• ¿Para qué? y la terapia del blogger

    Supongo que es normal, no sólo lícito sino obligatorio, que la persona que lleva un blog se pregunte el motivo final por el que lo hace. Lógicamente todo pierde sentido si el cuaderno que actualiza tiene una clara finalidad lucrativa, a estas alturas nadie se cree que en Microsiervos escriben simplemente por contar curiosidades que ven previamente en el otro lado del charco. De hecho creo que muchas entradas las sueltan de noche debido al cambio horario, es cuando las publican allí. Pero no sé, son cábalas mías.

    ¿Para qué has montado el chiringuito, nene? (más…)

  • La momia azteca contra el robot humano

    Si te preguntan de repente cuál es la peor película de la historia, ¿qué dirías? Esa misma cuestión me ha lanzado el novio de mi hermana -algún día hablaré seriamente sobre lo que supone tener un cuñado formal- mientras perdían el tiempo los dos juntos.

    Lo primero que he dicho es que no tenía ni idea, pero pensando un poco dí con una respuesta: Borjamari y Pocholo. Según la IMDB tiene una nota de 2.4 sobre 10 puntos posibles. Buceamos un poco por las 250 películas mejor puntuadas para seguir comiéndonos el coco sobre auténticos bodrios cinematográficos.
    Mi hermana sugirió la tercera parte de la Momia y al ver los posibles resultados mis ojos se lanzaron a un enlace de chistoso nombre: La momia azteca contra el robot humano. Tal cual, en castellano. Junto al título una fecha: 1958, inmediatamente asocié Ed Wood, ciencia ficción y cutrez. Al parecer la película no es del conocido «genio», pero no debe andar muy lejos.

    Su nota, la más baja de las que he visto: 1.8 sobre 10.

    Posiblemente El Asombroso mundo de Borjamari y Pocholo (que confieso que vi en el cine) sea la peor película española de las registradas en esa base de datos (mejor posicionada está Kárate a muerte en Torremolinos). No entiendo por qué no ofrecen un listado con las que tienen menor puntuación o simplemente ordenar resultados por puntuación, si alguien sabe alguna forma de hacerlo que lo comente Insistí poco, aquí está. En mi caso he recurrido a un listado con las consideradas peores películas de Estados Unidos. La verdad es que hay muchas recopilaciones de este estilo con cadenas de búsqueda tipo «la peor película de la historia» o «worst movie ever» encontramos decenas.

    Lo que tengo claro es que, para mí, la peor, más mala y ahora a la que más cariño tengo (hasta dentro de un par de horas) es sin duda la continuación de La momia azteca, que dicen no es tan mala.

    ¿La tuya?

    Visto en: IMDB.

  • La maravillosa y espléndida retransmisión de los JJOO por RTVE

    Me ha tocado madrugar para ver el partido de baloncesto España-EEUU, lo he pillado empezado porque ayer me dormí a las seis y bueno, hasta las diez de la mañana no tenía pensado enchufarme a verlo. Por si no sabes cómo ha acabado perdimos pero no pasa nada porque somos ganadores morales y es lo que cuenta. Un rato del vicio al GTA después calmó los malos humos del resultado que, dicho sea de paso, se veía venir.

    Creo que es lo único que he visto con interés de todos los juegos junto con un ejercicio de Almudena Cid y una ucraniana llamada Bessonova de la que sólo puedo decir que parece un encanto de chavala. Ya comenté por ahí que no creía justo que China fuese la sede de algo como los Juegos Olímpicos: concordia, legalidad, paz, fraternidad y otras cosas tan bien sonantes y buenrollistas que me suelen dar un poco de repelús pero que hasta la gente como yo las cree necesarias, es más, me parece más cómodo vivir en paz que en China o entre una ficticia paz entre dos chicos que no tienen ni puta idea de por dónde sopla el viento y mantienen rencillas del 36 porque el abuelo de uno mató al hermano del tío del otro. Asqueroso y pestilente buenrollismo castizo, vamos. Aprovecho para decir que como llevo una semana sin escribir no voy a ahorrar tacos, puyas, insultos ni zarandajas así que si tienes una camiseta con la cabeza del Ché y sigues pensando que fue un salvador mejor dale a la publi y luego date el piro, por favor y gracias.

    Tras esta pequeña ida de olla política sobre las olimpiadas tengo que admitir que también he visto la ceremonia de clausura ya que me avisaron de que saldría Jimmy Page tocando Whole Lotta Love, no fue así porque alguna ingeniosa mente pensó que mejor era el playback y el ya anciano rockero no hizo más que el paripé encima de un autobús, pero menos da una piedra la uno.
    Sí digo que la Primera (que ya me tenían caliente antes de los Juegos) daba menos. Si ésta es la televisión pública que sufragamos todos -si tú no seguro que tus papis sí y créeme no les hace mucha gracia que un porcentaje del sueldo vaya a esta mierda- mejor que me borren del censo porque no quiero seguir teniendo nada que ver con semejante bazofia pública. ¡Pública!

    He visto menos publicidad en Antena3 .Neox o incluso en canales de Polancovisión Entertainment System -que como todo Cristo sabe son cadenas jodidamente privadas- que en la que se supone que es «la tele de todos».

    A ver, panda de gandules gilipollas, a mí no me hace ni puta gracia que digáis que RTVE nos ofrece los Juegos Olímpicos por primera vez en alta definición si no hay decodificador alguno que pueda dar salida a eso (excepto el nuevo aparato de Sogecable, casualidad también, empresa amiga de la gobernancia pública), ni que me expliquéis que también se retransmiten por internet -donde ojo, que los anuncios siguen estando tal cual y con una calidad y un refresco que te hace añorar a Pepe-. Ya de lo de verlos en el móvil ni hablamos.

