Esto es algo que siempre he tenido claro, si alguna vez monto un negocio, aunque sea una tapadera para meter baterÃas falsas de cámaras de fotos caras, permitiré que los transeúntes que pasean alegremente con su perro escuchando los éxitos deVanessa Paradis puedan entrar y comprar lo que sea.
Por supuesto, es una espinita clavada que tengo. Una vez, una sola vez, no me dejaron entrar en un establecimiento donde vendÃan drogas y otros productos de Bayer y Normon porque tenÃa intención de meter a mi perra, que con suerte levanta dos palmos del suelo. Como vi que sà tenÃan puesto el cartel de «Perros no» pensé que mejor norecriminarles nada, pero eso sÃ: ahora te jodes y me pillo los estupefacientes en otro lado, aunque tenga que andar 500 metros más.
Afortunadamente, la otra no tenÃa cartel alguno, utilicé la táctica de niño bueno que pocas veces da resultado, sentar a la perra en la puerta mientras la acaricio, abrir y decir: ¿puedo meterla, por favor? A lo que la indefensa y emocionada farmacéutica no se pudo negar. Desde entonces utilizo esta técnica milenaria nepalà en casi todos los sitios donde voy con ella, incluyendo gasolineras (la forma más fácil de conseguir pan en domingo es visitar una). Y he de decir que funciona.
En el otro lado de la moneda tenemos a El Corte Inglés que, incomprensiblemente, te dejan meter el perro hasta la planta de regalos, con sus cristales y joyas tan frágiles. Nunca me he metido allà con Mus porque yo ya soy suficientemente peligroso y torpe como para tener que andar calculando los movimientos de cuatro patas, un hocico, diez dedos… Un ejemplo de confianza por parte de estos grandes almacenes, sin duda.
Claro está, estoy hablando de un perro que lleva la coletilla miniatura en la raza. Si me ven con un MastÃn o un Terranova (precioso animal, por cierto) imagino que preferirÃan que el cánido esperase fuera, mucho más si se trata de alguno de los peligrosos.
El tema es que, como he dejado ver antes, creo que se pierden muchos clientes al no saber manejar al numerosos colectivo de persona con prisas, lista de la compra y perro. Dicho de otro modo, no saben cuidar su negocio, tanto que en algunas tiendas de mascotas ni siquiera puedes colar a tu pequeño amigo. No sé, es ilógico, quieres comprar unos preciosos patucos a tu iguana (porque las boas no tienen pies, que si no…) y en lugar de dejarte llevarte a mi prima reptil (apelando a mi condición de lagarto) primero lo compras, y luego, si acaso, lo devuelves. Pues no, si te quieres comprar un jersey vas alSpringfield de turno y ojeas, te vas al probador y haces lo que «probador» indica: lo pruebas. Creo que con los animales deberÃa ser igual.
Lo dicho, cuando monté mi pequeño local para hacerme asquerosamente rico prepararé una esquina con pelotas de colores que chillan, mantas con dibujos de huesitos y unos cuencos de agua donde puedan recobrar un poco el aliento. Pero eso sÃ, bebés no.
Visto en: Valladolid Zona Sur.
15 respuestas a «Permitir la entrada a perros»
Hombre, según lo que se venda en el sitio me parece bien o no. Por ejemplo, si hay comida de por medio NO, para todo lo demás pues vale.
Nunca he entendido eso de prohibido entrar mascotas en los bares. Levantarse un domingo temprano, ir a pasear con el perro y a media mañana tomarte un café mientras lees el periódico me parece una idea estupenda; cada vez que veo un bar de mala muerte con el cartelito de perros no pienso: ¿No es muy alta la barra para que un bicho la salte? ¿Qué temen que rompa?
Yo le encuentro una explicación muy sencilla a esta prohibición, y es que seguramente muchos dueños no son tan responsables como tú ni sus mascotas están tan bien enseñadas. Por lo que podrÃan pasearse por el local olisqueando las entrepiernas de los demás clientes o dejar regalitos por el suelo.
