Últimamente escribo poco y mal. Os jodéis. Como héroes. Digo, como Herodes. Muchos Herodes juntos. Herodeses. ¿Os ha pasado alguna vez ir por una autovÃa y cruzaros con un cartel luminoso, de esos de lucecitas naranjas, que dice, «PRECAUCIÓN: VIENTO FUERTE»? y exclamar al intentar controlar el coche desde varios kilómetros atrás un irrisorio y partidor de culos, «¿SÃ? ¡No jodas! Coño, ¿qué es eso?, ¡Dorothy!» o, mejor, ese que dice, «500 MUERTOS EN 2009 POR DISTRACCIONES» y piensas, «Más de uno se distrajo por mirar tan llamativo cartel situado en una puta curva, cabrones de mierda». DeberÃan utilizarlos para mostrar resultados deportivos. «RETENCIÓN 10KM. ATM-1 0-TEN FORLÃN MIN56 NOT IN KANSAS ANYMORE». Hay que mejorar las carreteras en todos los aspectos y no podemos dejarlo todo en manos de Radio Marca. Es que hoy vengo exaltado.
Bueno, que no me pagan por escribir (porque no quieren ellos), esto es igual. ¿Qué puto sentido tiene sino matarte? SÃ, vale, nada de salirte de la carretera y hostiarte de tal manera que ni el enviado especial de Antena 3 te reconocerá. La Ley del Tabaco empezó bien y luego derivó en un despropósito en el que los hosteleros salen apaleados sà o sÃ. De alguna forma tienen que vivir y si tienen un negocio que mantener (aunque esté dentro de un hospital) pues han de sacar beneficios, está claro. Si los médicos fuman, los enfermos fuman, las visitas fuman y hasta la abuela, pues blanco y en botella muestra de semen, una máquina de tabaco en un puto hospital, nada de esconderse en las escaleras. Todo legal.
¿Qué será lo siguiente? ¿Vender belladonna en una fruterÃa, al lado de las lechugas? Estamos mal de la olla.
Y ya está, ya vuelvo a mi querida parra. Quietos todos, que ahora subo.
Visto en: Hospital del Campo Grande.
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