Esta misma mañana, por motivos que no vienen a cuento pero que os contaré: estaba esperando a mi madre, me he pasado por El Corte Inglés. Nótese que si el que escribe residiese o residiera en Madrid o Barcelona la expresión utilizada hubiese o hubiera sido «… por El Corte Inglés de Castellana/Gran VÃa/amistad o lo que surja», o «… por El Corte Inglés de Triangle/Ramblas/amistat o el que pugui sorgir –me lo han chivado-«, o cualquier sitio de estas ciudades de las que no conozco prácticamente nada. Pero en cambio aquÃ, que tenemos 1,75 de estos centros comerciales (no hagáis caso si dicen que hay 2) con decir «El Corte Inglés», todos nos entendemos.
A ver, que pierdo el hilo, en las escaleras mecánicas, una de los carteles publicitarios estaba inspirado en los dibujos que hace pocos años adornaban carpetas, bolsos, una basta colección de utensilios de escritura e infinidad de objetos femeninos. Me refiero a (como habrás adivinado por el tÃtulo, pillÃn) ¡Jordi Labanda!
Este tÃo ha desaparecido.
Parece que es algo común en el mundo de la moda, a la par que Labanda también estuvieron en la cresta de la ola las camisetas diseñadas por Kukuxumusu, y no me acordé de ellas hasta un anuncio de Cuatroº sobre los Sanfermines, tradición navarra como los espárragos -aprovecho para mandar un saludo a Cuervo, que me estará viendo-. ¿Qué? ¿A que antes todo hijo de vecino lucÃa una? ¡Hasta yo tengo una que uso de pijama! SÃ, duermo en gayumbos y una camiseta, aprovechad, lectoras. Me hice con una de esas camisetas por motivos que no vienen a cuento pero que os contaré: me la regaló la madre de un amigo por ayudarle en algo relacionado con 3º de la ESO y que, simplemente, no recuerdo. Algo parecido ocurrió con una serie de camisas que llevaban un Rottweiler bastante feo en el hombro y que se compraban los canis con aspiraciones a tÃo duro también conocidos como Fitis, por el mecánico de Los Serrano y que si no me he informado mal se acaba en cuatro dÃas, ya era hora, yo la daba por muerta hace años. Todos caen, menos los 501 y las deportivas retro que sin que se hubiesen ido, ya han vuelto.
Lo curioso es que Jordi, como sabe de negocios (y hasta afirman que trabajó para el NYTimes) se ha limitado a trasladar sus ventas -en 15 años vuelve aquà y boom de chicas delgadas y rositas otra vez- a Estados Unidos, una prueba, si accedes a la tienda desde su página oficial con intención de comprar desde España…
En cambio si eliges un paÃs como el americano, te siguen ofertando las mismas toallas que tuvimos aquà hace nada. Éste tÃo sabe. (Ahora que me curro un poco más las entradas no se os debe olvidar a qué enlaces clickar para sufragarme la vida, gracias).
Visto en: El de Zorrilla, m’friend… el ECI de Zorrilla.
Deja una respuesta