• El otro negocio del cambio Dólar-Euro

    Esta noche WhisKiTo me puso sobre la pista de una elegante gorra Guinness con abrebotellas de la que me encapriché nada más verla. Ya que estaba me puse a ojear la tienda, a ver si por casualidad tenían algo interesante y así un hacer paquete majo como para justificar el envío de la gorra, esto:

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    El precio del pedido es 88.40$ que, según el cambio actual, son 57,22€. Con este precio compensa formalizar la compra y gastarse el sueldo que tengo ahorrado para final de curso y el Grand Theft Auto, pero si vemos envío (‘shippping’ en la imagen), ¡sorpresa! 74.90$ que al cambio son 48,48€, apenas algo menos de 9 euros de diferencia entre el pedido y el transporte.

    Entonces, ¿si quito cosas del pedido también baja el transporte?

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    Pues no.

    Yo no estoy dispuesto a pagar un total de 163.30$ (105,7€), es decir, casi una tercera parte de mi sueldo de becario en esto. Bueno, miento, no estoy dispuesto a pagar 50€ de transporte por esto. Que efectivamente, comprar (adquirir un producto a cambio de dinero) sale más barato en EEUU que aquí, además que es difícil encontrar este tipo de items en una cart de una shop española. Y mira que he tenido fregados con el transporte, que he comprado un puñado de veces en Amazon y en eBay… y todavía me extraño, ¿cómo puede costar tanto enviar cuatro mierdas hoy en día?

    En la mayoría de las compras que he hecho los paquetes venían en avión. Así que es normal que el precio sea más alto que un envío normal nacional, pagar el avión, la manipulación, los intermediarios (que siempre son los que más pasta se llevan) y la gasolina del que te llama a casa para decirte dónde has de firmar. Pero aun así no es algo «oficial», quiero decir, enviar un burofax a una oficina de USPS me costó 20€ -y fíjate cómo es la ley americana que me los reingresaron en dos días-, quiero decir que enviar dos folios de forma oficial es una pasta, porque se aseguran de que todo va como la puta seda, pero aquí te lo meten en vete tú a saber qué avión, te lo traen en vete tú a saber qué furgoneta y te lo almacenan con vete tú a saber qué patadas. Y esto sí lo digo por experiencia, el primer pedido que hice a Pixmania (la Sony W5) llegó en un paquete perfectamente cerrado, pero que chorreaba agua.

    Entonces, si no me garantizan el manejo óptimo del paquete, ¿no crees que aquí las empresas de mensajería se aprovechan demasiado del cambio dólar-euro?

    Porque puede ser que yo sea una persona muy tocahuevos, pero me parece que si lo vendiesen en Valladolid me saldría por el mismo precio, con lo que ahorro cero. Aunque… la gorra es tan chula y el Zippo tan bonito que…

    Visto en: Bwild.com

  • Hoy pudo ser una gran noche…

    Pero… su puta madre, su puta madre, su puta madre, su puta madre, su puta madre, su puta madre, su puta madre y su puta madre. Todavía no sé ni cómo ni por qué la cagué. Paciencia. Me agoto, me desquicio me desespero. Si es que de nombre Adrián y de apellido Gilipollas, joder.

    Vale, seamos francos, me lo estoy jugando todo al negro y se acepta un sí o un no, pero, ¿cómo demonios se acepta un nada? ¿Cómo se acepta estar a punto de conseguir una respuesta y de repente desaparecer? ¡Pluf! ¡DESAPARECER! Sin decir nada… acojonante.

    Dios, necesito aire o una bala en la sien… Vamos no me jodas.

    Visto en: IM, y me río de lo de «visto».

  • El gustazo de hacer cosas para uno mismo

    Aquí estoy una noche más, con mi baraja de cartas al lado, la cual barajo como método de reláx y si me aburro descubro la primera y última del montón para ver si ha habido suerte y tenemos un BlackJack, sólo me ha ocurrido una vez.
    Esta noche (hace unos minutos) estaba pensando en el placer que supone programar para uno mismo, algo que llevo haciendo unos días con el lavado de cara del tema visual (a ver qué os parece ahora, aún se me resiste el font-size de los textos en el CSS). Muchos de los cambios que he llevado a cabo sobre el theme original los he hecho directamente sobre el código, sin plugins, es decir, pensando qué y cómo quería que quedase e intentando conseguirlo -así entendéis el resultado-, por suerte habéis dado pistas sobre lo mal que había quedado y eso me ha hecho reeditar mis líneas y ajustarme a lo que creo que os gusta más. No me seáis perros y comentad después de pasar por AdSense, gracias.

    El primer sorprendido con esto soy yo, que me paso el día picando código, bien en C o en PHP/ASP/JavaScript y de repente me apetece ponerme a hacer (aún más) cosillas, en un terreno más mundano, es como si una doctora vuelve a casa después de aliviar los problemas urinarios de un anciano y hacer un tacto rectal al vecino del anciano (u otras cosas menos repugnantes) y al llegar a casa se encuentra con el hijo acatarrado, ¿me explico? Creo que sí.

    Me figuro que ya os oléis lo siguiente… ¿a la doctora le molesta cuidar de su crío? En absoluto -contando con que sea una madre medianamente decente-. Porque al chaval le quiere, quiere cuidarle y que esté bien. Bueno, pues pues con el blog lo mismo. Intento hacerlo lo mejor posible en mis peleas con validadores de formularios, buscadores, conexiones con bases de datos etc, pero al llegar a casa me apetece seguir, con la mínima y sutil diferencia de no cobrar a fin de mes ver de qué soy capaz, y cómo funciona. Termino sintiéndome orgulloso de mí, me encanta. Soy yo el que disfruta haciéndolo y viéndolo trabajar.

    Efectivamente, el ejemplo se puede extrapolar a cualquier oficio, no sólo del ámbito de la informática, pero hasta que no tenga Harley no podré poner el del mecánico que arregla y pone a punto su moto por el simple hecho de autorrealizarse. 20, me planto, ya ha sido mucha suerte.

    Visto en: <? life ?>

  • Dos años abuhardillado

    Unas palabras, unas aclaraciones y un vídeo.

    (más…)