• Desarrolladores precoces

    Me molesta bastante que un niño de 13 años sea el abanderado de iPod Touch por saltarse protecciones y lanzar el famoso iJalBreak o que el chaval que metió Linux en un iPod por primera vez modificando el código del sistema fuese un simple mocoso de secundaria. El tipo que lanzó Sasser estaba en un instituto, etc. Sobre todo, porque a mí se me olvidan cerrar las llaves de C, }.

    No, no entraré en la vieja discusión de que si son chavales sin amigos que se pasan el día conectados etc. Porque seguramente salgan los fines de semana y vayan al cine a ver los estrenos de Pixar religiosamente. Y bueno, una de esas personas que está muchísimo tiempo al día frente al ordenador, soy yo, no sería una comparación benévola.

    Lo cierto es que la programación, el desarrollo de aplicaciones o como quieras llamarlo nunca ha sido algo que me atraiga especialmente. Este año lo llevo más o menos bien, pero claro, son programas que difícilmente superan las 50 líneas de código, y lo más complicado puede ser anidar un bucle dentro de otro ¡y que funcione!

    Por eso me pregunto, ¿cómo leches un chaval de la generación teletubbie puede resultar un crack en esto? Qué putos cracks. Los nuevos Wozniak. Al menos ellos ya tienen salida profesional asegurada.

    Visto en: iJalBreak, iPodLinux, Sasser

  • The Rolling Stones, Wild Horses

    Queridos amigos, bienvenidos un domingo más a este humilde y a la par pedigüeño blog (bueno, pedigüeño el que lo mantiene) donde nos juntamos para realizar el visionado de conciertos en directo, que no en vivo, pues nos llegan del pasado y además están grabados.

    Wild horses es el título de un episodio de Cowboy Bebop (casi todos de los 27 episodios que forman la serie, así como el nombre de la película están cogidos de canciones Rock) y una canción interpretada por unos jóvenes drogadictos que han llegado a los 70 años extrañamente sanos, vapulearon a los escarabajos con el ritmo que les faltaba a los insectos, pero pecaron de la falta de melodías que les sobraba a los de Liverpool -no, Pink Floyd no, los de Liverpool, pero los malos-, así que nos juntamos con muy buenas canciones y otras que mejor se las podían haber introducido en el recto para nunca más salir. Sus satánicas majestades:

    [youtube r0_igHJTlak]

    Visto en: Youtube.

  • Volver a salir

    Hacía casi dos meses que no salía. No como tal, de estar un rato en un sitio y otro rato en otro hasta que toda tu ropa huele a tabaco (y te repugnas), hasta que te das cuenta de que ya son las cuatro y hay que ir pensando en volver a casa, a que de no salir durante un tiempo has ahorrado una pasta, que no pasas de unas cervezas porque no te apetece más… A que cuando vas en dirección al coche con los amigos una morena te grita «ricitos» y sientes un no-se-qué mientras sonríes estúpidamente.

    Y sí, sabes que seguramente sea de las que calientan pero no cocinan, pero con el frío que hace en la Siberia de la Meseta Norte no importaban unos grados más, ni unos centímetros de proximidad menos.

    Sin desviarme del tema, me han sacado de casa casi por la fuerza. Y es que estaba demasiado perezoso como para ir a dar una vuelta si quiera, vamos, que no me apetecía ni jugar al billar, algo que me ha sorprendido incluso a mí.

    Por suerte, a comienzos del fin de semana todo te parece mejor que ponerte a lidiar con Borland (peor lo llevan quienes lidian con Excel, que me lo ha dicho un pajarito), ergo acepté un poco a regañadientes y muy forzado la invitación basada en un:

    Bah, tío, no te vuelvas un maldito hermitaño, tío, joder, sal.

    Como se ha visto con el tema de la publicidad, me vendo por nada, y convencerme es fácil. Si añadimos que los amigos no son de Valladolid capital y necesitaban un «guía», la noche cobraba mayor interés. Dónde llevarlos, dónde aparcar, etc. En cotnrapartida, por la mañana (y parte de la tarde) los de Ciencias habían tenido su fiesta, y mucha gente había elegido pasar la resaca en casa y no bajar por la noche, por tanto, el ambiente dejaba bastante que desear.

    Imaginé que sería bueno, sin agobios. Pero claro, eso aburre demasiado. Aburre hasta tal punto que me aposté lo que quisiesen a que no me dejaban entrar (ni a casi ninguno de los que éramos) al centro de reunión depijos por excelencia de lo que viene siendo Pucela. Y estaba muy confiado, botas, vaqueros desgastados, cazadora de cuero, lo tenía todo a mi favor (o bueno, a mi contra, ya que la misión era no entrar). Sin embargo, el cabroncete del portero, sabiendo que todo estaba bastante vacío, ha levantado la veda y nos ha permitido cruzar el umbral a todos con una amable sonrisa y un buenas noches.Mierda, para un día que se me ocurre volver allí y tenía que ser esta noche, maldita la hora.

    Ha sido divertido, reutilizando las viejas tácticas de «Ey, hola, ¿conoces a X?» o el manido «Hola, buenas, es su cumpleaños, dale dos besos, ¿no?» que nunca suelen tener el efecto deseado, pero que irónicamente a las chicas les hace gracia. No entenderé a las mujeres jamás por lo que parece.

    Sí, ha sido raro, a la par que agradable, pero sigo teniendo la misma pereza que hace 8 horas y viendo que esto de salir, de volver a salir, no me aporta nada nuevo (de nuevo), muy probablemente tarde otros mesecitos en regresar a la vida nocturna más allá de la taberna de siempre.

    Como última pincelada. Escucha morena, los rizos, o ricitos como dices tú, tienen dueño.

    Hasta la próxima, buenas noches y no seáis malos.

    Visto en: Tintín, ese era su nombre. Y su desgarradora prole, que bien podían salir en la basura.

  • Los píxeles del jueves

    Dunas de colores

    Sí, el nivel de esto ha bajado muchísimo, lo sé. Para colmo, le ha salido una raja a la cámara, no sé si habrá más próximamente.

    Visto en: Flickr