Hace ya unos dÃas que volvà a la rutina. Esa monotonÃa que me ocupa de octubre a finales de diciembre, de enero a marzo y de abril a junio para darme una tranquilidad relativa hasta primeros de septiembre.
La rutina del despertador, del Cola-Cao con prisas, del café de máquina a las 12 ojeando el 20 Minutos, la rutina de los buses, las prisas, los apuntes, las compras de licencias legales de Visual Studio, etc. Y esta rutina choca de frente con la rutina veraniega de dormir poco, vaguear mucho y comer lo necesario para subsistir sin hacer ningún ejercicio que no sea controlar el mando de la consola o el teclado y el ratón. Con el nerviosismo recién adquirido me entra más hambre. (más…)