Hasta hace no muchos dÃas yo era un feliz usuario de Google Reader, que simple como pocos, se limitaba a almacenar sus lecturas por orden alfabético, marcar las interesantes para verlas al final del dÃa (aunque terminase saltándome en bloque esta parte) y sin darle mayor uso que ese. Es cómodo porque me permite seguir las fuentes y blogs que leo desde cualquier sitio, y como a lo largo de la jornada utilizo varios ordenadores distintos pues fenomenal.
Por desgracia, se han sacado de la manga una funcionalidad que me ha trastocado completamente, las lecturas compartidas entre usuarios y su uso como envÃo de SPAM encubierto y las notas.
A grandes rasgos, me «obliga» a leer lo que otros quieren que lea. CuidadÃn, m’friend.
Esto está bien cuando lo que compartes es algo realmente interesante, hace unos minutos zetxek nos ha pasado un vÃdeo de Arguiñano (con lo que eso supone para mÃ) con el que da un claro ejemplo de la utilidad de la función, dar a conocer algo o divulgar algo que por sà sólo es bastante fácil que nos perdamos. Pero aún asÃ, lo he visto porque me lo marcaba como un elemento más pendiente de lectura. La opción que ofrece Google es ir al cuello y cargarte los contactos, algo un poco drástico (si hay alguna otra manera he sido tan sumamente bobo que no la he visto o comprendido).
Dicho de otra forma más vil, en lugar de darme opción (como hasta ahora) de poder visitar los elementos compartidos de quien yo desee, me obliga al menos a presentarlos por pantalla para fingir que les he echado un ojo.
El caos organizado es tal que no distingue si quiera de si lo compartido ya ha sido leÃdo por el usuario, es decir, si estando suscrito a Blogdecine leo algo sobre nuestra amada y queridÃsima cantante, digo actriz, Scarlett, y alguno de vosotros (como ha sido el caso) cree que debo volverlo a leer (una vez por cada uno que lo comparte), pues el obediente de Google termina haciéndome ver el dulce rostro de Scarlett tantas veces como sea necesario. Lógicamente no digo que todos estéis confabulados contra mà para que vea a esta chica tantas veces, pero desde un punto de vista más ladino, vil y económicamente hablando: mejor, cualquiera podrÃa dedicarse a marcar para compartir cualquiera de sus entradas (o de su red de blogs) con la forzada suerte de que al lector le (nos) toque releerla, con el doble de posibilidad de entrar en esa entrada y moviendo asà su ancho de banda, con suerte consiguiendo que alguien caiga en la publicidad y acentúe sus ganancias de una forma bastante rápida y simple tantas veces como quiera.
Sinceramente, estoy por crearme el máximo número de contactos que pueda y forzarlos a que me lean, asÃ, tranquilito mientras veo cómo lentamente va subiendo AdSense.
Visto en: Friends’ shared items.
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