Hombre Alex, ocurre lo mismo con las parejas que sueltan a los crÃos por ahà en las tiendas de forma totalmente despreocupada, no digo que se pongan a llorar, pero sà a tocarlo todo jugando con la gravedad para er si de la caÃda se rompe. Pero claro, como comentas, el problema no es del niño, sino de los padres.
Entonces pondré otro cartel, gilipollas no.
Y como es lógico, si en el establecimiento se vende comida(no digo que se sirva, ojo) también me parecerÃa mal meter a un perro, más por la sanidad (si el perro está sucio, tiene pulgas o cualquier cosa de las que n entiendo mucho) y pueda afectar a lo que se vende, que a los problemas que pueda causar si tiene hambre.
SÃ… lo de los imbéciles que dejan a los crÃos sueltos por un establecimiento para que jueguen como si estuvieran en el salón de su casa también es lamentable. El tema es que nadie se atreverÃa a poner un cartel con la silueta de un niño y una cruz roja sobreimpresionada XD.
Y claro, dibujar a un gilipollas ya es más difÃcil ;).
Me temo que sà ;)
No los dejan entrar xq se estableció el mito de que aullentan a la clientela, ya que hay mucha gente que les tiene miedo. No quieren responsabilidades por si el cánido se le cruzan los cables dentro del establecimiento y atacan, si se meten unos cuantos se arma la de San CrispÃn y puede que dejen regalitos como han dicho ahi arriba. Pero a mi si que me gustarÃa que me dejasen entrar a los sitios con el perro.
Aunque no es lo mismo una raza pequeña que un Alaskan Malamute. xD
No, bueno, eso claro está. Pero si el Corte Inglés se arriesga no veo por qué los demás no.
Yo creo que lo hacen porque hay unos pocos dueños capullos que no saben tener animales, son como esos padres que permiten que el niño berree y me estropean el aperitivo. Para poder librarse de ellos es necesario librarse de «todos».
Yo desde luego, si tuviera una tienda que no tenga comida a ras del suelo, pondrÃa el cartel de «perros sû SOBRE TODO EN LOS HOTELES Y TRENES: se evitarÃan muchÃsimos abandonos porque he notado que en España es bastante dÃficil intentar llevarte un animal de viaje contigo, en Irlanda o Noruega era muccho más sencillo meter un perro en un apartahotel o transporte público que aquÃ.
Esa es la parte buena de Europa, nosotros estamos en «la otra». Y por tanto, nos toca jodernos.
Si algún dÃa tengo una tienda os dejaré pasar solo (y cuando dio solo es SOLO) si me muestras como hacer esa táctica nepalà efectiva. (Y eso que yo no tengo perro, pero nunca se sabe)
Ya verás, vas a quedarte sin habla. Me llevaré a mis amigos monjes de Xao-Ling para que quede mucho más real.
Yo trabajo en una papeleria los fines de semana, y entran desde perros pequeños como un yorkshire (no sé si se escribe asÃ) hasta pastores alemanes y demás perros de su tamaño. Creo que la cuestión es que si tu entras con un animal en una tienda, es porque sabes que tu mascota es capaz de comportarse. Al igual que he visto perros grandes frente al mostrador, he visto otros atados en la entrada por la sencilla razón de que el dueño no se fia de su chucho (normalmente cachorros), y sabe que es capaz de armar un buen jaleo : P.
Por experiencia debo decir que son mucho peores los crios pequeños que los perros. Eso lo tengo muy claro xD.
Saludos :)
Es lo que tienen los crÃos, no puedes enseñarles las tácticas milenarias del Himalaya. Whahahahaha.
Quiero más sitios que permitan perros. TodavÃa me acuerdo la vez que fuimos a un restaurante con mi perro, y como hacÃa mucho calor no querÃamos dejarlo en el coche. Cuando le preguntamos al camarero si el perro podÃa entrar nos saltó «Â¿y por qué no iba a poder?». Con lo bien que se portan la mayorÃa de los perros…
Lo que echo mucho en falta es educación perruna. Vamos, que oigo cada burrada que con un poco de contacto con los animales se solucionaba… Supongo que por eso me mosquea lo de «perros peligrosos». Es más peligroso el dueño que el perro.