Visto en: Flickr.
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Mi primer viaje
Aunque el tÃtulo pueda llevar a equÃvoco no voy a hablar de mi primera experiencia con la drogaÃna (no ha habido, todavÃa no lo he cesitado). Sino de mi primer viaje en coche con carnet. Hace una semana justamente. Me he acordado de pubicarlo porque hoy me ha llegado el carnet definitivo (de plástico, con foto, tamaño tarjeta) y ya puedo dejar que el amago de sábana de la cartulina provisional ocupase mucho espacio en mi cartera. A parte, también ha llegado un paquete de un envÃo pendiente que tenÃa en eBay y sólo os diré que este nuev dildo me tiene loco.
El trayecto fue más bien corto, según Google menos de 5km. Pero aún asà no dejó de ser una experiencia curiosa, cuanto menos curiosa. La primera vez que corrÃa el riesgo de que multasen -bueno, la primera vez que podrÃa ser por algo de tráfico-. Te ves ahÃ, rodeado de viejos experimentados que se creen los 1337 m4573r de la carretera. Y sin que se cale terminas llegando a casa. Cuando paras el motor te das cuenta de que iban otras personas contigo y que muy probablemente estuviesen hablándote durante el trayecto.
He de decir que he cogido el coche en contadas ocasiones (concretamente tres) y que cualquiera de vosotros me podrÃa dar palizas sobre cómo llevarlo (excepto en el Mario Kart), pero ya puedo proclamar que sÃ, que me gusta conducir.
Visto en: 4.7km.
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Por un año de 365 dÃas
Mira el calendario que tienes ahà encima de la mesa. Un cambio de hoja mas y será diciembre. Cuentas tres semanas y te metes en Navidad, entre que lo preparas se te han pasado dos. Acaba el año y vuelta a empezar.
JurarÃa que antes de ayer estuve celebrando Nochevieja. De hecho me acuerdo de la canción que puse en el blog para fin de año: Tears in Heaven de Clapton, venÃa con subtÃtulos y todo. Y casi que ahora ya debo pensar en cuál será el tema con el que cierre 2008, un año con rima fácil. (más…) -
De mi negativa a asistir a saraos bloggers
La verdad es que no harÃa falta escribir este post, que dicho sea de paso me hace sentir muy, pero que muy, muy Varsavsky, pero ya se me ha preguntado o incluso criticado que no asista a quedadas dospuntoceriles como el pasado EBE del que me reà hace unos dÃas. Viendo que en mis respuestas la gente sólo me decÃa que echaba balones fuera me parece que me toca defenderme. Asà que lo aclararé al más puro estiloego-ego-ego-blogstar.
No me van las fiestas. Ni las conferencias donde gente que no conozco se ponen a discutir sobre cosas que realmente no me atraen. Es el efecto linuxero, nos pones al barbas de la FSF en una mesa y vamos corriendo a pillar asiento en primera fila, pero a dos tÃos que hacen muchÃsima pasta con los blogs hablado sobre sà mismos (llamémoslos Arcos y Ortiz, que son dos apellidos que me vienen asà a la cabeza de sopetón) no nos atrae.
Como acabáis de comprobar me pierde la boca, soy de esos que piensan firmemente que las redes de blogs comerciales no son cosas tan guays y que en Weblogs SL sobra mucha gente, pero desde los cabecillas sonrientes hasta los redactores que no conoce ni supu, hablando claro. Me pierde la boca es lo bueno de escribir, puedes borrar un texto del que te arrepientas antes incluso de publicarlo, pero si lo dices la cagas. Y como en este plan yo no hago amigos (por mucho que yo sea carne de barra la idea es relacionarse con los demás) si me pongo a despellejar al personal (y repito que lo harÃa con agrado, mala hostia y unas bases fundadas) no quedarÃa ni tan cool ni tan buenrollista como los demás. Entonces, ¿voy a recorrer cientos de kilómetros para tener malos rollos? No; Internet está para eliminar distancias, podrÃa poner en evidencia su falta de calidad y coherencia aquà mismo, tanto de un bando como del otro.
Por otro lado, yo no pinto absolutamente nada ahÃ. Si me fuese la vida (o la pasta) en alguno de los temas de los que se habla, pues algún interés tendrÃa. Pero moviendo 300 visitas al dÃa os podéis hacer una idea de que el nivel es mejorable. Eso sà he de reconocer que hace un año o incluso menos me habrÃa importado nada acercarme a alguna de éstas KDDs que tanto pululan por los tweets de la peña hoy dÃa. Me hubiese dado igual que fuesen en Tordesillas o en Tenerife, si se me pregunta hasta hubiese preferido el segundo.
Finalmente está el encanto del anonimato. De poder ir por la calle, cruzarte con alguien a quien lees (y que admiras, odias o ninguneas) y no saber que es él. La idea de poner cara a la gente está bien hasta cierto punto. Hay muy pocas personas que leen esto y me han visto alguna vez, se puede decir que del mundointernetero sólo me podrÃan reconocer dos o tres. Y eso me gusta. Porque del mismo modo que yo no sé si se tÃo que va delante mÃo en el bus es un genio de la literatura informática tampoco me apetece que cuando me vean sepan que soy el futuro novio de Leighton Meester. Es cómodo. Y aunque esto no cambiarÃa mucho visitando alguna de esas cenas y fiestas que tanto promueven está mejor asÃ.
Asà que sintiéndolo mucho no creo que nunca jamás, jamás, pero que jamás me deje caer por ningún sarao de estos a no ser que me adopte Dans y tenga que ir por rollos familiares. Cosa bastante poco probable dado que yo no soy un blogstar ni lo quiero ser, a publicar la entrada uno, dos y tres.
Visto en: Pero jamás, ¿eh?
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¿Cuánto sabes de Rusia?
Visto en: Mail «informativo» de DOO, El Corte Inglés.