT nos avisaron de que nuestra calle no existe en Astorga, lógico, la calle es de Valladolid, no de Astorga. Por suerte, se subsanaron los errores (se equivocaron con los códigos postales al pasar las pegatinas de la máquina a la caja) y mi familia (todos menos yo, que estaba durmiendo) se han acercado a Benavente (Zamora) a recogerlo en persona, la otra opción era esperar una semana más, y eso no mola.

    Como informatiquillo de la familia (y amigos) me ha tocado el privilegio de configurarlo todo. ¿Para qué? Si no hace falta. He bajado los programas que utiliza, Adobe CS3 y alguna que otra aplicación que leí, y ella se ha encargado de manejarlo perfectamente (en clase está acostumbrada a manejar OSX).

    Una conclusión rápida, es el mejor ordenador que haya probado jamás, jamás. A parte de que el sistema vuela, la sensación al tacto del teclado y el ratón (algo lento incluso con la velocidad máxima) es impecable, la pantalla es sencillamente acojonante. Con una resolución bestial y un brillo intenso que me ha hecho ver los destrozos de la cabecera del blog. Acojonante. La red wifi me descargaba a 300Kbps, que es casi como descargo yo, conectado por cable al router, en cambio, el ordenador se encuentra en otra planta diferente y tiene que acceder por wifi. Y el portátil suyo no cogía ni 12. Eso me ha dejado de piedra, más aún porque tenía el aMule y los torrents trabajando.
    Una aplicación pesada, como por ejemplo Adobe Illustrator, me carga en dos segundos, mientras navego con Safari y Camino y escucho la música recién importada a iTunes. Es la mejor máquina que haya tenido entre mis manos.

    Compensa el precio.

    Cuánto? Pues 1900 mucho, que han pagado su padre y su madre, junto con el gilipollas currela de su hermano que ha puesto 300 mocosos y sustanciosos euros.

    No estaba nada seguro de si compensaba o no la diferencia entre los modelos de 20 y 24 pulgadas, la demostración que nos dejaron hacer en ECI con un modelo de los de veinte, pero bien cargado de RAM y a 2.4 ha me hizo temblar, pero en cambio este otro consigue que eyacule cada vez que le veo hacer trabajos forzados y sin soltar ningún ruido.

    Sinceramente, nunca me había sentido tan bien después de soltar tanta pasta.

    Finalmente, yo me quedaré con su portátil (para meterle el osx86), y utilizar mi torre como estación de descargas y almacén (que son 320GB, oiga), todo funcionando bajo Linux y mi Windowsito del alma virtualizado. O, dicho de otra forma, he conseguido un portátil de segunda mano por 300 pavos.

    Visto en: Apple.

  • Volviendo a Windows cariñosamente (virtualización)

    Pensé que no volvería a manejar el escritorio de la colina verde ninguna vez más en mi ordenador, que los tiempos de los cuelgues y pantallazos habían quedado en el olvido, y aunque a Linux se le haya ido la cabeza y me haya dejado tirado un par de veces, no es nada comparado con el maltrato que sufría trabajando con el sistema de Microsoft.

    Hay gente que tiene suerte y no le da ningún error, las aplicaciones les van de maravilla y el sistema no se congela cada poco tiempo, los envidio.

    Por una cosa o por otra, me ha tocado hacerle un hueco en los discos duros. Dudaba entre si instalarlo nativamente o recurrir a la virtualización, que tan de moda está en esto de las tecnologías. Como me conozco y sé que soy un patán con las particiones di una oportunidad a VirtualBox, un software de gratis que crea una máquina virtual donde poder instalar Windows sin estropiciar nada, como VMWare, Parallels o lo que se os ocurra. Tras leer varios manuales, entradas en foros y otros resquicios de acciones exitosas de la gente, lo descargué y lo instalé. Una gran ayuda el hecho de que los desarrolladores se acuerden de la arquitectura AMD64, que en el mundo GNU/Linux deja bastante que desear, todos terminan obviándola.

    Tras una supuesta instalación limpia, al ejecutar me da errores, permisos incorrectos. ¿Cómo? ¿No tengo permiso para ejecutar parte del programa? Carajo, qué raro. Tras meterme en Google un rato hayo una posible solución -lo siento, he perdido el enlace-, la aplico, reinicio… et voilà. Arranca bien.
    Sin miedo, creamos una máquina nueva, siguiente>siguiente sin contemplación, todo perfecto y lo dejo tal cual venía por defecto. El único cambio es la tecla para cambiar entre el huésped y el sistema invitado, se ve que los de Packard Bell no son muy dados a incluir el control derecho en sus teclados.

    Virtualización

    Previamente había descargado una copia plenamente pirata de Windows XP Professional del aMule, y tan ricamente que me la ejecuta la máquina, el problema más grande ha sido encontrar un M8J3M-QRKTX-HT48F-R8CDV-4V27J. Como véis, un juego de niños. (más…)