    Pero da igual, soportamos la publi. Hacemos que no ha pasado nada.

    ¿Hay alguien capaz de explicarme por qué para meter esa publicidad aprovechan cualquier instante? ¡No pueden esperar nada! Si un tiempo muerto dura 20 segundos, no cortes para poner tres anuncios porque te pasas,  tío, que sólo con los de SUPUTAMADRE CORP. patrocinador oficial de la Selección de Baloncesto te comes dos anuncios: el de salida a publi que tienes por contrato y el de entrada al directo otra vez. ¿Qué más piensas meter? Ah, vale, que quitamos 10-15 segundos de juego y nos tragamos lo que sea. No pasa nada, como son anuncios en HD y que puedo verlos en el bus gracias a que también estáis en el móvil…

    Lo mismo me toca agradeceros la payasada.

    No caerá esa breva, m’friend, que para limitarse a enchufar la retransmisión que se ofrece y redistribuirla al gusto tampoco hace falta mucha tecnología, y si esas mismas cámaras que lo recogen ya lo están haciendo en alta definición no voy a agradecer ningún esfuerzo.

    Me gustaría ver cómo lo han hecho en países europeos de verdad (como mismamente puede ser Portugal), diría que a los de RTVE se les caería la cara de puta vergüenza, pero sería una reacción demasiado humana para un grupo como ellos, que para colmo dejan a los comentaristas colgados hablando del partido o el ejercicio de la preciosa gimnasta mientras se toman un kit-kat para vender el teléfono oficial de Pekín 2008.

    ¿Tiene vibración? Prueba a meterte el móvil por el culo.

    Me voy que todavía me pitan zona y, por pesado, antideportiva.

    Visto en: 8/8/8-24/8/8.

  • Yoko Kanno, Waltz for Zizi

    Directamente desde la banda sonora de Cowboy Bebop una de las más bellas canciones del anime, un vals.

    Y no miento si digo que he hecho un poco más de sitio en la buhardilla y me he puesto a bailar esto yo solo (imaginándome acompañado, claro). Modo repetir activado. Una vez, otra vez más, and so on, and son on

    Delicadeza para contrastar con el hard rock al que acostumbro.

    Visto en: Youtube.

  • El valor de la variable N

    Digamos que la vida es booleana. Digamos que son las seis menos veinticinco de la mañana y que es sábado por la noche. Digamos que el nivel de alcohol en sangre no me permitiría conducir.

    Digamos que hay una variable N que puede tomar los valores 0 y 1, si es 0 se sigue jugando, si es 1 se acaba la partida de la vida.

    Digamos que llevas un mes jugando al gato y al ratón con una persona [P] cualquiera, pero que de repente P deja de ser cualquiera y por H o por B ves que las cosas cada vez van más fluidas y esa persona definida como P -un array de caracteres, al menos que quepa su nombre, no un puto número perdido en el código de cada cabeza- te hace sentir alguien especial.

    Digamos que un día decides crear un guión que alumbre tu TSMP, que no es más que tu Top Secret Master Plan para ver hasta dónde podrías llegar con la persona P.
    En ese script se maneja una variable N que, en un momento dado, decidirá si al final de los finales podrías [0] o no [1] hacer algo. Por supuesto que su valor inicial es cero, no vayamos de pesimistas.

    Así que ideas una conversación y memorizas todas las posibles salidas (siempre dejando que sean dos por pregunta, cero o uno) y sus posibles ramificaciones para intentar arrojar algo de luz a ese bar tan sombrío.

    Digamos que tienes la valentía (y, de momento, sobriedad) suficiente como para plantarte en frente suyo y recitar el comienzo de tu ensayo. Curiosa y afortunadamente todo va bien, incluso ves que mejor de lo que contemplabas en tus planes. Las primeras líneas fluyen entre los dos y no parece que haya ninguna variable por ahí que pueda cerrarte el paso y cascar el programa.
    Preguntas con cautela por N, la dichosa N, y todo parece indicar que el valor que almacena se mantiene en cero y podrás pasar a la siguiente parte del código. Yupi, pasas.

    Digamos que te aproximas al final de tu TSMP con todo a tu favor y de repente alguien hace una llamada a una extraña función [F] que tú no sabes qué hace, pero que no puedes ignorar y esa función requiere del uso de N.

    Digamos que F es más exigente con todo y se da cuenta, al final, de que N valía 1. ¡N valía 1! Pero ni P ni nadie te lo había dicho antes, es más, P parecía haber dejado claro que N=0. Y TSMP falla, justo, justo al final.

    Digamos que P se ha portado contigo como nadie, que no podía estar más guapa, que su sonrisa combate a muerte con la luz del Sol y es capaz de ganar a ésta, que sus ojos no pueden formar mejor mirada, en definitiva, que P está claro que dejó de ser cualquiera. Pero N, maldita N, se había reservado un As de Corazones. Que en un principio hizo ver que su valor era cero, y con ello, te ayudaría a aumentar en un punto tu felicidad, pero era falso. Desde el inicio tenía claro que no daría acceso a P, que P no dejó claro cuál era el dichoso valor, pero que ahora su condición de variable está más cerca de constante pues no parece posible su variación.

    Nunca olvidéis preguntar por N.

    Visto en: El resto de N es «ovio».